CAPITULO 38 EL DESTRUCTOR

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Empieza el conteo

Llegamos a Jerusalén y siento que mis energías me abandonan.

Ramuel parece preocupado, y no hace falta decir que estos días me están pasando factura.

-Vamos Evans estamos en nuestro recorrido final.

Tomo fuerzas de donde no tengo recordando a mi mujer y mi hijo.

Alysa alysa repito una y otra vez en mi cabeza.

Espérame mi amor.

Llegamos a el templo de los templarios, la estructura todavía solida construido en piedra.

Ramuel de manera apresurada se dirige a una puerta que nos da paso al templo.

Le sigo, pero teniendo un poco más de cuidado después de todo este lugar tiene varios años de su creación.

Llegamos a un lugar sin salida, Ramuel despotrica por todo, pero yo no le sigo el juego y estudio mi entorno.

-Espera Ramuel – le ordeno antes que el vuelva por el lugar donde entramos.

Me quedo analizando las imágenes en las paredes y una me llama la atención.

Es una espada que puede moverse y apuntar.

A su lado está la imagen de un león herido.

En paralelo un corazón atravesado.

Y por último la imagen del sol.

Automáticamente recuerdo la inscripción en la espada.

LA ESPADA DEL GUERRERO SABIO NO CORTA NI ATRAVIESA REFLEJA LA LUZ.

Muevo la punta de la espada señalando el sol y automáticamente un sonido inunda el lugar, haciendo que delo techo caiga polvo.

Un túnel se abre.

- ¿Cómo lo supiste? – me pregunta adentrándose en el túnel.

Me encojo de hombros y lo sigo.

Bajamos alumbrados por mi celular que sigue muerto para mensajes o llamadas, pero con baterías para usarla como linterna.

Llegamos hasta el final sin ningún altercado.

Caminamos unos pasos y quedamos de piedra al ver un arsenal de armas escondido.

Puedo visualizar metralletas de diferentes tamaños, pistolas, granadas, espadas, y bombas y en el centro de todo esto el destructor.

Una bomba de alto alcance 2 veces más potente que el lanzado en Hiroshima.

-El destructor – exclama Ramuel con una sonrisa en sus labios.

Alysa

No podía creer en todo lo que estábamos involucrados, y digo estamos por que ahora entendía el peso grande que llevábamos en los hombros al ser un clan cerrado y escondido, somos dueños de informaciones que podrían destruir al mundo, echar a personas de sus puestos actuales y lugares estratégicos de laboratorios de armas biológicas e información que podría cambiar el curso de la historia.

Me había contado como la chica que conocí la hija del senador la habían asesinado solo para dar una lección a su padre, ahora reconocí al hombre que me salvo era uno de los gemelos, no se si su prometido o el hermano

Ahora más que nunca entendía por qué mi padre tenía que estar muerto y prefería tenerlo en la sombra que tenerlo realmente muerto.

También comprendí que siempre fui muy dura con mi madre, tenía celos irracionales hacia mi hermana y estos sentimientos nunca dejaron que tuviera una buena relación con ambas, haciéndonos desperdiciar tiempos preciosos que deberían estar llenos de recuerdos.

Escapando de Alysa       (+ 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora