REENCARNACION

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Llegamos a Grecia y no puedo explicar cómo lo hice, solo sé que Ramuel me tomo de la mano, y ya estábamos en Atenas.

Tenemos que buscar el templo de Ares, no sé por qué no nos llevó directamente al lugar.

El cielo aquí esta azul, y las personas recorriendo las calles como si nada en el mundo estuviera pasando.

-Tenía que estar aquí – dice Ramuel frustrado.

Busco en mi bolsillo mi celular sigue muerto, me dirijo a uno de los turistas o personas que veo por la calle caminando, pido su celular y este me lo presta, pero al tocarlo queda sin señal.

Alysa

Unos minutos estaba en casa revisando el placar y al siguiente estoy siendo llevada de la cintura.

-La tenemos dice el secuestrador -.

Comienzo a patalear, a gritar a arañar, pero nada puedo hacer cuando el hombre me baja para darme un revés con su mano.

El golpe no fue tan fuerte, pero me sorprendió y eso hizo que girara y cayera golpeando mi cuerpo por el suelo.

Antes de cerrar mis ojos veo a Penélope sonriendo y afirmando mi identidad.

No pude hacer nada más, todo se volvió negro.

Me desmaye.

Vuelvo a la conciencia lentamente.

Observo mi entorno estoy en una habitación oscura, no entra mucha luz de afuera.

Me siento recta en la cama donde estoy.

El olor a humedad es fuerte y me atajo las ganas de vomitar.

Agudizo mi oído y escucho gemidos, llantos de mujeres.

Trato de no despernarme esto no hará bien al bebe.

Escucho gritos, Cállate grita un hombre y los llantos empeoran.

La puerta se abre y un hombre tatuado ingresa.

Lleva ropa de cuero y cabello largo recogido en una cola, seria lindo si no tuviera ese corte en la mejilla.

-Ya despertaste – dice acercándose a mí.

Me pego a la cabecera de la cama y encojo mis piernas

- ¿Qué quieres? – pregunto.

-Yo nada, solo vamos a hacer un intercambio, eres una moneda de cambio – dice mostrándome la falta de sus dientes.

Se acerca a mí con mirada lasciva.

- Puedo divertirme un ratito antes que te vengan a buscar. - afirma.

Se acerca y me impulso para golpearlo con mi cuerpo, no iba dejar que me violara iba a pelear.

Me tiro por él y caemos al piso, me levanto de un salto, pero el me estira de mis cabellos golpeando mi cabeza por el suelo.

Lo pateo en la entre la pierna, pero solo consigo llegar a su cuarto.

-Maldita perra – me grita mientras me intenta sacar los pantalones de yoga.

Le araño y saco piel de su cara, el me grita y me da un revés.

El sabor a cobre inunda mi boca, él sonríe mientras esta entre mis piernas.

Veo algo brilloso a mi alcance, es mi piedra, intento alcanzarla mientras el coloca todo su peso sobre mi estomago lastimando a mi bebe.

Me estiro un poco más, mientras él se coloca para penetrarme, tomo la piedra en mi mano y busco la parte irregular, puedo jurar que no suele ser tan filosa como lo está siendo ahora.

Escapando de Alysa       (+ 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora