Capítulo 16

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Pov Mayra

-¿Porqué me miras así?

-¡¿Enserio acabas de preguntar eso?! ¡Tenemos dos días... el maldito no se cansa.

-Habla bajo, si lo despiertas va a venir- estábamos en el baño. Estoy con los putos dedos en mi vagina ayudando el semen a salir y ella cura algunas de las mordidas en mi espalda, las recientes.

-Tengo los músculos agarrotados. ¿Qué músculos? No tengo músculos más bien.

-Este ha sido su celo más largo. Por lo general solo es un día. Pero su lobo debe estar muy molesto.

-¿Y se le quita con sexo la molestia?

-Está en celo. Así que sí- ambas nos exaltamos al escuchar un estruendo. -Desper...- arrojó prácticamente la puerta del baño contra la pared.

Sus ojos estaban totalmente negros y aquello era demasiado intimidante, tenía sus caninos fuera lo que me hizo estremecer. -Mejor arrodillarte- lo hice aunque no sabía porque. Si Dulce dice que me arrodille lo hago porque ella sabe. Ella lo conoce. Me arde todo el trasero y el coño, ¿y el pretende seguir?

Sus ojos parecieron brillar cuando me vio de rodillas, se acercó a mi y antes de que mi cerebro pudiera procesarlo tenía su longitud en mi garganta. Aquello raspó y ardió. Dolió.

Me hice para atrás pero su fuerza era mayor. Dulce me alejó y chillé cuando la lanzó contra el muro. La tomó del cuello con fuerza. -¡Vas a matarla!- mis lágrimas cayeron, en cambio este besó su boca y la hizo arrodillar.

Ahora hacía con ella lo que hasta hace unos segundos hacía conmigo, -Ven- me tragué el miedo y me acerqué.

Su lengua entró a mi boca y sus dientes perforaron mi piel. Me alzó bajo mis muslos sacándome un agudo chillido de dolor y sorpresa. Con facilidad me posicionó frente a su cara, como si no pesara. Y el primer lengüetazo tuvo lugar. Luego otro.

Cerré los ojos disfrutando de aquello y lo sentí bajarme luego continuaba comiéndome. Pero entonces cambió, ya no lo hacía el. Ahora era Dulce quien se encontraba entre mis piernas y el detrás suyo moviéndose con intensidad.

....

Abrí los ojos sintiendo una muralla sobre mi, su cuerpo estaba semi recostado sobre el mío, su nariz en mi cuello y su mano en mi muñeca apretándola con fuerza.

Lo escuché ronronear.

-Ya se le está bajando- olía a comida. -Estoy preparando algo para ustedes.

-Gracias. ¿Me lo quitas de arriba?- intenté moverme pero me apegó más fuerte contra el.

-Cuando termine allá. Luego despierta de mal humor- el siempre tiene mal humor. Salió del cuarto dejándome con aquella respiración en mi cuello y aquel cuerpo caliente apresándome.

Luego comenzó a tocarme. -¡Mierda! ¿Otra vez? Me arde el puto coño. Déjame descansar.- el maldito había jugado a la ruleta con Dulce y conmigo. Cada que una acababa, iba con la otra. También noté que mientras más sexo teníamos más tardaba en venirse el. Así que lo aguantamos por horas. Ni siquiera se como estoy viva. O porqué. ¿Porqué mierda estoy viva?

-Shhh- su voz parecía romper su garganta.

Entró en mi con un movimiento de cadera y comenzó a moverse lento. Aquello era diferente a las otra veces. Cuando vi sus ojos eran negros, pero sin aquel brillo. No había rastro su lobo. Aún así me estaba tomando.

Llevó su boca a mi cuello y comenzó a dejar lentos y suaves besos sobre el. Volvió su vista a la mía y su dedo pulgar a mi boca para hacerme chuparlo. Cuando obtuvo lo que quería lo guió hasta nuestra unión, mi clitoris comenzó a recibir atención y mi orgasmo no tardó en formarse.

Calló mi boca con la suya mientras seguía moviéndose y con cada movimiento el ardor incrementaba. Pero de alguna manera aquel ardor fue lo que me hizo llegar a un orgasmo suave y extenso. Dejándome prácticamente flotando. Con una sensación de relajación y soltura.

Volvió a mirarme, esta vez sus ojos parecían querer decirme algo pero no lo hizo. En cambio me besó y recibí aquello con gusto, me anclé en su cuello y aferré mis piernas aún más a el. Entonces se movió un poco más y se dejó ir en mi interior llevándome con el en un segundo orgasmo para mi. Uno más duro pero más rápido también. -Gracias.

-¿Por qué me agradeces?

-Por ayudarme con mi celo. Se que fueron unos días duros para ti. Para el próximo estarás mejor preparada.- de pronto sentí nervios.

-¿Falta mucho?

-Unos meses, podrás descansar.

-¿Entonces solo lo haremos en tus celos?- de pronto un sentimiento de decepción me acogió. -¿Me dejas lavarme?- lo alejé y con ello salió de mi. Entré al baño como pude y con la dignidad por el suelo.

¿Que esperaba?

El no me quiere y eso lo ha dejado claro, pero ¿porque me toca de esa manera cuando no debería ser gentil? Si solo es follar por su celo debió follarme e ignorarme.

Pero me abraza y luego me toca tan bien y tan...

Me confunde, el lo hace.

Me metí bajo la ducha pero no aguanté estar sobre mis pies. Intenté sentarme pero tampoco podía lograr hacerlo. Me ardía y dolía todo pero más que eso. Lo que sentía hizo que lágrimas abandonaran mis ojos y se mezclaran con el agua.

¿Por qué mierda lloro?

¿Por su rechazo?
Ni siquiera me gusta.

¿Porque quiere a alguien más?
Yo también lo hago

Esta mierda es un desastre, ahora estoy enamorada de alguien que lo ama a él y yo... no se lo que siento por él.

Mi cabeza es un desastre.
Igual que mi vida.




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