19
El único imperfecto es perfecto.
Desperté a las 4:30.
Supongo que Slash debe estar despertando y bajando las escaleras para pedirme dos cafés.
Antes de verlo a la cara, prendí el televisor mientras ataba mis cordones.
ESPN:
―¡Vaya rendimiento de «La Serpiente» anoche! ¿O no, Jack?
―Así es, Roger. La nueva generación de tenistas Cobain, Rose, Slash, Mckagan, Hetfield y demás, están dando mucho de qué hablar. ¡Slash destrozó a Djokovic en el segundo, tercer, y cuarto set! Algo casi imposible para cualquier profesional. ¡Solo Nadal puede ganarle a Djokovic, y solo Djokovic puede ganarle a Nadal!
―Sin embargo, hay muchos comentarios sobre el raro cambio de actitud de Slash. Es la segunda vez que pierde un set en toda su carrera, y en lugar de decaer por no saber perder, terminó renaciendo como si cambiara su sangre y mente por algo fresco y nuevo.
―Es raro, todo lo sabemos, pero tal vez sea simplemente su forma física que le permite reiniciarse una y otra vez.
Apagué el televisor.
No sé si puedo ver a Slash sabiendo lo que sé.
Sabiendo que hace trampa.
Sabiendo que engaña a todos, incluso a sí mismo.
No puedo.
Quité mis zapatillas de mis pies, y me recosté nuevamente en la cama. Estaba quedándome dormido cuando los puños de Slash golpearon violentamente la puerta de la habitación.
Sé que es él.
Ya puedo reconocer sus puños, sus llamados, sus silencios, su presencia.
Me asomé a la puerta, y sin abrirla, grité para que me oyera:
―Me siento algo enfermo hoy, no podré salir.
Slash no contestó. Y como sé de todo de él, sentí su ausencia.
Es algo muy nuestro no hablarnos, pero saberlo todo del otro. Me di cuenta en estos últimos días que sin que Slash diga algo, puedo saber lo que está pensando o lo que le sucedió. Así mismo me di cuenta de las pastillas que está consumiendo, y así mismo me doy cuenta todo de él.
Lo quiero.
Lo quiero mucho.
Y siento que hice un «Clic» con él, así como explican en Hotel Transilvania. Se siente como una oleada de calor en el cuerpo, y luego estática, estática, estática, y así como si hubiéramos nacido para el otro, hacemos clic.
Hicimos «Clic».
Me duele saber que lo quiero. No me agrada quererlo. ¡NI menos ahora, que me lo enfrentaré en la semi final, y que estoy atravesando un dilema sobre si exponerlo o jugar contra él con desventaja!
Dormí el resto de la mañana, no recuerdo mucho de la lluvia que atormentó Francia durante horas debido a mi profundo sueño, pero a eso del mediodía, Rybana vino a recostarse conmigo. Dormimos abrazados un buen rato. Me gusta la suavidad de su piel, es como estar acariciando una almohada.
Luego, llegada la tarde, después de dormir tanto tiempo, ella explotó en lágrimas. No tiene confianza en decirme sobre qué.
Y me pregunto, aquí, al lado de ella, tratando de no preguntar, abrazándola de los hombros y sin saber qué hacer, ¿Si esto sería diferente si Rybana fuera Slash?
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Hasta el último set (Slaxl)
FanfictionHASTA EL ÚLTIMO SET. Siempre supe lo que tenía que hacer. De niño, de adolescente, de adulto y ahora. Jamás ni en un millón de años creí que conocería a alguien como él. Carismático, eléctrico, magnético, auténtico. Pero lo conocí. Acompaña a Axl R...