LAS PALABRAS CONDENAN

12 2 0
                                    


EVANS

No teníamos pistas de Penelope, y teníamos que llegar a ella porque sabíamos que si no nos deshacíamos de ella las cosas nunca terminarían.

-Evans – dice mi hermano.

-No se que decirte, te imaginas si esto sale mal tengo más que perder – contesto molesto por sentirme acorralado

-Pero es la única forma, esa mujer esta obsesionada contigo, capaz si le hacemos creer de alguna manera que estas arrepentido de estar con tu mujer o que reniegas del matrimonio ella aparezca ante ti –

Es lo mejor que teníamos ya que de otra manera no la estábamos encontrando

-Alysa va matarme – contesto

-No se lo diremos hasta que tengamos a Penelope atrapada, lo máximo que sucederá es que dormirás en el sofá unas semanas, pero para ser solidario hoy mismo llevo a tu habitación un sofá más grande y cómodo – dice sonriendo mi hermano y tirándome un trozo de manzana.

-Estúpido – digo a mi hermano.

-Iras al bar, toda esta semana y estarás hasta tarde, ella aparecerá y mas vale que le hagas creer que tu matrimonio es una farsa-

ALYSA

Me levando de la cama, y ese sentimiento de perdida continuaba en mi pecho, anoche volví a levantarme y no encontré a Evans.

Son tres noches de seguida que esta viniendo a dormir muy tarde y se levanta muy temprano, no lo llamo por que espero que él lo haga.

Sabía que todo lo que había pasado lo dejaba paranoico, él no saber dónde estaba Penelope y todas esas cosas estaban dejándolo preocupado, y no voy a mentirme y decir que no estaba preocupada más por mi bebé que por mí.

Mis padres tenían que volver a desaparecer y los iba a extrañar mucho.

No sabría cuando los volvería a verlos.

Me enojada mucho tener que estar escondidos cuando los villanos estaban esparcidos.

Me bajo a desayunar y no veo a nadie, lo que me hace sentir más tranquila no estoy con ánimos de hablar con nadie.

Nana me sirve un jugo y tostadas me lo como todo bajo su atenta mirada.

Cuando me levanto de la mesa mi celular suena y veo el mensaje esperando sea de mi marido. Pero es de Kent diciéndome que tiene algo importante que hablar conmigo.

Me despido de nana y vuelvo a la habitación me encierro en el baño mientras lo llamo.

-Barbie - suena preocupado.

-Kent, me alegro escucharte - realmente lo quería como un amigo.

-Escúchame bien - dice relatándome algo que me deja totalmente descolócala da.

-Voy a pensarlo y hablar con mi marido – le contesto.

-El tiempo se acaba Alysa – dice mientras corta la llamada.

Me visto con ropa más holgada y cargo en mi cartera mi pasaporte e identificación, al salir un guardia me lleva a las oficinas de marido, le pido que me esperes mientras vuelvo.

Evans tenía que saber lo que me había enterado.

Al subir a su oficina me quedo congelada viendo a Penelope.

Abrazando a mi marido y el con sus manos en las caderas.

-Lo dices enserio – murmura ella.

-Tienes que creerme ella no es nada para mí, es una cargar con la que tengo que cargar – contesta el perro asqueroso y sarnoso.

Me escondo para que no me vean y pueda escuchar mejor.

-y tu hijo –

-Es una carga, ni se si es realmente mi hijo, capaz soy el único estúpido que tiene para cargar con hijo de otro -

Cada palabra que salía me estaba matando por dentro.

Esto no podía ser real, me repito tocando mi vientre.

Me siento traicionada.

-Demuéstrame que realmente quieres desacerté de ella –

Escucho los sonidos inconfundibles de besos.

-Yo solo quería cobrar a Jared, sacarle lo que él quería, ahora que logre el Objetivo solo me toca desasearme de ella — dice entre cortada mente.

-Pero parecías muy enamorado — dice ella riéndose.

-Soy un hombre si las cosas me las ofreces voy a tomarlas.

Es todo lo que pienso escuchar, salgo del lugar y subo en la camioneta no sin antes ver la cara de sorprendido de mi cuñado diciendo carajo.

Al alejarme un poco más veo patrullas yendo hacías las oficinas, pero ya nada me importaba, el dolor era indescriptible.

EVANS

Me da rabia el solo tocarla, pero teníamos que desenmascararla.

-No te preocupes ya lo tenemos solucionado — me quedo congelado sabiendo que estoy por escuchar algo que no me gustaría.

-En serio, quiero participar — contesto matándome por dentro.

-Tu no tiene que hacer nada, ya está todo hecho solo espera unos minutos y estará solucionado — que demonios.

Esta mujer está loca.

-No creo prudente que te ensucies las manos por mí, capaz podamos buscar a estos grupos que están detrás de ella y se la ofrecemos — digo tanteando el terreno.

-NO hay ningún grupo que la quiera, querían a su papá, pero al estar muerto el problema está resuelto, soy yo la que siempre estuve planeando todas sus desgracias, porque sabía que ella era una piedra en tu zapato — declara mientras besa mi cuello - pero ahora ya seremos libres y nos casaremos y viviéremos felices —

Con toda la fuerza que me queda le agarro los brazos detrás de la espalda.

-Evans — grita entendiendo que esto fue una emboscada.

Antes que conteste la policía entra en mi Oficina, con la furia de mi hermano.

-Te presento a los policías que se encargarán que te pudras en la cárcel Penélope — grito, añejándola de mí.

Ella comienza a reír como una loca.

Esta mujer está desquiciada.

-Sabes Evans ya es demás tarde, hace unos minutos obtuve mi venganza.

Y con esas palabras sin que podamos atajar ellas comienza a convulsionar sacando espuma de la boca.

-Se auto eliminó — dice mi hermano mientras le toca el pulso.

Busco mi celular para llamar a mi Mujer ya todo ha terminado.

El teléfono está fuera del área de servicio.

Mi hermano me observa.

-Alysa salió unos minutos antes que entráramos — algo en mi mirada le da idea de cómo me siento en mi interior.

Asesino.

-Por qué no la seguiste — le grito.

-No podía dejar que nada saliera mal, después de todo acabamos de destruir a la única persona que ponía en peligro a tu mujer y tu hijo — me contesta con reproche.

Escapando de Alysa       (+ 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora