PRELIMINARES Y UN ADIÓS

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Agatha

Sabía que llegaría el momento, pero no puede evitar que mi corazón humano sufra al separarme de estas personitas que formaron parte en mi vida humana.

Llenándome de luz cuando en mi mente y cuerpo solo tenía oscuridad y dolor.

Me giro hacía mi fiel amigo y asiento.

Recorro el camino a mi querida cabaña, mi santuario en la tierra, me fijo en mi nieta mi bella Nayara, mi nieta del corazón como Zoé y Alysa estas tres niñas me devolvieron la vida, llevo en mi mente esas caritas que tanto quiero.

Es una pena que el tiempo siempre es corto y nadie se cuenta de ello.

Cruzo la puerta de mi cabaña, menos mal nadie se dio cuenta de mi retirada no tendría fuerza para decir adiós.

De una gaveta saco el zapatito de mi bella Nayara, me siento y observo fotos, momentos de felicidad de mis tres pequeñas inmortalizadas en el tiempo.

Que destruida se sentirá María mi hija, no le di la vida, pero hice lo mejor que pude como se lo prometí a su madre en su lecho de muerte antes de tomar su cuerpo por petición suya y alegría mía, aunque en ese momento no lo sabía.

Tantos recuerdos que duelen el alma, saber que no podre tocarlas, abrazarlas duele.

¿Qué haré al regresar, como empezare de nuevo sin Arsen?

Me pregunto una y mil veces, pasaron tantos años ya, que no sé cómo volver a ser yo misma, que felicidad para los humanos saber que cuando dejas este mundo Dios está esperando por ellos.

Dando un último vistazo a todo, a mi santuario, sacó las 5 cartas que escribí en estos días, para las personas importantes de mi vida humana.

Mi amigo toca mi hombro, con eso me dice que es el momento, una ráfaga de viento azota las ventanas, mi hermano ha venido a acompañarme, quien diría que el dejaría de lado los mandatos para llevarme a casa.

Qué raro suena "a casa "

Alzando las piedras al aire y digo las palabras, que separan mi alma inmortal de este cuerpo mortal que empecé a amar con sus dolores, con sus arrugas.

Llamo a la tierra, al sol, agua, viento.

Proclamo volver a mi estado de nacimiento.

Dejando de lado mi cuerpo terrenal.

Invoco a el poder infinito de Dios volver a mi estado natural.

Para honrar su nombre en las filas de los mensajeros de luz

y con un último suspiro, invoco a mi alma inmortal volver a mí.

Mi cuerpo se sacude cuando y veo a Orión ataja el cuerpo humano y mi espíritu inmortal se levanta alumbrado todo a su paso.

Mis alas se extienden, como queriendo correr después de estar tanto tiempo atrapadas.

Mi cuerpo esta encendido como un rayo de luz blanco, mi hermano me tapa con un manto que debió traer con él.

Mi cuerpo se siente diferente, una sensación extraña ya conocida.

Me agacho y veo mi cuerpo humano colocado sobre la cama, Orión como siempre un caballero.

-Necesito un momento.

-Ágata no hagas esto -dice Arael.

-Solo déjenme sola un minuto.

Agradezco a Orión que no dice una palabra y lo lleva hacia afuera.

-Gracias Agata, que simpático que ambas tuviéramos el mismo nombre, yo honre tu nombre y te juro que, aunque no pueda estar aquí protegeré a los tuyos, un juramento nunca se rompe en el cielo ni en la tierra, gracias por prestarme tu familia por enseñarme tanto y darme tanto, es el momento de decir Adiós amiga.

La puerta se abre y me giro para ver la cara espantada de Nayara, detrás de ella llega Alysa y Zoé las tres entran corriendo.

¿Presintieron mi muerte?

Como otras tantas veces lo hicieron cuando niñas, solo que ahora en sus caras veo dolor.

Como duele estar de este lado de la vida y no poder hacer nada en este tipo de situaciones.

-Abuela, abuelita no te vayas, no me dejes, ¿qué voy hacer sin ti?

Zoé las mira con lágrimas y se asusta al ver a Alysa paralizada como ida, congelada.

Sale corriendo y se escucha su grito que alerta a todos, por sobre la música de la casa vecina.

-Abuela, abuela, abuela.

Me acerco a ella, aunque no pueda verme, toco sus cabellos negros sin que Orión o mi hermano se percaten digo en sus oídos un antiguo hechizo dejándola parte de mis dones a mi querida Nayara.

Cuanto alzo mi mirada entra el muchacho que quiero como un hijo, Evans grande, gallardo desarmado al ver el motivo de tanto llanto.

Se queda quieto mirando descolocado, pero despierta de su trance al ver a su mujer congelada ida de nuevo.

-Alysa vuelve a mi amor, no te encierres princesa vuelve a mi – dice abrazándola y protegiéndola contra su pecho.

Al no recibir respuesta de ella, la toma en brazos y la saca del lugar.

Qué buena fue mi decisión al unirlos y no dejar que mi adorada niña se casara con Jared, el hombre que estaba en el futuro de ella, una de las tantas cosas que hice por las personas que amo.

Tomas abraza a Nayara, ella se aferra al cuerpo sin vida en la cama.

Y en este momento me doy cuenta que ya no puedo más, salgo llena de dolor.

Mi hermano y Orión me observan sin saber que decir.

En este momento no quiero escuchar nada, solo estar unos minutos en silencio.

-Debemos partir, estamos muy expuestos – dice Orión.

Muevo mi cabeza en un gesto afirmativo.

Mi hermano antes que pueda moverme me toma en brazo, me giro a su pecho y dejo salir este dolor que se hace cada vez más pesado.

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DISCULPEN POR LA TARDANZA , PERO ESTOY CON UN AJETREO A MORIR EN CASA 

QUERIDAS LECTORSITAS /OS ,EN ESTOS MOMENTOS DE CUARESMA , REFLEXIONEMOS NUESTRAS ACCIONES , Y NOS TOMEMOS UNOS MINUTOS PARA PEDIR POR AQUELLOS QUE NO TIENEN LA MISMA SUERTE  QUE NOSOTROS DE TENER A DIOS EN NUESTRAS VIDAS 

LAS QUIERO Y LES ENVIÓ UN BESO GIGANTE DESDE ESTE PEQUEÑO PARAÍSO LLAMADO PARAGUAY 

LAS QUIERO Y LES ENVIÓ UN BESO GIGANTE DESDE ESTE PEQUEÑO PARAÍSO LLAMADO PARAGUAY 

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Escapando de Alysa       (+ 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora