CAP 33| Fragmentos Rotos 2

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El silencio llenó la habitación mientras Vanessa y William se quedaron boquiabiertos al presenciar la escena inesperada. Mis mejillas se tiñeron de un intenso rubor mientras Uriel rápidamente se cubría y trataba de explicar la situación.

- ¡Lo siento! No esperábamos que entraran -, balbuceé en un intento desesperado de disculparnos. Mi corazón latía acelerado, y sentía cómo la vergüenza se apoderaba de mí.

William, con lágrimas en los ojos, no pronunció una sola palabra. Sintiendo su dolor y decepción, intenté acercarme a él para explicarle lo que realmente estaba sucediendo, pero me apartó con un gesto brusco y salió corriendo de la habitación.

Luego de presenciar la inesperada escena en el cuarto de Lyam, William salió corriendo con el corazón roto. Sin embargo, yo no me di por vencido. Rápidamente, fui tras él, ansioso por explicarle todo y abrazarlo para consolarlo en su dolor.

Lo alcancé en el pasillo, donde lo encontré llorando intensamente. Su rostro reflejaba una mezcla de tristeza, confusión y traición. Me acerqué con cautela, extendiendo mis brazos para envolverlo en un abrazo cálido y reconfortante.

- William, por favor, déjame explicarte -, supliqué, tratando de controlar mi propia angustia mientras veía el dolor en sus ojos.

Él se apartó ligeramente, mirándome con cautela y una pizca de esperanza en su expresión. Sus lágrimas seguían rodando por sus mejillas, pero al menos me estaba dando la oportunidad de hablar.

- Lo que viste allí no era lo que parecía -, le aseguré, luchando por encontrar las palabras adecuadas. - Uriel estaba tratando de convencerme de algo, pero yo lo rechacé. No pasó nada entre nosotros, te lo juro -.

Pero William estaba demasiado enfurecido para escuchar. Sus ojos estaban llenos de decepción y dolor, y su voz temblaba de rabia.

- No te creo nada, Lyam -, exclamó con amargura. - Casi te acuestas con mi hermano aquí mismo. ¿Cuánto tiempo llevas engañándome? ¿Cuántas veces me has hecho el tonto? -.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y me acerqué a él, desesperado por hacerle entender que solo había sido un malentendido. Pero él se apartó, negando con la cabeza.

- Ya no quiero escucharte -, murmuró con la voz quebrada. - Creí en ti, confié en ti, y me has decepcionado de la peor manera posible -.

Desesperado por retenerlo, estiré mis brazos para abrazarlo, mis labios buscaban los suyos en un último intento de mantenernos unidos. Nos fundimos en un abrazo apretado, lágrimas cayendo por nuestros rostros mientras compartíamos una despedida llena de dolor.

Sin embargo, nuestro momento íntimo fue interrumpido por la voz enojada de mi  padre, quien había pasado por el pasillo sin previo aviso y nos miraba con furia. Vanessa y Uriel, sorprendidos por la situación, salieron del cuarto para ver qué ocurría.

Mi padre nos miró con una mezcla de sorpresa y enojo en su rostro. Era evidente que no esperaba encontrarnos en esa situación.

- ¿Qué demonios está pasando aquí, Lyam? - gritó, su voz llena de indignación.

William y yo nos separamos abruptamente, mirándolo con temor. Intenté buscar las palabras adecuadas para explicar lo que estaba sucediendo, pero el padre de Lyam no nos dio tiempo.

- ¡No puedo creer lo que veo!-  continuó, su tono lleno de rabia. - ¡Mi propio hijo y su novio, comportándose de esta manera en mi propia casa! ¿Qué les pasa a ambos? -.

Vanessa y Uriel observaban la escena en silencio, sus rostros reflejando una mezcla de preocupación y tensión. El padre de Lyam y Uriel se miraron fijamente, la tensión entre ellos era palpable.

El lado oscuro del amor [TERMINADO✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora