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Kwan se encontraba durmiendo con Peder. El noruego estaría hasta el fin de semana con él, antes de volver. Esto no le gustaba para nada a Kwan.. ¿Por qué no pedirle a Peder que viva en Corea? Odia las relaciones a distancia.

Peder se movió, juntando más su pelvis a la parte trasera de Seungkwan, pues estában durmiendo en cucharita.

—Daddy~...— se le soltó a Seungkwan, por lo que estába soñando. Esto hizo que Peder despertara rápidamente y Kwan también.

Se miraron fijamente y un muy avergonzado Seungkwan, corrió a meterse al baño.

—Kwanie... Boo— tocaba Peder la puerta, pero el menor no salía— ¿Qué fué eso?— se rió un poco.

—¡Que vergüenza!— gritó Kwan desde adentro del baño— Estoy muy avergonzado, no quiero salir— esa vez su voz se quebró y empezó a llorar, por la vergüenza que sentía después de haber soltado eso.

Peder entendió que no era algo para burlarse, su novio de verdad se sentía mal por eso. Así que más tranquilamente, tocó a la puerta otra vez.

—Kwanie... Bonito ¿Puedes salir?— pidió.

Seungkwan salió del baño, sin poder dejar de llorar y disculparse, pero Peder sólo lo observó y besó su frente.

—No debes avergonzarte por eso... Ese tipo de sueños suelen ser comunes cuando sientes deseo por alguien— habló mientras acariciaba su cabeza— Ten confianza conmigo... Yo también te deseo demasiado— le besó la mejilla— Volvamos a la cama, no son ni las cinco.

Kwan asintió y lo abrazó, Peder correspondió felizmente al abrazo, antes de volver a acostarse con su novio.

Una vez que Kwan pudo volver a dormir, Peder lo observó. Realmente quería hacerlo con Seungkwan... Pero sentía que Boo merecía algo especial... Merecían un momento especial.

Samuel estába sentado en una cafetería, con Hansol

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Samuel estába sentado en una cafetería, con Hansol. Realmente llevaban mucho tiempo sin verse y habían perdido contacto, una vez que el grupo empezó a estar muy ocupado. Pero aprovecharon aquél día en el que Sam cayó, para hablar un momento e intercambiar números.

—¿Cómo te ha ido, Sam?— preguntó Hansol, al menor— ¿Ya no necesitas que Jun y yo te bañemos?— lo molestó.

—Hyung... Basta— dijo avergonzado— Sólo fueron dos... Tres... Bueno, varias veces. Pero yo tenía nueve años. Ahora tengo veintiún años.

¿En qué momento Samel había crecido tanto? Hansol no podía dejar de observar que el pequeño chico que dormía con él, ahora era un joven adulto igual que él.

—Olvidaba que te llevo cuatro años de diferencia— comentó el mayor— Para mí eras un bebé de nueve años y yo tenía trece— se rió.

—Usted era mi crush, Hyung— comentó Samuel riendo pero haciendo que Hansol se sonrojara— Cuando Kwan dijo que ustedes salían, fué mi primera decepción amorosa— soltó sin descaro mientras reía— ¿Cómo están ahora?

—Kwan tiene otro novio— empezó a hablar Hansol, notando la expresión de sorpresa en Sam— Pero estoy bien con eso... Realmente tienen una relación muy bonita— sonrió amargamente.

Samuel notó lo mal que estába Hansol, aún si no lo admitía. Se sintió mal por aquél pequeño de nueve años que nunca dijo lo que sentía, por amor a sus hyungs.

—¿Te gustan las fiestas, hyung?— preguntó Samuel, tomando la mano de Hansol.

En cuanto este último asintió, el menor lo tiró de la mano para salir corriendo de la cafetería, hacia una "pequeña reunión" que organizaba uno de sus amigos.

No iba a dejar que Hansol se le escape denuevo.

Al parecer fué un problema el haber ido a esa pequeña reunión, pues no era tan pequeña y el lugar no se veía como para "superar a Kwan", pensó Hansol

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Al parecer fué un problema el haber ido a esa pequeña reunión, pues no era tan pequeña y el lugar no se veía como para "superar a Kwan", pensó Hansol. Pero luego de ver la emoción de Samuel, bailando y tomando, decidió quedarse al menos para cuidarlo.

Mientras la fiesta continuaba, Samuel se acercó a su mayor y empezó a bailar pegándose a él.

—Anímate hyung— se acercó a hablarle en el oído, pues por el ruido de la música no se escucha nada más— Si tienes suerte, encuentras a alguien con quien pasar la noche.

—Suficiente, niño. Nos vamos— dijo el mayor, tomando la cintura del menor, para cargarlo en su hombro y llevárselo a otro lado.

Eran aproximadamente la una de la mañana, pero Samuel ya había tomado demasiado para el gusto de Hansol. Como este le había pedido prestado el auto a Mingyu, no pensaba tomar.

Sentó a Samuel en el asiento del copiloto y cuando estaba por ponerle el cinturón, Sam le tomó el rostro y le dió un beso. Y no fué sólo un piquito, sino un beso largo, del cual cuando Hansol se separó, tenía las orejas bastante rojas y miraba fijamente al menor, quien empezó a reír.

—Al fin... Besé a mi crush— continuó riendo Samuel, para después quedarse dormido.

Hansol no entendió lo que pasó ahí pero no se iba a quejar. Realmente Samuel besaba bastante bien y eso es lo que lo tenía bastante sonrojado. Se sentía mal por querer besar denuevo al chico, pero este ya estába dormido.

Condujeron hacia el apartamento de Samuel y estacionaron ahí en el parqueo del edificio. Samuel seguía dormido, así que Hansol lo cargó en la espalda, para subirlo por el elevador, a su habitación.

De pronto, sintió besos en la parte trasera de su oreja y casi tira al chico, por accidente.

—Eres sensible aquí, entonces— dijo el menor riendo— Ya estoy aprendiendo.

—Samuel, por favor ya para... Me estás poniendo demasiado nervioso— pidió Hansol, presionando el botón del piso catorce.

Samuel vió la situación demasiado graciosa y besó las mejillas de Hansol, haciendo que este lo bajara rápidamente.

—Bien, suficiente, ya estás despierto.

—Tengo despierto otra cosa— sonrió coquetamente, mientras se acercaba a Hansol— Más bien creo que ambos, tenemos despiertos otros lugares— presionó con su pierna, sobre la evidente erección del mayor.

Hansol no supo cómo, pero ya se encontraba con Samuel y sus piernas enredadas en su cintura y besándose apasionadamente.

La puerta del elevador sonó, indicando que habían llegado al piso y en cuanto entraron a la habitación, la ropa empezó a desaparecer.

—No... No haré esto con un niño ebrio— dijo Hansol, despegando sus labios de los de Samuel.

—No lo hagamos, déjeme hacerlo— se agachó quedando a la altura de la erección del mayor y empezó su trabajo.

Así fué la noche de Hansol, con un chico que prácticamente estába conociendo, pero logró su objetivo... No pensó en Seungkwan.

7PM- Verkwan / PederkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora