POV. Miley
No podía apartar los ojos de su cuerpo mientras conducía, tan concentrado en la carretera, joder es que está para comerse, y si hablamos de su actitud, pero no me dejaré caer en sus encantos tan fácilmente, además no dejo de sentir este miedo, aquí dentro en mi corazón, ese inmenso miedo que tengo de enamorarme.
-¿Falta muchopara llegar?, ya me está faltando el oxígeno de estar tanto tiempo aquí contigo -me cruzo de brazos.
-Entiendo que estés así -lo observo confundida -no es fácil estar a mi lado y que no tengas ganas de saltar encima de mí -ruedo los ojos por lo alto que tiene su ego.
-Eres muy creído -sonrío -y para dejarlo claro, no tengo el más mínimo interés en tí -miento.
-¿Sabes? -niego esperando a que responda -es malo decir mentiras.
-Valla, por fin hay algo en lo que estamos de acuerdo -me mantengo con los brazos cruzados -odio las me tiras y los secretos -Digo al recostarme en el asiento.
-Lo se -admite y me sorprendo un poco -se muchas cosas de tí -posa su mirada en mí y me pongo un poco nerviosa.
-Parece que hiciste bien tu trabajo -pone una gran sonrisa en su rostro, la cual le pienso borrar ahora mismo -pero eso no te quita lo idiota -pasa de semblante sonriente a serio y niega con la cabeza.
-Parece que tendré que enseñarte modales mi bello ángel -escuchar que me llame así me gusta tanto que me pongo algo nerviosa -pero no me ha...
-Ya basta de plática -le corto y se me queda viendo con enojo -solo maneja para llegar más rápido y poder respirar, que me voy ahogar, luego después no te quejes cuando me tengas que llevar a un hospital para que me pongan un balón de oxígeno, y te pregunten ¿Que le sucedió? ¿que dirás?, yo la secuestré y de estar tanto tiempo conmigo se quedó sin aire...
-¡MILEY! -Gritó estresado y di un pequeño salto en el asiento.
-¿Que te pasa? -pregunté con la mano en el pecho.
-Tranquilizate -sonreí, me gusta volverlo loco, será mi nuevo hobby -ya casi llegamos, dame tu celular -frunzo el seño.
-¿Perdón? -pregunto con una ceja levantada -no te daré mi celular -me negué.
-Por favor -me lo pensé un segundo y al final accedí, saqué mi celular y antes de extenderlo en su dirección le di un beso.
-Lo cuidas con tu vida -asintió y después de ponerlo en silencio lo metió en el bolsillo de su pantalón.
Se detiene delante de una propiedad bastante grande, abre el portón y apenas entramos que aparca el auto me bajo de este como una flecha.
-Debias esperar a que te abriera la puerta -decidí ignorar sus palabras cuando me puse a observar la propiedad.
Era una mansión enorme con una fuente en el centro la cual había que rodear para entrar en la casa, habían hermosas estatuas blancas en forma de dioses griegos y unas hermosas rosas negras las rodeaban, las rosas negras, mis favoritas, la casa tenía sus paredes de blanco con las columnas negras y los marcos de las puertas y ventanas combinaban a juego con la pared, me di cuenta que estábamos en la misma comunidad, eso no me enojó para nada.
-Miley ¿Me estás escuchando? -rodé los ojos.
-No molestes Darien -era la segunda vez que lo llamaba por su nombre y se sentía extraño, lo sentí acercarse a mí y ponerse detrás mientras sentía su respiración en mi oído.
-¿Que no era Poseidón? -susurró provocando que me quedara muda por completo por la exitación.
No me agradaba la idea de que tuviera tanto control sobre mi cuerpo con solo hablar o tocarme, sus palabras me volvían loca y sus toques me trasladaban a un universo paralelo dónde solo éramos yo y él, dónde no existía en mi interior este enorme miedo de enamorarme.
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Miedo De Enamorarme (Miedo #1) ¡Terminada!
Romansa«Solo hay una vida y nosotras la disfrutamos al máximo» ese es el perfecto lema de Miley, Ágata y María. Tres chicas que luchan por su título en el instituto, las (P-U-T-A) llamadas así por sus compañeros de colegio, se dice por ahí que pertenecer a...