Jungkook, alfa de 20 años. El chico atleta, fuerte, sobresaliente en clases y millonario de cuna.
Ama el boxeo, novio de Jiso quien por ser su novia, se lleva por título la más popular de la universidad.
Jimin, omega de 18 años. Un amor de persona...
Jungkook: Nene, tenemos que ir. Ayer no fuimos a clase.
Jimin: Por favor amor, piensa en mi cachorrito. Él no quiere ir a la uní.
Jungkook: Amor, prometo estar al tanto de lo más mínimo. Además, dudo que alguien se atreva a algo en contra de ti, no al saber que eres mi omega y padre de mi cachorro.
Jimin: Y aún si ese no fuera el caso, no me dejaré ofender ni humillar por nadie. Si me sentí así al principio fue por Jiso pues se supone es mi hermana mayor.
Jungkook: Si amor, entiendo. Hablando de eso, tenemos que pensar bien lo que haremos cariño. No podemos seguir aquí en esta casa.
Jimin: Lo sé bebé. Esperaremos que mis padres lleguen y así hablaremos con ellos. Yo tampoco quiero estar más aquí. Quiero mi propio espacio.
Jungkook: Yo igual bebe, yo igual.
- Jeon se acercó a su hermoso Omega el cual aún estaba recostado en su cama. Le tomó ambos cachetes y dejó varios besos en estos mientras que dulcemente le fue levantando de la cama conduciéndolo hasta la ducha.
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Jimin: Ya que me trajiste a la fuerza, al menos tomemos el baño en la tina.
- Jungkook pudo ver esa pícara sonrisa dibujada en su hermoso y embarazado Omega. Si que le encantaba sacarlo de sus casillas haciendo insinuaciones y poniendo su cara de " demonio sensual/ángel sensible".
Jungkook: Amor, sabes que sería todo un placer para mi entrar a esa tina contigo a mi lado. Pero también puedo asegurarte que si entramos ahí, en este momento... no llegaremos ni a la última clase del día de hoy. Así que nada de puchero y ojitos melosos, que nos tenemos que alistar.
Jimin: Ashhh.... Siempre de amargado.
Jungkook: Jajajaj. Si amor, yo también te amo.
- Ambos ingresaron a la ducha, en donde uno ayudaba a enjabonar la piel del otro. Besos y caricias son detalles que entre ellos dos nunca podrían faltar. El amor y la sensualidad de ambos era un detonante que siempre se encontraba a la vuelta de la esquina.
Luego de unos 20 minutos en la ducha, salen para alistarse. Jeon amaba atar los cordones o zíper de los calzados de Jimin, así como al pequeño le encantaba peinar la hermosa y negra cabellera de su sexi y tierno alfa.
Ambos toman sus respectivos bultos y salen en el auto de Jeon camino a la universidad.
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