¿Recuerdas?✔

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Toda la preparatoria estaba nerviosa.

No había nadie que no le estuviera orando a Dios para que aprobaran, incluso los profesores estaban así.

Quería morder mis uñas para ver si podía controlar mis nervios pero tú tenías sujetas mis manos para que no lo hiciera y así no arruinarlas.

—Ya deja el nerviosismo —me dijiste negando con tu cabeza—. Me lo estás pegando a mí.

—¿No estás nervioso por saber si aprobaste o no?

—Yo sé que aprobé, confío en mí.

—Quisiera tener esa confianza propia —suspiré.

—Eres muy pesimista... Verás que aprobaste.

—¡Hola chicos! —Andrea se acercó a nosotros con una sonrisa.

—Hola —la saludamos al unísono.

—¡Ya vi mi nota!

—¿Cómo que ya la viste? —le preguntaste.

—Pues sí, están llamando a estudiante por estudiante al salón de matemáticas, el profesor allí las está diciendo.

—Ay Dios... —tragué saliva.

—Entraremos juntos, calabacín.

—Todos aprobamos, Jenna —Andrea tomó mis manos—, si continúas nerviosa te vas a desmayar.

—Es que no puedo evitarlo.

—En fin, cambiemos de tema y hablemos del baile —Andrea dió dos aplausos—. Vendré con Lucas, ¿ustedes vendrán juntos verdad?

—Obvio, somos inseparables —reíste y me abrazaste.

—Yo iré a comprar hoy el vestido —la chica suspiró—. Y no me gusta ir de compras.

—Si fuera por mí iría todos los días, pero no soy millonaria —hice un puchero.

—Jenna Kidney —anunciaron mi nombre y pegué un salto por los nervios.

—Todo estará bien —Andrea me abrazó.

—Eso espero —froté mi rostro y te miré—. Vamos.

Tomados de las manos entramos al salón de matemáticas. El profesor estaba con sus anteojos y su ceño fruncido mientras revisaba otros exámenes.

Me aclaré la garganta y él nos miró.

—Oh, Jenna... y Brandon.

—Primero... ¿aprobamos? —cierro mis ojos al preguntarle eso y tú soltaste una carcajada.

—Obvio que sí, unas de las mejores notas de la preparatoria son las de ustedes —el profesor sonrió y un suspiro de alivio salió de mis labios.

Gracias, Dios. Gracias por este milagro.

—Felicidades Jenna. Por un momento pensé que no aprobarias, pero veo que juntarte con Brandon hizo milagros —el profesor asintió orgulloso.

—Se lo debo todo a él —sonreí.

—Sólo te di un empujoncito, necesitabas estudiar más —besaste mi frente y luego le agradecimos al profesor para salir del salón.

Pasamos por nuestros casilleros y recogimos todas nuestras cosas. Quité mis stickers que tenía pegada y suspiro.

Al fin termino la preparatoria.

Aunque extrañaría un poco todo esto, y eso que en esta sólo estuve tan sólo meses...