Jungkook, alfa de 20 años. El chico atleta, fuerte, sobresaliente en clases y millonario de cuna.
Ama el boxeo, novio de Jiso quien por ser su novia, se lleva por título la más popular de la universidad.
Jimin, omega de 18 años. Un amor de persona...
- Aquellas palabras seguían retumbando en la mente y ser del bello y tierno omega, Park Jimin. Algo dentro de él siempre le advertía que ese momento algún día llegaría, pero no podía ser hipócrita consigo mismo y no reconocer lo inesperado de aquella tan importante pregunta.
Eran las 5 de la madrugada y aún sus manos le temblaban. Detrás de él, su alfa recostado, ambos en forma de cucharita buscando y sientiendo la presencia del otro. No querían apartarse, sentían que dependían del oxigeno que el otro respiraba.
Sentían sus pieles temblar, sus orbes oscurecer y sus huesos quebrar, cuando no se tenían el uno al otro. Jeon podía sentir la felicidad de Jimin gracias a su conexión, a su lazo. Dibujaba trazos en su pancita con su pulgar, causando escalosfrios en la piel de su amado.
7:00 A.M.
Las manecillas del reloj marcan las 7, por lo que el despertador ubicado en su mesita de noche próximo a la cabecera de Jungkook empezó a timbrar. A ciegas, con sus ojos aún cerrados y sin deseos de apartar sus manos de su futuro esposo (PUES LA RESPUESTA FUE UN SI), obtuvo el aparatito ruidoso en sus manos para acabar con su irritante sonido. Ese pequeño aparato era el culpable de la próxima separación entre él y su omega.
Volvió sus brazos hacia la aún pequeña cintura de su prometido, para así acaparar todo de sí. Un beso húmedo depositado en su nuca le hizo volver a su realidad, la cual encontraba aún más atrayente e interesante, pues en ella se encontraba su Alfa, el ''verdadero'' en carne y hueso.
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JK* Buen día, cariño. Cómo durmió la cosita mas hermosa de este mundo?
JM* Buen día kookie. Dormí feliz, pues tenía a mi lado al amor de mi vida. Y tú?, puedo saber cómo durmió usted, señor Jeon?
JK* Dormí como un bebé, futuro señor de Jeon.
- Una risita tímida se apoderó de Jimin. Sentía timidez, sentía como si volviera a sus 15, donde soñaba con el principe azul que llegaba a su castillo y lo rescataba del gran dragón. Acuñó el rostro del Alfa entre sus pequeñas manos, deteniéndose a mirar aquellos profundos y grandes ojos negros.
Amaba a Jeon Jungkook, lo amaba con cada partícula, con cada celula de su piel. No sabía cuanto podría afectarle la ausencia de su Alfa, hasta ayer. No tenerlo era lo mismo que morir, no valía la vida, nada, si no lo tenía a su lado.
Jungkook pudo ver temor, miedo y amor en los ojos de su Omega. No quería que se sientiera más así. Quería hacerle entender que el jamás le dejaría, por nada ni por nadie, pues él era el ''Yin'' de su ''Yan''.
