capitulo 26 EL PODER DEL EMBARAZO

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-El papelón, claro imagínate todo con vomito –mi cara es de asco de solo recordar

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-El papelón, claro imagínate todo con vomito –mi cara es de asco de solo recordar.

-Y después.

Zoé queda callada, mientras Nayara hace sus preguntas.

-Se sacó las botas, frente a todos, las arrojo a la basura y fue con medias hasta la camioneta.

-Tenías que ver su cara Nayara yo no sabía dónde meter la mía, todos queríamos reír de la situación, mientras Alysa lo miraba como si él hubiera sido el único culpable.

- ¿Acaso no fue así? – Pregunto a mis amigas malvadas.

-Continua –dice Nayara mientras se sienta en la alfombra.

-Tenías que ver cuando le dijo "ALYSA A CASA" y ella ni se movió, por dios pensé que iba matarla con la mirada, luego tienes que ver como con la cabeza elevada entra en la camioneta, apenas se fueron y morimos de risa.

-En la camioneta quise pedirle disculpas, pero el cómo siempre no me dejo terminar.

-Como exactamente le dijiste Aly, no es que quiera dudar, pero en la escala de pedir disculpas tu nunca pasas el 2.

Fulmino a Nayara con la mirada, y me levanto de la cama.

-Ustedes son extraterrestres, que se hacen pasar por mis amigas.

No pueden evitar estallar en carcajadas tras mi acusación.

-Devuélvanme a mis amigas – grito frustrada, señalándolas con mis dedos.

-No cambies de tema, quiero escuchar cómo le pediste disculpa.

Zoé siempre sabe cómo cortarme los rollos.

-Sencillo le dije "Evans" y él dijo "no quiero hablar "

- ¿Y luego? –pregunta Nayara haciendo un gesto de afirmación a Zoé como diciendo te lo dije.

-Y luego nada, no me dejo hablar, tuve la intención de pedírselo, pero no me dejo.

-Y –replica Zoé.

-Bueno sí que son pesadas, le dije que abriera las ventanas que tenía un olor apestoso.

Ambas me miran como queriendo matarme.

-En serio le dijiste eso –grita Nayara.

-Claro que se lo dije después de todo él tenía un olor horrible.

-Si yo fuera el................no se ni que te haría.

-Nayara no es para tanto, luego llegamos a casa y no me moví del asiento hasta que me abriera la puerta, lo cual hizo con una reverencia, estaba rojo de la rabia cuando me tapo la nariz al pasar cerca suyo.

-Tu eres imposible, dios mío que paciencia tiene el hombre, verdad Zoé –la misma asiente.

-Eso no es nada, cuando entramos él se queda hablando con su papa, nadie dijo nada, pero todos lo miraban raro por el olor.

Escapando de Alysa       (+ 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora