Un sueño roto

22

Fiorella

El dispositivo que Antonio y yo habíamos hecho estaba terminando, solo faltaba hacer la última prueba, y verificar que funcionaba a la perfección.

-¿Estás lista? - me pregunto mientras me colocaba el dispositivo.

-Lo estoy... ¿y si no funciona? - pregunté.

-Funcionara, hicimos un buen equipo- me guiño el ojo.

Nuestra relación había mejorado muchísimo, prácticamente era como mi amigo, pasábamos la mayoría del tiempo juntos.

Él me contaba cosas de su familia, y lo maravillosa que era su esposa e hija. Y lo confirme, Emma era una gran persona, me ayudó sin conocerme mucho. Su hija era tan preciosa.

Y yo aproveche para contarle algunas cosas de mi pasado, cómo era la relación con Caleb y más cosas. Lo mejor fue que no me juzgo, me escucho y me brindó su apoyo.

-Bien, la hora de la verdad- habló Antonio, lo mire.
Activo el dispositivo, y sorpresa funcionaba.

Miraba como en la pantalla estaba mi ritmo cardíaco, mi temperatura corporal, y la ubicación, esto era genial.

-¡Funciona! -estaba tan emocionada. Lo abrace, y él después de unos segundos me devolvió el abrazo.

Estaba orgullosa de mi, y de Antonio, claro.

-Claro que funciona- respondió Antonio aún en el abrazo.

Estaba tan feliz que no escuché cuando se abrió la puerta, era Emma, no tenía buena cara.

Me separé de su esposo lentamente.

-No quería interrumpir- estaba muy seria.

-No interrumpes, estábamos probando el nuevo dispositivo, funciona- dijo Antonio acercándose a su esposa.

Dió un corto beso es sus labios.

Emma no cambiaba su expresión, había malinterpretado la situación. Se acercó a la computadora y tome la oportunidad de escapar.

Quizás Antonio le expliqué las cosas.

Me dirigí al comedor, tenía un poco de hambre. Estuve ahí por mucho tiempo, mire como Sara entraba al comedor junto con Emma y Luisa, ninguna de ellas me dió buena cara, parecían molestas.

No presté atención y regresé a trabajar.

....

Era viernes, Samuel me invitó a su casa, según él, quería hablar conmigo.

Cenabamos en silencio, nadie decía nada.

-¿Tienes algo con Antonio? - pregunto Samuel de repente.

-¿Qué?-

Suspiró, parecía molesto.

-¿Qué ha pasado entre ustedes?- mire a Sara, al parecer ambos estaban molestos.

-No ha pasado nada. No entiendo de qué hablas Samuel.

-¡No te creo, dime la verdad!- grito haciendo que me sobresaltara.

-Es la verdad- dije con la voz entre cortada.

Dió un golpe a la mesa y se levantó molesto. No entendía qué estaba pasando.

-Emma dijo que los vio muy cerca, casi besándose- así que era eso

-No, las cosas no fueron así, Emma ha malinterpretado todo.

-Entonces, ¿cómo fueron las cosas?-me miraba fijamente. Estaba seria.

-Antonio y yo probamos el dispositivo nuevo, funcionó, me emocioné mucho y lo abrace, es todo- no quería ponerme sentimental.

-Emma dice, que han pasado mucho tiempo juntos-

-Por el trabajo-

-Y esas demostraciones de afecto ¿también son de trabajo?-

-¿A dónde quieres llegar, Sara?

No respondió, se levantó de su asiento y se acercó a mí. Me toco del brazo y me llevo al espejo de la sala.

-¿Quién te hizo?- dijo bajando un poco la blusa quedando a la vista las marcas de mi cuello, las mismas que Dominick había hecho con su boca hace unos días.