Un sueño roto

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Narrador omnisciente

Era sábado, Fiorella tenía que presentase el lunes en la central.

Se dirigió a la cocina donde ya estaban Samuel y Sara, que al verla guardaron silencio.

Era un poco tarde.

-Pensé que nunca ibas a despertar- habló Samuel.

-Samuel- lo reprendió su esposa.

-Era broma- se defendió.

-Estaba un poco cansada.

Samuel estaba haciendo un gran esfuerzo para tratar bien a su hermana. El mismo día que discutió con Fiorella, habló con Sara.

-Basta, Samuel, estás exagerando las cosas- dijo Sara mientras veía a su esposo dar vueltas por toda la habitación.

-¿No lo vez? Solo está arruinado todo, va a dejar todo botado.

-¿Por qué no confías en ella?

-Porque la conozco, se que va a regresar con ese imbécil, siempre lo ha hecho.

-Samuel, no podemos juzgar a tu hermana, no conocemos nada de su pasado, y por lo que me has contado, tu familia nunca hizo el intento para integrarla y hacerla sentir cómoda.

-Eso no tiene que ver...- fue interrumpido.

-Tiene que ver mucho, Samuel. Tengo la hipótesis que parte del problema viene de su pasado. Normalizar violencia, ¿no lo has notado?

Sara era muy buena Socióloga, y sin tener mucha intención de involucrarse con su cuñada, había despertado una duda en ella.

Fiorella siempre regresaba con Caleb a pesar de su trato hacia ella, y sus innumerables infidelidades. Claro estaba que Fiorela había crecido en un hogar en donde estaba tan normalizado la violencia.

—¿Por qué no intentas hablar de ello con Fiorella?— propuso Sara al ver que Samuel se quedó en silencio pensando.

—¿Quieres que me cuente su vida?—pregunto Samuel, acto seguido Sara rodó los ojos.

—Me refiero a que, tienes que ganarte su confianza, y de alguna manera saber qué es lo que le está afectado, y hacer algo para ayudarla.

Samuel se sorprendió al escuchar a su esposa, pues tenía la teoría de que, Sara no tenía intención de entablar una relación con Fiorella, lo había notado en varias ocasiones donde Fiorella, la invitada a salir y ella siempre la rechazaba con alguna excusa.

—¿Desde cuándo te preocupas por ella?— preguntó Samuel con curiosidad.

—Samuel, es serio, ¿no te das cuenta? Fiorella está en una situación sería.

—No veo nada diferente en ella—respondio distante

—¿No te parece raro su viaje tan repentino?

—Solo quiere molestar— respondió sin importancia.

—Eres un imbécil, ¿en serio no te preocupa?. Decidió venir a Michigan cuando puedo estar en Londres, o en cualquier central del mundo. Tu padre pudo haber ayudado, pero prefirió venir aquí, contigo…— se acercó a su esposo quedando justo enfrente.— Es como si estuviera huyendo de algo… o de alguien.

Samuel se dió cuenta que, Sara podría tener razón, posiblemente Fiorella huía de algo, por eso se había aferrado a entrar a la central de Michigan. Decidió pedirle ayuda a Samuel aún sabiendo que, él se negaría.

—En la noche iremos a tomar algo, ¿quieres venir?— preguntó Samuel haciendo que Fiorella se siorendiera.

—¿En serio?— miro a Sara, quien tenía una pequeña
sonrisa.

—Por supuesto.

—Esta bien, voy con ustedes.

Sonrió.

Aunque estaba sorprendida, está feliz y emocionada, era la primera vez que Samuel la invitaba a uno de sus planes.