1.3K 116 29
                                    

Abrieron la puerta casi al mismo tiempo. Uno iba a entrar y el otro ya iba a salir, pero sus miradas conectaron al instante, causando un sonrojo en ambos chicos.

[Una semana antes]

Kwan estába muy emocionado por el concurso de canto. Él de verdad amaba cantar y le gustaría mucho ser un cantante famoso, algún día.

—¿Estás listo para tu último ensayo?— preguntó el Señor Kang, el profesor de música— Cantas muy bien, Kwanie, pero no está de más una última práctica. Mañana es el concurso y quiero que lo ganes... Mereces ganarlo— acarició el cabello del menor, a quien veía como su hijo.

El Señor Kang se había mudado a la isla Jeju, luego de que su hijo se suicidó. Su esposa había muerto en el parto y no le quedaba nadie más. Es ahí cuando se le ofreció un trabajo en la escuela local y cuando miró a Kwan, no pudo evitar llorar. Era el retrato de su hijo, cuando estába pequeño.

El hombre escuchó a Kwan cantar y lo conmovió tanto, que se ofreció a ayudarlo para ingresar a un concurso donde buscaban una próxima estrella en ascenso.

Para no hacer la historia muy larga, llegó el día del concurso. Pero lamentablemente Seungkwan no quedó ni siquiera en tercer lugar, para las eliminatorias.

El chico se encontraba bastante triste, lloró un poco incluso, pero más por decepcionar a su profesor porque puso mucha fé y esfuerzo en él.

—Ya Kwanie, no llores— decía el Señor abrazando al niño— Yo te grabé porque tus papás querían verte, pero lo subí a Internet, para que más personas puedan apreciarte. Cantaste muy bonito, incluso mejor que los que ganaron... No te desanimes, yo creo en tí.

Y gracias señor Kang, por creer en el niño y publicarlo en la Web. Sólo pasaron un par de días, cuando el Señor Kang corrió a sacar a Kwan de su salón, para abrazarlo y felicitarlo.

—¡Te contactó una agencia de Idols, pequeño!— decía emocionado enseñandole el mensaje de reclutamiento, a Seungkwan— Te quieren la próxima semana en Seúl, para que te conozcan mejor y puedas ingresar como trainee.

Kwan no se lo podía creer... Su sueño estába empezando.

Hansol Vernon Chwe

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hansol Vernon Chwe. El pequeño chico que iba con sus auriculares y su mp3, escuchando música en el metro.

Sintió a aquella extraña mujer siguiéndolo y la miró fijamente. Al verse descubierta, la mujer se acercó al chico que se encontraba con unas banditas adhesivas en sus mejillas y un ojo morado, pero aún así lograba verse bonito.

—Hi, you are Hansol Vernon Chwe?— preguntó la mujer, con un inglés muy escaso.

—Puedo hablar coreano, de hecho, soy coreano— dijo el chico con una mirada de obviedad y molestia. No había sido un buen día y ahora debía soportar eso.

—¿Te gustaría hablar? Soy representante de Pledis Entertainment— le extendió la tarjeta— Antes salías en programas infantiles y mi jefe me pidió buscarte. Al fin pude dar contigo y te seguí, perdón si me vi algo entrometida o te asusté.

Hansol sólo la miró mal y rompió la tarjeta.

—Ya me va lo suficientemente mal, como para ahora querer que me golpeen por "ser bailarina— gritó con molestia, causando que las personas al rededor, lo vieran fijamente— ¿Ve a lo que me refiero? Soy diferente, soy tan diferente que la gente me tiene miedo... Mi mamá es hermosa, mi hermanita es hermosa y yo debería serlo, pero aquí no lo soy y...— el chico de doce años empezó a llorar. La agente no sabía qué hacer pero se lo llevó de la estación.

Acabaron en un supermercado, comiendo ramen y dándole un té de manzanilla, al menor. Ya se había calmado, pero todavía se veía triste.

—Señora... Si usted de verdad me quiere convertir en Idol, hágalo— dijo con firmeza— Pero que no sea una promesa vacía, de verdad conviertame en alguien que haga sentir orgulloso a mi mamá... Que no me vuelva a ver llegar así— señaló los golpes en su rostro.

La mujer entendió y le juró a Hansol, que debutaría. Cualquiera que sea el precio, el chico lo iba a conseguir... Algo le inspiraba esa confianza.

Las orejas de Hansol se pusieron muy rojas, al ver a ese chico frente a él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las orejas de Hansol se pusieron muy rojas, al ver a ese chico frente a él. Había estado rodeado de chicos cien por ciento coreanos, pero él se veía tan distinto... Tan bonito.

Seungkwan, por otra parte, tenía rojitos sus cachetes. Los extranjeros sí eran hermosos, pero era la primera vez que miraba uno en vivo. Siempre veía series americanas, pero el chico que tenía en frente, era de otro mundo.

—Yo... Con permiso...— dijo Hansol pasando a un lado de Kwan, por la puerta.

—Claro...— se quedó perdido en esos ojos bonitos, que tuvo tan cerca, por unos segundos.

No esperaban volver a verse después de ese incidente, pero vaya sorpresa cuando les llegó el mismo mensaje.

"Has sido aceptado para participar en "Seventeen proyect" donde buscamos crear al mejor y más completo grupo de la industria"

Y el resto de la historia ya la conocen. Debutaron, se hicieron el mejor grupo que existe y siguen siendo cada vez más exitosos, pero ¿Conocen la historia tras el Verkwan? Vamos a centrarnos en estos chicos, por ahora...

Disfruten la lectura ♡

Disfruten la lectura ♡

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
7PM- Verkwan / PederkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora