𝖠𝗆𝗈𝗋 n̶o̶ 𝖼𝗈𝗋𝗋𝖾𝗌𝗉𝗈𝗇𝖽𝗂𝖽𝗈 || 𝗖𝗼𝗯𝗿𝗮 𝗞𝗮𝗶

~24~

𝗝𝗲𝘀𝘀𝗶𝗰𝗮

—La policía sigue buscando a Robby Keene, el chico que tiró desde el segundo piso de este mismo instituto. Mientras tanto, Miguel Díaz sigue en coma después de 15 días desde el terrible incidente...—decían en la televisión.

—Ven que te ponga los zapatos—le dije a Jake a la misma vez que el timbre sonaba—. Quédate aquí, ahora vuelvo.

El pequeño asintió antes de que yo me fuera.

Abrí la puerta de mi apartamento pudiendo así ver a Halcón.

—Hola—le dije para luego dejarle pasar.

—Hola—saludó.

Pasamos a la sala donde Jake jugaba con algunos juguetes.

—¿Quién es?—me preguntó Eli.

—Es el hijo de la vecina. Me paga por cuidarlo y llevarlo al colegio por las mañanas—expliqué mientras me ponía al lado de Jake para ponerle los zapatos—. Solo será hasta que se acabe mi suspensión.

Terminé de prepararlo.

》Debo llevarlo ya.

—Pues te acompaño—dijo.

Yo asentí.

Caminamos hasta el colegio de Jake el cual no quedaba muy lejos.

—¿Cuándo vuelves a clase?—me preguntó.

—La semana que viene—respondí—. Por cierto, ¿tú no empezabas hoy?

—Sí, pero no me importa ir en la siguiente clase—dijo.

—Te puedo acompañar—dije—. Así damos un paseo y me despejo hasta esta tarde.

Él tomó mi mano para comenzar a caminar.

—¿Aún te sientes culpable?—me preguntó.

—Sí. Es que es mi culpa, Eli—respondí—. No es solo un sentimiento, es una verdad.

—No lo es, amor—dijo.

—Ya... ¿y si Miguel no despierta?—cuestioné algo horrorizada—. Viviré con esta culpa toda mi vida.

—Sé que se despertará—dijo.

—En realidad no lo sabes—dije.

—Deja de pensar en eso, ¿vale?

—Vale, eso es lo que trato—dije.

Llegamos a la puerta del instituto.

—¿Estarás bien?—me preguntó poniéndose frente a mí.

—Tranquilo—respondí con media sonrisa.

Él se acercó y junto nuestros labios en un tierno beso.
Cuando nos separamos lo abracé.

—Te quiero—me dijo.

—Yo también te quiero, amor—dije en el abrazo—. Te veo después en el dojo.

Él se separó para luego asentir, después fue hacia la entrada.

[...]

—La debilidad es inaceptable—dijo el sensei Kreese—. La pelea en el instituto fue humillante. Perdisteis soldados y perdisteis la batalla.

Bajé mi mirada.

》Pero no volveréis a perder. Díaz era uno de los nuestros. Lo que le hicieron a él nos lo hicieron a todos. Y esto no va a quedar así. No mostraremos piedad. No mostraremos debilidad. ¡Devolveremos el golpe y pegaremos duro! ¿Está claro?