40. Will Junior y Marina

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40.

Will Junior y Marina.

Will Junior III Rose y Marina Rose nacieron en septiembre de 2.023, a pocos días de finalizar US Open.

Will nació tres minutos antes que Marina, con una madre sudada y vestida de uniforme deportivo, con la raqueta apoyada contra uno de los enfermeros. Pesó tres kilos y medio. Marina nació con tres kilos y doscientos gramos.

Recuerdo la imagen, de estar allí, sintiendo que se me doblaban las piernas mientras veía a Rybana gritar como un animal, mientras Roger intentaba avanzar lo máximo posible en la transitada ruta en camino al hospital.

No tengo idea cómo hice para tomar a la madre de mis hijos entre mis brazos y llevarla a las corridas a la camilla de los enfermeros, quienes enseguida comenzaron hacer su trabajo.

Ambos estaban destinados a nacer en California, con el médico obstetra de Rybana, pero finalizaron en un precario hospital de Nueva York, cerca de Brooklyn.

El lugar estaba desbordado de personas, de falta de personal y de gritos, por lo que no nos atendieron enseguida, y me sentía sudado y angustiado, no sabía cómo quitarle el dolor a Rybana.

Roger vino corriendo por detrás, con un médico agarrado de los brazos, suplicándole que dejara sus actividades con los demás pacientes y se dedicara a Rybana.

Entonces, la llevaron a un quirófano, me vistieron como enfermero, y ahí vi el milagro. Ni todos los Grand Slams del mundo pueden ser tan perfectos como estas dos criaturas que tuve en mis brazos unos cuantos minutos.

Nacieron sanos, bien formados, y llorando.

Me pasé los siguientes dos días de aquí para allá con todo lo que requiere tener un bebé, o en este caso, dos bebés. En esos dos días olvidé por completo que unas 48 horas antes había ganado US Open convirtiéndose mi segundo título Grand Slam.

Rybana siempre sonrió, en las derrotas y en las victorias, pero ahora sonríe como solo una vez me enseñó: con una sonrisa honesta. Está feliz, muy feliz. A pesar de nuestra corta edad y corta experiencia, los dos nos mostramos motivados y emocionados.

Rybana brindó leche a ambos bebés sin ningún tipo de queja, a pesar que su cuerpo está cansado ―y no solo por la cirugía del embarazo―. Pero llegado un momento, cuando Roger comunicó que iría por cafés a la recepción, que al quedar a solas y con los bebés durmiendo en un costado de la habitación del hospital, ella recogió mi brazo atrayéndome hacia su cama y dijo:

―Necesito que encuentres a Michael.

―¿Quién es Michael?

La noticia me aturdió. Me desplomó completamente. Estuve varios días hasta reponerme de lo escuchado.

―No puedo decírselo a Roger ―dijo ella entre lágrimas, al terminar de contarme lo sucedido―. No creo que vuelva a amarme después de esto. Pero, yo no puedo ser completamente humana si Michael no está aquí.

―¿Y qué harás cuando lo traiga aquí y...?

―Ayúdame ―dijo ella tragando su llanto―. Solo ayúdame a sobrellevarlo.

Asentí y le presioné la mano cálidamente.

―Axl.

―¿Sí?

―Gracias por no juzgarme.

Le sonreí.


15 DÍAS DESPUÉS.

Hasta el último set (Slaxl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora