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Fiorella

Lunes, el día que tenía que reincorporarme llegó. Deseaba tanto que domingo no acabará.
Creo que nunca había sentido tantos nervios. Sólo espero que todo salga bien, no quiero arruinar las cosas.

Tenía puesto ya el uniforme, se supone que tenía que sentir nervios por mi regreso,  pero sinceramente era lo último que me importaba en este momento. Sentía nervios por ver a Dominick.

Dios, ¿por qué acepte la invitación de Samuel?

Unos toques en la puerta hicieron que regresará a la realidad, mi realidad.  Se abrió la puerta, era Samuel.

-¿Estas lista?¿Quieres que te lleve?- pregunto entrando a la habitación.

-Estoy lista- murmure.

-¿Todo bien?- se acercó a mi, asenti.

Sabía que no estaba bien, nada estaba bien que por unos segundos pensé en no ir, dejar todo y volver a Londres. Pero entonces, nada habría valido la pena.

-¿Estas nerviosa?- estaba enfrente de mi.

-Un poco- él soltó una risita, y lo que pasó después me sorprendió completamente.

Aunque era una sensación casi nueva, me gustaba, la calidez de su abrazo me da confíaza. Justo la que necesitaba en estos momentos.

-Es entendible que estés nerviosa, o que tengas miedo, pero todo va a estar bien, siempre confía en ti- me dio una sonrisa cálida.

¿Quién es esta persona y que le hizo a Samuel?


No todos los días reciba palabras alentadoras por parte de Samuel, y aún que me había sorprendido, me gustó la sensación, y lo valoraba muchísimo.

-Entonces, ¿te llevo?- pregunto, solté un largo suspiro, y después asentí.

Tomélas cosas y salí tras Samuel.

....

EL camino no lo era largo, así que no tardamos mucho el llegar. Los nervios eran menos, pero seguían ahí.

-Tienes que ir con el Director, él te asignará tu área...-Samuel me iba explicando algunas cosas mientras caminábamos. Mis nervios aumentaron, pero de emoción. 

Es de esos momentos donde sabes que habrá un gran cambio en tu vida, estaba emocionada. Y aún que es triste, en verdad pensé que no podría hacerlo. Pero aquí estoy.

- Te buscaré a la hora del almuerzo, ¿está bien?- me pregunto cuando estábamos enfrente de la oficina del Director de la ACI.

Asentí. Me dio un beso en la frente y se fue.

Vi a una chica en un escritorio, supuse que era la secretaria. Me acerqué a ella.

-Hola, soy Fiorella Jones- me sonrió, me anunció y después me dijo que podía pasar.

Me dirigí a la puerta, y antes de abrir la puerta, suspire.

Entré.

Había un hombre mayor, pero a decir verdad bastante guapo. Tenía pinta de ser buena persona, y por mi bienestar, deseaba que si fuera.

Se puso de pie.

-Fiorella, un placer conocerte, toma asiento.- me acerqué y antes de sentarme, respondí su saludo.

-Gracias-


....


Mientras me daba un recorrido por todo el lugar, el Director me dio una breve explicación de cómo funcionan las cosas, y aunque algunas cosas ya las sabía, puse todo la atención del mundo para recordar.

Creo no me costará mucho ubicarme, sabía donde estaba el comedor, la sala de entrenamiento, al igual que el patio se entrenamientos -mi peor pesadilla- la sala de tiro, y muchos más espacios.

-¿Alguna área que tengas en mente?- me pregunto.

Me aclaré la garganta.

-Tenía en mente tecnología- no improvise, desde que me aliste, quise esa opción.


-Puedo saber ¿porqué? La mayoría de los soldados disfrutan descargan si ira con los criminales.


- No me gusta el contactó físico, lo tolero, pero entre menos tenga que hacerlo mejor para mi.


-Entendo. 

Llegamos a una puerta, tenía un pequeño letrero que decía "Sala de tecnología, EDC"

-Tu área principal será tecnología, pero debes tener presente  que un soldado estaba capacitado para cubrir cualquiera área en que se le sea necesitado, ¿de acuerdo?


- Si señor-


-Perfecto, felicidades Sargento Jones


SargentoJones.

Se escucha perfecto.

Estoy aquí, lo hice.








Un sueño rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora