capitulo 28 INSTINTO ANIMAL

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Evans

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Evans

La veo dormir como un bebe, su cara es angelical cuando duerme, para que mentir aun despierta su rostro es casi celestial, ese pelo rubio, esos ojos, esa boca, ese cuerpo y su núcleo siempre choreando por mi toque.

¡Debería estar matándola!

Siempre me gustaron las mujeres, hacerlas gritar de alegría, que lloren de placer, soy malditamente bueno en el sexo con cada maldita mujer que he estado.

Han lloriqueado para que me acueste con ellas, que pase la noche con ellas, para que las abrace aun cuando ya mi semilla esta sobre su vientre, recuerdo las voces de ellas pidiendo que no me moviera, que dejara mi pene en sus muslos por más que ya estemos saciados.

Y yo me caso con la mujer que después de correrse conmigo, me pide que salga a la maldita calle en medio de la madrugada a buscar una fruta que ni le gusta, según mi mama.

Aquí sentado a las 5 am frente a mi cama, mientras mi mujer agarra toda la cama, duerme atravesada en la cama, sin dejarme un lugar, ni para posar mi cabeza en la almohada, por lo que veo ni en sueños extraña mi tacto, escucho sus pequeños ronquidos.

Mi estómago se hace notar cuando el hambre hace su aparición, en el bar me pase tomando, no Jodi con nadie por temor a que la bruja de mi mujer lo supiera, no me atrevo ni a mirar dos veces a mi costado.

De todos los hombres idiotas, soy el número uno, a quien se le ocurre casarse con una mujer que su amiga es mitad gitana y su abuela una bruja que ve tu pasado, presente y futuro, sin contar los jugos que te prepara y obliga a tomarlos.

En mi mano derecha aún conservo la pulsera, me pidió que no me la quitara y por tonto no lo hago.

Ya quisiera ver a brujita sí tan solo sospechara que le soy infiel a mi mujer, no quiero ni pensar ser castrado dormido, o dando algún tipo de pócima en el agua y quien sabe cuántas cosas más.

Me imagino despertando con mi amigo cortado y a la Alysa y la abuelita mirándome desde los pies de la cama.

Sacudo mi cabeza intentando olvidar esta imagen.

Quiero ver cuando se levante mi pequeña taz y tenga que tomarse esas 5 cajas de jugo de pomelo.

Me pase toda la maldita noche conduciendo como un poseso, buscando el estúpido jugo de pomelo, en la quinta tienda encontré y traje todas las que tenía y cuando vuelvo la encuentro profundamente dormida, no espere que me esperara con una sonrisa en su rostro, o arrodillada para darme una mamada, pero por lo menos me esperara encontrarla despierta, no dormida como un Ángel.

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ALYSA

Me retuerzo en la cama, no veo a Evans a mi lado, me levanto buscándolo con la mirada y lo veo dormido en ese incomodo sillón que estaba frente a la tele y digo estaba por que ahora este frente a la cama.

Escapando de Alysa       (+ 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora