Había pasado una semana desde que llegué al colegio y estaba empezando a sentirme un poco más cómodo. Sin embargo, todavía me sentía nervioso alrededor de la gente y prefería pasar la mayor parte de mi tiempo solo.
Un día, mientras estaba sentado en la cafetería comiendo mi almuerzo, Vanessa, Nicole y William se acercaron a mi mesa. Vanessa me preguntó si quería ir al cine con ellos esa noche para ver la última película de acción que estaba en cartelera.
Al principio, estaba emocionado por la idea de salir con ellos, pero después de pensar en ello por un momento, comencé a sentir miedo. ¿Qué pasaría si no me divierto? ¿Y si hago algo estúpido y me hacen sentir mal? Le dije a Vanessa que no podía ir y que tenía que estudiar para un examen que tenía al día siguiente.
En realidad, no tenía ningún examen, solo estaba tratando de encontrar una excusa para no salir. Vanessa y Nicole intentaron convencerme de que fuera, pero no quería arriesgarme a sentirme incómodo o a hacer el ridículo frente a ellos.
Después de que se fueron, me sentí un poco triste y solo. Me di cuenta de que me estaba perdiendo la oportunidad de conocer a gente nueva y de divertirme. Pero aun así, no podía superar mi miedo a ser rechazado o a sentirme incómodo.
Me prometí a mí mismo que tendría que trabajar en superar mis miedos y ser más abierto a nuevas experiencias en el futuro. Pero por ahora, me sentía más cómodo en mi propia compañía.
Después de rechazar la invitación al cine, me sentía un poco mal. Sabía que Vanessa y Nicole eran buenas personas y simplemente querían que me divirtiera, pero por alguna razón, no me sentía cómodo en ese ambiente.
Intenté distraerme con las actividades diarias del colegio, pero no pude sacar a Vanessa y Nicole de mi mente. Empecé a dudar de mi decisión y a preguntarme si había sido un error rechazar su invitación.
Finalmente, me di cuenta de que tenía que enfrentar mis miedos y salir de mi zona de confort. Tomé la decisión de hablar con Vanessa y Nicole, disculparme por mi comportamiento y aceptar su invitación al cine.
El día del cine llegó y aunque todavía estaba un poco nervioso, decidí disfrutar del momento. Nos reímos, compartimos palomitas y tuvimos una tarde divertida. Me di cuenta de que a veces, salir de nuestra zona de confort puede llevarnos a experiencias maravillosas.
Después de esa tarde, mi relación con Vanessa y Nicole cambió para mejor. Me sentía más cómodo y seguro con ellas, y empezamos a hacer planes para el futuro.
Pero aunque me sentía feliz por haber superado mi miedo, todavía no podía sacar a William de mi mente. Cada vez que lo veía, mi corazón latía más rápido y no sabía cómo lidiar con esos sentimientos.
Después de esa tarde, mi relación con Vanessa y Nicole mejoró significativamente. Comenzamos a pasar más tiempo juntos y a hacer planes para el futuro. Me sentía más cómodo y seguro con ellas a mi lado, y su amistad me ayudaba a sobrellevar los sentimientos confusos que tenía hacia William.
A medida que pasaban los días, me di cuenta de que William no era el único que llamaba mi atención. Empecé a notar a otros chicos de mi clase, y me pregunté si quizás yo también era gay. Pero el miedo a la discriminación y al rechazo me impedía aceptar mis sentimientos.
Una noche, mientras estaba acostado en mi cama, pensando en todo lo que me estaba pasando, recibí un mensaje de texto de Vanessa. Me preguntó si quería unirme a ella y a Nicole en un picnic en el parque al día siguiente. Acepté de inmediato, emocionado de pasar más tiempo con ellas.
Al día siguiente, llegué al parque temprano y encontré a Vanessa y Nicole preparando la comida. Me uní a ellas, y pasamos una tarde maravillosa en el parque, disfrutando del sol y la comida deliciosa. Mientras conversábamos y nos reíamos, me di cuenta de que estaba agradecido por tener amigas tan increíbles.
Al final de la tarde, nos despedimos y prometimos hacer algo juntos pronto. Mientras caminaba a casa, me di cuenta de que había pasado un día sin pensar en William. Quizás estaba empezando a aceptar mis sentimientos y a sentirme más cómodo en mi propia piel.
Pero sabía que aún tenía un largo camino por recorrer antes de poder aceptarme completamente y revelar mi verdadera identidad a los demás. Aunque estaba asustado, estaba decidido a ser fiel a mí mismo y a vivir mi vida como quería.
A medida que pasaban los días, notaba que mi corazón latía más fuerte cada vez que veía a William o hablaba con él. No podía evitar sentirme atraído por su encanto y su personalidad, pero al mismo tiempo sabía que mis sentimientos no podían ser correspondidos. William era completamente heterosexual, y yo no quería arriesgar nuestra amistad al confesar mis sentimientos.
Por otro lado, también me di cuenta de que me sentía atraído por Nicole, pero de una manera diferente. Me gustaba pasar tiempo con ella y disfrutaba de su compañía, pero sabía que solo éramos amigos. Aunque me resultaba difícil admitirlo, no podía negar que tenía sentimientos encontrados por estas dos personas.
Sin embargo, decidí guardar mis sentimientos en secreto, sin decir nada a nadie. No quería arruinar nuestra amistad ni causar conflictos innecesarios. Pero el hecho de mantener estos sentimientos en secreto también me generaba una gran carga emocional. No sabía cómo lidiar con estos sentimientos y a veces me sentía confundido y perdido.
Trataba de actuar con normalidad cuando estaba cerca de Nicole y William, pero a veces me resultaba difícil. Me esforzaba por no mostrar ningún indicio de lo que realmente sentía por ellos, pero por dentro me estaba consumiendo.
Con Nicole, nuestra amistad se había vuelto más fuerte y nos divertíamos juntos, pero yo sabía que solo la veía como amiga. Con William, en cambio, la situación era más complicada. Me gustaba estar cerca de él y hablar con él, pero también sabía que había una brecha social entre nosotros que parecía insuperable.
Trataba de no pensar en ello y de disfrutar de su compañía sin prejuicios, pero a veces no podía evitar sentirme incómodo. ¿Cómo podría alguien como yo estar interesado en alguien como él?
Decidí que lo mejor era mantener mis sentimientos en secreto por el momento, hasta que pudiera resolver mis propias dudas y encontrar la manera de aceptarme completamente a mí mismo.
Trataba de actuar normal y continuar con mi vida cotidiana, pero siempre estaba consciente de la tensión emocional que llevaba dentro. Me di cuenta de que no podía seguir así para siempre, necesitaba encontrar una forma de manejar mis sentimientos y seguir adelante.
Decidí hablar con Vanessa sobre lo que estaba pasando. Sabía que podía confiar en ella y que me escucharía sin juzgarme. Cuando finalmente tuvimos la oportunidad de hablar, le expliqué cómo me sentía y lo difícil que era para mí mantener estos sentimientos en secreto.
Vanessa escuchó atentamente y me dio algunos consejos sabios. Me recordó que no tenía que apresurarme a tomar decisiones, que era importante tomarme el tiempo para reflexionar y entender mis sentimientos antes de hacer algo drástico. Me aconsejó que tratara de concentrarme en las cosas positivas de mi vida y en las personas que me rodeaban, en lugar de preocuparme tanto por mis sentimientos hacia William y Nicole.
Sus palabras me ayudaron a poner las cosas en perspectiva y a ver las cosas con más claridad. Aprendí a enfocarme en mi vida presente, en lugar de dejar que mis sentimientos me consumieran.
Todavía tenía un largo camino por recorrer en mi camino hacia la aceptación personal, pero sabía que podía contar con el apoyo de Vanessa y mis amigos cercanos para ayudarme en el camino.
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El lado oscuro del amor [TERMINADO✅]
Teen Fiction!EL LADO OSCURO DEL AMOR! En una prestigiosa escuela de la élite, dos jóvenes se encuentran en una encrucijada. Lyam, un joven de buena familia, trata de ocultar su secreto más profundo, su homosexualidad, debido a la presión social y a la imagen qu...