𝖠𝗆𝗈𝗋 n̶o̶ 𝖼𝗈𝗋𝗋𝖾𝗌𝗉𝗈𝗇𝖽𝗂𝖽𝗈 || 𝗖𝗼𝗯𝗿𝗮 𝗞𝗮𝗶

•44•

𝗝𝗲𝘀𝘀𝗶𝗰𝗮

Sonreí entre el beso que Robby me estaba dando.

—Lo has hecho súper bien—felicitó de nuevo.

—Ya me lo has dicho un millón de veces—recordé con una sonrisa.

—Es que estoy orgulloso—respondió.

—Me vas a hacer llorar, al final—le dije antes de besarlo de nuevo.

Todo parecía estar ordenándose en mi vida, me sentía mejor últimamente. Quizá Cobra Kai sí que era el problema.

—Voy a ir a por algo más de beber—informó Robby cuando nos separamos—. ¿Quieres algo?

Asentí.

—Tráeme lo que sea—respondí—. Yo iré al baño un momento.

Fui hacia el pasillo para ir al baño, cuando iba a abrir la puerta de este, esta se abrió sola dejando ver a Eli.

—Hola—lo saludé.

—Hola.

Miré su pelo, confusa.

—¿Qué le ha pasado al verde?—cuestioné.

—No me gustaba.

—Podrías volver al azul—comenté—. Te quedaba bien.

Él alzó los hombros.

—Oye, quería disculparme por lo del otro día, cuando viniste al dojo—comentó—. Me puse así porque.... supongo que estaba algo celoso de Keene.

Apretó los labios a la vez que yo lo miré, confusa.

—Tú fuiste el que no quiso volver conmigo cuando te pregunté lo del baile—recordé—. No te puedo esperar toda la vida.

—Pero, ¿sigues sintiendo algo por mí?

Lo miré en silencio.

Lo que menos me esperaba era esa pregunta.

Se acercó y acarició mi mejilla.

》¿Por qué estás con él?

Se acercó quedando relativamente cerca.

—Yo...

Se acercó más hasta juntar nuestros labios en un lento beso aunque no tardé en darme cuenta de lo que estaba haciendo.

Lo empujé, separándolo de mí.

—¿Qué haces?—cuestioné.

—Ha sido impulso—respondió.

Lo miré en silencio.

Joder.

Volví a juntar nuestros labios en un beso un poco más necesitado que el de antes.

Entramos al baño y él se encargó de cerrar la puerta. Apoyé mis brazos en sus hombros mientras que sentía como sus manos iban bajando por mi espalda, acercándome más a él.

Sus besos bajaron a mi cuello.

Me conocía tan bien. Sabía qué hacer exactamente y se notaba.

—Eli—jadeo cuando mordió mi cuello.

Me subió al mueble del lavabo para que después sus manos bajaran al broche de mi pantalón haciendo que, por segunda vez en menos de una hora, me diese cuenta de la mierda que estaba haciendo.

—Eli, para—pedí.

Él se separó y me miró, confuso.

》¿Qué coño estamos haciendo? Estoy con Robby y tú con Moon.