capitulo 21 LA MISIÓN DE ÁGATA

363 53 51
                                    

Bajo las escaleras y veo a la abuela, en la entrada de mi casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bajo las escaleras y veo a la abuela, en la entrada de mi casa.

Esa brujita que le debo mi vida y la vida de Alysa.

-Hola Evans –dice sonriéndome, sus ojos brillan como si en realidad se alegrara verme.

- ¿Como esta abuela?

-Bien y tú, hijo –toca mis mejillas.

-Veo que el matrimonio te tiene bien.

-Y si, llamamos vacaciones y aventura al aire libre, entonces sí.

- Como está la niña – pregunta esta brujita, ya hasta miedo tengo de que vendrá a informarnos.

- ¿Hablamos de mi mujer? – pregunto sonriendo.

-Sí, muchacho de ella.

-Está descansando, la llamo –me alejo de ella hasta que me toma del brazo.

-Déjala descansar, es contigo que quiero hablar.

Y mis temores se vuelven realidad.

-Pase –digo a modo de cortesía, ella ya está instalada en el despacho.

Cierro la puerta, cada que ella está cerca, en mi mente solo suena la música " the x files theme song" haciéndome recordar de los "archivos X" casos sin resolver.

-Hijo siéntate –dice señalando el sofá a lado de ella.

- ¿A qué debo tu agradable visita? –sonrió de la forma más picara posible.

-No me engañas con esa carita –aprieta mis mejillas.

Sonrío esperando que eche la bomba como siempre lo hace.

-Verdad que hice una buena unión con ustedes dos.

Rio a todo pulmón, no solo es una brujita, además de todo modesta, decido hincarla un poco.

- ¡Claro que sí! ella se lleva la mejor parte, un hombre como yo, no se encuentra a la vuelta de la esquina.

Me asesina con la mirada y decido reír, para que entienda que todo es una broma.

-Ella sufrió mucho, sabes cuándo parta me iré tranquila en relación a ustedes.

Tomo su mano y la llevo a mis labios, dando un beso en su muñeca.

-Eres un ángel hijo mío –haciéndole ojitos me recuesto en el sillón.

-Alysa diría un demonio – contesto.

Me observa detenidamente, me intimida con su mirada.

-Serás un gran padre, un gran marido, cuando encuentres tu equilibrio, pásame tu mano izquierda.

Le paso mi brazo con un poquito de temor con ella nunca se sabe.

Y no quería pensar en hijos, hace poco perdí uno sin conocerlo.

Escapando de Alysa       (+ 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora