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𝗝𝗲𝘀𝘀𝗶𝗰𝗮

Había decidido confíar en Tory. Parecía ser sincera.
Además los entrenamientos de Kim eran un poco extraños.

La rubia también me dijo que solucionase las cosas con la gente así que eso intentaba. En mi casa no había nadie por lo que me moví hasta Miyagi-Do donde supuse que podría haber alguien.

Abrí la puerta de la caseta del dojo. No había nadie, pero la parte que era la habitación del señor Miyagi estaba abierta.

—... hay que detener a Cobra Kai. No podemos sin usted, sensei—escuché la voz de Robby.

Me aproximé pudiendo verlo de espaldas, hablaba con papá. Mi padre me miró con sorpresa en cuanto notó mi presencia.

—Jessica—dijo.

Robby se giró y me miró confuso a la vez que sorprendido.

—Hola—saludé.

—¿Qué haces aquí?—me preguntó papá.

—Bueno... he oído detener a Cobra Kai... y, supongo que igual necesitáis una ayudita—respondí.

—¿Te has salido de Cobra Kai?—cuestionó Robby esta vez.

Asentí.

Papá sonrió.

》Siento todo lo que hice.

Miré a mi hermana quien también estaba ahí pero su rostro no expresaba nada.

—Sabía que rectificarías—mencionó papá—. Que te darías cuenta, confiaba en ti.

Me abrazó haciendo que me sorprendiese un poco.

—Entonces, ¿puedo ayudaros?—cuestioné.

—Claro que puedes—respondió—. Siempre has podido.

Le sonreí de lado cuando nos separamos.

—Papá—habló Sam—. No todos tienen a alguien como tú para protegerles y enseñarles.

》Todos tenemos que unirnos para librar esta batalla.

Mi padre frunció el ceño.

—¿Todos?—cuestionó.

—Seguidme—habló Sam.

Nos llevó hasta las puertas que daban al dojo. Se encargó de abrirlas dejando a ver a todos los alumnos del Miyagi-Do y de Colmillo de Águila, algunos de estos me miraban confusos, otros sorprendidos...

La verdad me intimida un poco la situación.

Realmente no pintaba nada allí.

Robby, al verme parada, tomó mi brazo para llevarme a donde estaban los alumnos formados para colocarme junto a él.

Lo miré y me dedicó una pequeña sonrisa.

—Ya no estás solo—dijo Sam—. ¿Qué dices, papá? ¿Lucharás?

Amanda se colocó detrás de nosotros y papá bajo las escaleras del dojo.

Todos hicimos el saludo a los senseis.

Ellos se miraron entre sí y también lo hicieron.

[...]

Iba a salir del lugar cuando Miguel e Eli se me acercaron.

—¿Qué haces aquí?—me preguntó Miguel—. ¿Has dejado Cobra Kai?

—Pues sí.

—¿Y eso?—cuestionó Eli—. Pensaba que estabas externamente entregada a ese dojo.

Su voz sonaba algo molesta.

—Parece ser que no—respondí—. Trato de arreglar las cosas.

—Ya, eso y que te ha dejado Keene—contestó Eli.

Lo miré frunciendo el ceño, confusa, ante sus ataques.

—No lo he hecho por eso, no me hace falta estar con alguien para poder vivir—dije—. Ya te lo demostré, a todo el mundo de hecho. Si me salgo es porque quiero.

Él soltó una risa sarcástica.

—Es muy obvio, Jessica, a mí me dejaste porque no estaba en Cobra Kai y ¿por él te sales?—cuestionó—. Debe de ser una broma.

—Te repito que no es por él—insistí—. Además, no te dejé por irte de Cobra Kai sino por con quien te aliaste aún después de todo lo que te conté.

》De todas formas, no sé por qué te doy explicaciones.

—Bueno, vámonos de aquí que esto huele a pelea—habló Miguel—. Me alegro de verte por aquí.

Le sonreí antes de que se fueran.

[...]

Estaba en mi apartamento calentando algo para cenar.

A pesar de haber hablado con mi padre, no había ido a su casa pues me parecía que las cosas aún estaban algo tensas, sobre todo con Sam.

Escuché como el microondas acababa a la vez que el timbre sonaba.

Me dirigí a la puerta para abrirla viendo así a Robby.

—Hola—lo saludé.

—Hola.

—¿Qué haces aquí?—cuestioné.

—No hemos tenido ocasión de hablar en el dojo—comentó—. Pero me ha sorprendido verte ahí.

—Espero que para bien.

—Pues claro que para bien—aseguró—. Sabía que ibas a salirte tarde o temprano y, honestamente, siento que es lo mejor que has podido hacer; arreglarás las cosas con mucha gente, sobre todo con tu familia.

—Es un buen punto.

Él asintió para después subir su mano a mi mejilla y acariciarla.

—Me alegro tanto de que te hayas salido de ese dojo—comentó pero yo ya estaba absorta en sus preciosos ojos.

Noté como bajaba su mirada a mis labios.

—Bésame, por favor, Robby—pedí.

Él sonrió.

—Bésame tú—respondió.

No continué el juego y lo besé sin rodeos, lenta y calidamente mientras acariciaba su cuello.

No separamos para tomar aire.

—No te voy a volver a besar así que si quieres hacerlo, tendrás que ser tú quien me besé—hablé con una sonrisa juguetona.

Él me correspondió la sonrisa mientras entraba a la casa cerrando la puerta tras él para después besarme más ansioso que anteriormente.

17•07•2024

Holaa, ahora sí que hace demasiado tiempo desde que no actualizo. He estado teniendo un bloqueo bastante grande con esta historia, incluso pensé en cancelarla, pero ya me he apuntado unas cuantas ideas que se me han ocurrido a ver si la puedo acabar de una vez😅.

No olvidéis votar y comentar lo que os gustaría que sucediese♡.

𝖠𝗆𝗈𝗋 n̶o̶ 𝖼𝗈𝗋𝗋𝖾𝗌𝗉𝗈𝗇𝖽𝗂𝖽𝗈 || 𝗖𝗼𝗯𝗿𝗮 𝗞𝗮𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora