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Fiorella.

La habitación se sumergió en un silencio, ninguno dijo nada.
Mi cabeza estaba debajo de su brazo, trazaba pequeños círculos en mi espalda mientras que yo lo hacía en su pecho.

El ambiente no era incómodo, después de hacerlo nos quedamos en la cama sin decir nada, solo brindándonos caricias.

Pasaron algunos minutos cuando él decidió hablar.

-¿Por qué no tienes buena relación con Samuel?- fue una pregunta inesperada.

-Creo que nunca le he agradado, no lo se realmente- deje mi mano en su abdomen.

No respuesta, minutos después volvió a preguntar algo.

-¿Cómo era tu familia?- frucí el ceño.

-No era muy unida a los Jones, le tengo cierto aprecio por lo que hicieron por mi, pero es todo.

-Me refería a tu verdadera familia, dijiste que eres Italiana, ¿cómo era ella?- me tense.

Mi familia no era mi tema de conversación favorito. No me gustaba hablar de ella.

-¿Te incómodo mi pregunta? -dijo Dominick al ver que, después de unos largos segundos no respondí.

-No, sólo no me gusta hablar de eso-

-Lo entiendo.

Nadie más hablo. Y sin darme cuenta me quedé dormida.

...

Desperté por unos movimientos, era Dominick, aún seguía aquí, lo cual hizo que mi corazón explotará de amor.

Alce mi cabeza para verlo, al parecer también se había quedado dormido, me brindó una cálida sonrisa, la cual llena de amor de la devolví.

-Se ha hecho de noche, tengo que irme.

-Claro- me moví un poco para que pudiera ponerse de pie.

Yo sólo lo mire.

Después de hacerlo volteó a verme, tenía una gran sonrisa.
Se acercó a mí y me besó lentamente.

-¿Te parece ir a cenar mañana?- ¿eso era una cita? maybe.

-Si, claro- sonreí.
Me dijo que me mandaría un mensaje cuando pasará por mi.

Me dió un último beso y después se marchó.

...

Al día siguiente me levanté tarde, muy tarde. Estaba muy cansada, me levanté sin muchos ánimos y me dí un largo baño.

Mi tarde se resume en ordenar mi habitación, juraba que no tenía muchas cosas. Error.

Al terminar eran casi las siete de la noche, me bañé de nuevo y me dispuse a arreglarme.
Mentiría si dijera que no me emociona la salida con Dominick. Estaba convencida de que me atraía, y en mi situación no sé si es bueno o malo. No sabría si podría lidiar con todo, no quería que pasara lo mismo de Caleb.

Me dí una última mirada en el espejo, estaba bien, me gustaba.
Sólo esperaba el mensaje, el cual nunca llegó.
Dieron las nueve, las diez, las once, faltaban unos minutos para que fuera media noche y el mensaje de Dominick nunca llegó.

Estaba sentada en la cama con la mirada perdida, tenía emociones encontradas, tanto esmero en mi apariencia y él nunca llegó.

Quizá tuvo un inconveniente.

Es lo que mi mente me repetía.

O quizá no le interesa salir contigo.

Me quite todo y lave mi cara. Me negaba a llorar por él, me negaba a estar mal por un hombre.




Un sueño rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora