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Post-festejo.
Ganar un Grand Slam es una cosa de locos, pero ganar dos veces un Grand Slams de dos campeonatos distintos es una cosa de otro mundo. Todavía me cuesta caer en la realidad. Todos me dicen que me desenvolví durante cada partido de US Open con suma tranquilidad como si supiera que iba a ganar.
Y la verdad no, no tenía idea que terminaría ganando. Supuse que llegaría a la final gracias a que mi físico ya casi no se esfuerza por desenvolverse en el deporte, y eso se lo debo a los distintos entrenadores que me ayudaron a controlar mi cuerpo: desde mi padre hasta Nadal y David.
Así que estoy contento. Estoy feliz. Y ahora mismo me encuentro con todas las personas que amo teniendo una cena, y por supuesto, el trofeo de US Open está en el centro de la mesa, iluminando nuestros rostros en grandes sonrisas.
Paris y Rybana apenas se hablan, pero las dos se mostraron respetuosas cuando se sentaron lado a lado y conversaron de los futuros bebés. Mis hermanos ríen amigablemente con Prince. Mi padre conversa a las risas con Nadal, Djokovic y Federer. Mi entrenador escucha anécdotas de Tony Nadal. Mi fisioterapeuta se besa con mi psicóloga. El trofeo Grand Slam me observa desde el centro.
Y me falta algo.
Tengo todo. Absolutamente todo. Y estoy feliz, después de tanto tiempo estoy feliz, sin embargo, sigue faltándome algo.
¿Es posible ser feliz y aun así extrañar a alguien? ¿Es posible estar enojado con ese alguien y al mismo tiempo extrañarlo? ¿Esto siempre será así?
El festejo no duró mucho, sobre todo cuando Rybana rompió bolsa.
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Hasta el último set (Slaxl)
FanfictionHASTA EL ÚLTIMO SET. Siempre supe lo que tenía que hacer. De niño, de adolescente, de adulto y ahora. Jamás ni en un millón de años creí que conocería a alguien como él. Carismático, eléctrico, magnético, auténtico. Pero lo conocí. Acompaña a Axl R...
