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Narrador omnisciente

Los días para Fiorella se habían vuelto una tortura, le recortaba a su vida de antes donde la culpaban de algo que jamas hizo, la hicieron responsable de algo que no era.

Los últimos días almorzaba sola, hasta ese día, que un nuevo soldado se sentó en la misma mesa, lo cual le sorprendió a Fiorella. Se sentaba con ella sin importarle lo que dijera el resto de personas.

Lamentaba el distanciamiento con su hermano, nunca habían sido unidos, pero daría lo que fuera para que Samuel fue el mismo de hace unos semanas. La ultima vez que hablaron él le grito que nunca sera su hermana, y que deseaba no verla nunca más. Palabras que afectaron totalmente a Fiorella.

A veces las personas dicen cosas sin pensar en las consecuencias que pudieran tener.

Fiorella se daba una ultima mirada en el espejo, Esteban la había invitado a salir, ella acepto, después de todo no ganaría nada si se quedaba deprimiéndose sola en su habitación.

Esteban no duro mucho, y en cuestión de 45 minutos habían llegado al lugar, el antro donde su hermano y amigos acostumbraban a ir, solo deseaba que no estuvieran.

Mala idea, estaban todos ahí, ademas que había una chica que nunca había visto.

Después de unos minutos de haber llegado, Fiorella se estaba planteando que no había sido buena idea venir, estaba aburrida. Ademas que no le agradaba el hecho de ver bailar a Dominick con aquella chica.

Esteban estaba bailando con una chica, pero no le molestaba en lo absoluto.

-Vaya, veo que no pierdes el tiempo- escucho una voz detrás de ella al salir del baño, era Dominick.

-¿Quien es ella?-pregunto Fiorella, tenia curiosidad.

-¿Ahora tengo que darte explicaciones?

-Creo que merezco una, me mentiste, merezco saber quien es.

-¿Te mentí? ¿En que lo hice?- se acerco a ella cruzando los brazos.

-Me hiciste creer que había algo entre nosotros, cuando en realidad no te interesaba en lo mínimo.

-No te mentí, pero si, asumo el error de pensar que eras lo suficientemente inteligente para captar las cosas.

Fiorella se sentía tan humillada, jamas espero que Dominick fuera así. Y fue cuando deseo tanto haberle hecho caso a Samuel y mantenerse alejada de él. Pero como podría saber las intenciones de él.

-Es mi novia, y en unas semanas nos vamos a casar- confeso Dominick al ver el silencio de Fiorella. Se fue sin importarle lo que ella sintiera.

Fiorella se sorprendió.

¿Todo este tiempo había tenido novia? Es lo único que podía pensar Fiorella. Y el clásico ¿por que ella si y yo no?

...

Fiorella regreso al comando, no tenia los ánimos para seguir ahí, Esteban no tuvo problema.

Estaba por amanecer y ella no pudo conciliar el sueño, estaba sentada en el suelo frente al espejo cubierta únicamente con una sabana. Veía su pequeño rostro rojo debido al llanto que ocasiono aquel hombre.

Minutos después de que Fiorella llegara, alguien golpeo su puerta, era él.

Él solo fue con una intención, y después de conseguirlo se fue, sin decir nada más, tomo sus pertenencias y se marcho dejando a Fiorella con el corazón roto.

Ella era consiente que no lograría nada llorando por él. Pero era imposible no sentirse mal, no sentirse tan tonta para darse cuenta.

Pero, ¿cómo podría saber que él solo buscaba una compañía mientras su prometida regresaba?

Un sueño rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora