Sentía que era mala idea esto.No se porqué o el como pero era una sensación extraña que no hacía mas que tratar de hacerme arrepentir de ir, o de regresar con el. En mas de una ocasión tomé el teléfono para marcarle y cancelar o al menos posponer, pero no lograba darme el valor para hacerlo.
Al final de la tarde me despedí de Sam y dirigí a mi departamento para arreglarme. Me coloqué un vestido negro y liso luego de darme un baño, maquillaje y peiné con esmero, quería dar una buena impresión.
Cuando tomé mi teléfono para avisarle el hecho de estar lista fui interrumpida por un mensaje de su parte.
"Se presentó algo, saldré de la ciudad, hablamos en una semana"
Imbecil
Que maldito imbecil que es.
Me contuve antes lanzar mi teléfono contra el suelo, moría de hambre y el idiota con el que cenaría canceló luego de 20 minutos de retraso. Además de que se supone cenaríamos con sus padres.
Tomé mi bolso y salí del departamento para ir por algo de cenar, quizás cenaría fuera en algún lindo lugar y luego iría a casa.
Los locales eran llamativos y vibrantes, los olores no hacían más que tentarme a entrar a ellos y atascarme con esa grasosa comida, pero yo tenía claro lo que deseaba cenar.
Entré al comedor donde lo tengo comprobado, Tiene la mejor carne asada de toda mi ciudad y luego de tomar una mesa y elegir los platillos esperé pacientemente.
Era increíble lo poco concurrido de la noche, pues luego de degustar los platos y envasar para llevar, en estas no había mas que unos cuantos transeúntes.
Me acomodé el abrigo y continué mi camino hasta que me acerqué a la puerta de mi edificio, frente a este estaba el lobo de hace algunos días, era el.
El mismo pelaje, esa mirada amarilla que se mantenía fija en mi a cada momento, mi caminar se detuvo abruptamente y mi sentir estaba algo desconcertado.
No podía saber donde vivo, es imposible eso.
Me estoy haciendo ideas, es lógico que debe ser una casualidad. Aún así, es extraño, debería estar bajo el cuidado de PA
Dió dos pasos hacia mí y luego tomó asiento nuevamente sin despegar la mirada de mi en ningún momento.
Luego miró mi plato envasado y lo escuché ladrar con una imponente fuerza.
Tomé mi teléfono para avisar a Protección Animal pero este ladró esta vez con clara advertencia, no parecía querer atacarme pero era claro que no estaba contento con la idea de no estarlo alimentado justo ahora.
Cuando di la dirección este salió corriendo alejándose de mi con rapidez, lo vi doblar la esquina y no me quedó mas que decirles que había escapado y que lo busquen por los alrededores. Dudo que lo hagan en realidad. Aún así era peligroso para el y para quien se lo encontrara.
Me adentré a mi edificio y luego de subir a mi piso prácticamente caí sentada al verlo frente a mi puerta, nuevamente con esa mirada estremecedora frente a mí. Temblé con solo verlo.
Ladró nuevamente pero lo vi recostarse con la cabeza gacha, no parecía querer dañarme, pero aún así debía tener cuidado de no acercarme demasiado, seguía siendo salvaje después de todo.
Lo ví levantarse al quedarme en mi lugar y arañar la puerta, -Quieres entrar, ya veo.
No sabía que hacer, cuando me comuniqué con PA este huyó y si lo hacía ahora nuevamente podía hacer lo mismo. Quizás si lo dejo pasar y encierro en el baño mientras llamo logre ayudarlo.
Di un paso al frente y este se hizo a un lado, así que tomé mis llaves y luego de un amplio suspiro abrí la puerta.
Este entró moviendo la cola y saltó sobre el sofá para luego volver a mirarme, parecía domesticado.
Lo ví mirar mi plato nuevamente.
-Te traeré de comer- me acerqué a la cocina y luego de dejar en envase dentro del refrigerador rebusqué en mi despensa, suelo llevar conmigo comida para perros y gatos callejeros, por lo que debo tener en casa también.
No tenía nada en la despensa pero en mi bolso para el trabajo tenía unas cuantas que servirían para su hambre del momento.
Me adentré a mi cuarto y este continuaba en el mismo lugar, busqué en mi bolso y me regañé a mi misma por dejar el teléfono sobre la encimera de la cocina, que estupida, era mi momento para llamar.
Me despojé de mi vestido y coloqué un pans de pijama y una camisola, luego de recoger mi cabello regresé con la comida para el y con la intención de tomar mi teléfono.
-¿Es enserio?
Este estaba con la cabeza metida en mi refrigerador, comía lo restante de mi cena engulléndola con fuerza y yo no pude hacer mas que bufar con las manos llenas de lo que se supone era para el.
-Come despacio al menos, te vas a atragantar.
Este tragó una última vez antes de volver su vista a la mía. Dejé las bolsas de comida sobre el mesón y tomé un bol para verterla, luego otro para agua.
-Despacio Campeón- no hacía caso, bebió prácticamente de un sorbo y me miró suplicante para que lo rellenase, en cierto modo me causó gracia. Tierno
Luego de entregarle nuevamente su agua busqué mi teléfono pero no estaba, juraba que lo había dejado ahí pero solo estaba mi bolso, incluso busqué dentro y nada.
Regresé mis pasos y tampoco estaba en mi cuarto, traté de hacer memoria de donde o cuando lo vi por última vez pero solo recordaba haberlo usado en la calle para llamar.
Cuando regresé este yacía sobre el sofá, ladró hacía mi de manera juguetona y se removió invitándome a sentar, reí.
-Eres un lindo Campeón- este paseó su lengua por toda mi cara apenas tuvo la oportunidad.
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Auspicio
WerewolfEn un mundo de lobos, vampíros y humanos ¿Que tan malo será una profecía? Una que haga a las razas mas poderosas pelear, una por obtenerla y otra por evitarlo. Después de todo, lo que hace a los vampíros superiores es su inmortalidad. Si los lobos...