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¿Recuerdas la vez que mamá te invitó a cenar?

Ese día teníamos examen de matemáticas en la preparatoria, y aprobé por ti.

Nos sentábamos juntos y tú simplemente tomaste la hoja que tenía mi nombre y comenzaste a escribir la respuesta de los ejercicios, luego tomaste tu verdadera hoja e hiciste lo mismo.

Cuando el profesor recogió los exámenes pude respirar en alivio. Tenía miedo a que se diera cuenta, pero no lo hizo.

Salimos de la preparatoria y pasaste tu brazo sobre mi hombro. No mentiré, hiciste que me pusiera nerviosa.

—Te acompañaré a casa —me dijiste y yo te miré confusa.

—¿Enserio?

Te lo pregunté porque... en fin ni sé.

Apenas nos conocíamos hace un mes, y ya tenías suficiente confianza conmigo, yo sin embargo todavía era algo tímida.

—Pues sí, pero si no quieres ok.

—No es que no quiera, es que... no quiero que te sientas obligado a ser mi... amigo —murmuré y tú rodaste tus hermosos ojos.

—¿Bromeas? Desde que te vi supe que serías una chica genial, además, me caíste súper bien, no me siento obligado a ser tu amigo, quiero serlo, los dos necesitamos tener alguien con quien hablar, ¿y qué más que la amistad?

Sí... ¿qué más que la amistad? ‹‹ pensé incómoda.

Tal vez hacías que mi corazón latiera un poquito por ti, y a veces me sientiera nerviosa, Brandon...

—Es cierto, disculpa por decirte eso —sonreí y continuamos caminando.

Al estar frente a mí casa, nos detuvimos y besaste mi mejilla.

—Nos vemos mañana, calabacín.

—Hasta mañana, Bran...

—¡Hola! —la voz de mamá me interrumpió, tú la miraste y sonreiste.

—Oh, usted debe ser la madre de Jenna, ¿cierto?

—Pues sí, muchacho, ¿y tú eres?

—Soy su amigo, Brandon, mucho gusto —le diste la mano a mamá y ella la apretó.

—¿Qué tal, Brandon, sí pasas a cenar con nosotros?

—Oh, tendrá que ser otro día, señora, ahora debo ir a la tienda de mi madre, disculpe, pero le prometo que vendré a cenar con ustedes —apretaste tus labios y mamá asintió.

Entonces te giraste hacia mí y me guiñaste un ojo, para luego así continuar tu camino.

Me habría gustado que te hubieras quedado a cenar con nosotros, a papá le hubiese encantado conocerte.

¿Recuerdas?✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora