¿Recuerdas?✔

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La mamá de Brandon apareció en la sala con un delantal rosa hermoso, traía una sonrisa y venía directo a mí.

Me abrazó y beso mis mejillas, luego hizo lo mismo con James.

—Espero que les haya gustado mi casa —Laura dijo y James se aclaró la garganta.

—Es hermosa, pero demasiado rosa.

—Parece una casa de Barbies —reí y ella asintió.

—¿Por qué crees que es rosa entonces? Es por ellas, por las hermosas Barbies.

—¿Saben? Ustedes dos podrían juntarse y ver un maratón de Barbie —negaste con tu cabeza mirándome a mí y a tú mamá.

—Barbie es la mejor, Brandon —Laura te dijo, tú hiciste una mueca.

—Para tí, mamá.

—¿Jenna me acompañarías a acomodar la mesa? Así hablaría contigo —Laura me preguntó y yo asentí.

Tú te quedaste con mi hermano en la sala, este hizo una mueca.

Al llegar a la cocina vi el pastel en el centro de la mesa y otros tipos de comida.

¡Que delicia!

—Toma los platos y las cucharas —Laura me tendió y los tomé para acomodarlos en la mesa.

Al terminar ella suspiró y tomó mi mano.

—Tengo que pedirte una disculpa, Jenna.

—¿Por qué?

—Por la actitud que tuve contigo aquella vez que fuiste a la tienda.

—Ah, tranquila, no pasó nada —aseguré y ella negó.

—Yo no soy así, pero es que... Brandon no tenía confianza con alguien desde que Sol Ángel se fue de este mundo y entonces al verte allí preocupada por él me dio miedo de que te sucediera algo a ti y el volviera a sufrir.

—Entiendo —asentí.

—Quiero pedirte algo, Jenna.

—¿Qué cosa?

—Se que Brandon te contó la historia de Sol Ángel y todo lo que sufrió, pero si escuchas a una persona de por ahí decir otra no lo corrijas, sé que Brandon no te dijo nada de esto pero yo sí te lo diré. Para las personas de la ciudad se piensa que Sol Ángel murió por cáncer.

—No entiendo, Laura —le dije.

—Haber. La familia de Sol nos pidió que no contáramos la verdadera historia de Sol Ángel así que se inventó una en la que la muchacha moría por cáncer.

—Ah vale.

—Debes pensar que es una locura.

—Pues si, pero bueno hay que respetar lo que quiera la familia —sonreí y ella hizo lo mismo.

—Me encanta la amistad que tú y Brandon tienen.

—A mí también, él es mi único amigo.

—Y lo será por siempre.

¿Qué quisiste decir, Laura? ¿Que yo y Brandon nunca estaríamos juntos?

Bueno, ya me he acostumbrado a esto de no ser más nada que buenos amigos.

—¿Puedes decirle a los chicos que vengan? —Laura le pidió y asentí, fui hacia la sala pero me detuve al ver que tú y mi hermano hablaban sobre algo.

—¿A no? ¿Y entonces por qué siempre andan juntos? —James te preguntó y tú reiste.

—Ella es mi mejor amiga, James.

—¿Los mejores amigos son así de cariñosos?

—Pues sí, ¿tú no tienes?

—Sí, se llama Elena, pero no soy así de cariñoso como tú con ella —mi hermano elevó sus cejas.

Caminé hasta los dos y sonreí.

—Ya es hora de ir al comedor —les dije y James tocó su barriga.

—Por fin, moría de hambre.

—Veo que comes mucho al igual que calabacín —negaste con tu cabeza.

—Pues somos hermanos, en algo debemos parecernos —me encojí de hombros y fuimos al comedor.

Tú tomaste asiento junto a mi y mi hermano junto a Laura.

Al probar la cena cerré mis ojos porque era la primera vez que probaba una comida tan deliciosa.

—Mmm... pero que deliciosa está —James murmuró con la boca llena y todos comenzamos a reír.

—Muchas gracias James, cuando quieras puedes venir a cenar de nuevo —Laura le revolvió el cabello y él sonrió.

Es un milagro, mi hermano odia que le hagan eso.

Cuando terminamos de cenar Laura repartió el pastel. Pastel que estaba como para llevarte al cielo y virar. Una exquisita mezcla de chocolate, leche y fresas con miel.

—Ya puedo morir, he probado lo más delicioso del mundo —dije en voz alta y chillona, tú sonreiste de lado.

—Todavía no me has probado a mí para decir eso.

Mi hermano, tu mamá y tú comenzaron a reírse a carcajadas.

¡Joder!

¡Sentía mi rostro caliente!

—No seas pesado —entrecerré mis ojos.

—Era broma, calabacín, pero si quieres no —volviste a reír.

Rodé mis ojos y continúe comiendo el delicioso pastel.