Había pasado al baño, me había lavado nuevamente y colocado un tampón, habían toallas femeninas, productos de higiene y belleza, caros, todo en el armario que contenía el baño.Quería salir por dos razones, la primera. Moría de hambre, la segunda, literalmente moría de hambre.
Me vestí con in vestido corto y dirigí nuevamente a la cocina, dejaba las cosas sobre los platos. -La tuya está cocida, come.
-Gracias- pronuncié por lo bajo y me dediqué a lo que había en mi plato hasta acabarlo. -Tengo las preguntas.
-¿Que te hace pensar que tendrás las respuestas?- no lo miraba hasta que aquello salió de su boca, pues no me parecía agradable verlo comiendo esa carne al rojo vivo prácticamente. -Ya, no aguantas nada- ahora se las da de chistoso. -Puedes preguntar.
-Esta casa ¿De quien es?
-La construimos nosotros, con intención de vivir aquí con nuestras parejas. Hay seis más alrededor.
-¿Tu otra casa?
-Alguien la quemó- bufé
-¿Tu compraste todos aquellos productos caros del baño?- negó
-El Sexto los mandó
-Parece ser muy sensible- aquello lo hizo reír a lo grande.
-Sus asistentes los prepararon, no saben de este lugar pero suelen encargarse de algunos de sus asuntos.
-¿Que hizo el Séptimo exactamente?
-Otra pregunta- dijo severo y me obligué a dejarlo pasar.
-¿Cómo sabías que...
-Por tu olor, también noté tu ciclo de ovulación- abrí la boca en demasía -Aquí las y los omegas tienen celo mientras ovulan, ustedes según leí suelen tener aún mas ganas para aparearse.
-No digas aparearse, suena como si fuera un animal- mordí mi lengua, parque literalmente estoy hablando con uno. -¿Eres más lobo o más humano?
-Ambos, a partes iguales- me da respuestas bagas, este juego no me gusta.
-¿Porqué exactamente mataste a Garret?- lo escuché gruñir. -¿Has matado a más personas? Antes o después de el.
-Vampiros
-¿Esta es una guerra por poder o supervivencia?
-Para ellos es poder y para nosotros supervivencia.- tomó ambos platos y los lavo y colocó junto con lo demás.
-¿Cómo supiste que era yo? Es decir, puedes haberte equivocado- negó
-Dormía- dijo mirando mis ojos, -Recuerdo que logré olerte como si estuvieras al frente mío, aspiré y cerré los ojos, entonces te sentí, te deseé. Me preparé y fui por ti esa misma mañana, mi lobo me llevó a ti.
-¿Te lastimaste la pata en el camino?- quizás el camino sea montañoso, eso me daría una pista de a lo que me enfrentaré cuando me vaya de aquí, negó.
-Tenía semanas allá
-Lo hiciste tu ¿no?- no respondió más que con una sonrisa. Se había lastimado a propósito para acercarse, está loco.
-Vamos a la cama, puedes preguntar más ahí- negué
-No dormiré contigo.
-Claro que no, tú dormirás conmigo. Eres mi mate- tomó mi brazo y me hizo encoger al recordarme cuando me dañó
-¿Como sané tan rápido? ¿Acaso pasaron días?- lo seguí hasta el cuarto
-Yo te curé- dijo con simpleza y se metió al baño para lavar sus dientes.
Las ventanas no tenían seguridad con barrotes, no se si se hartó de mi como dijo o solo no se separará de mi en todo momento, espero que sea lo primero, creo.
-¿Qué haces?- apenas regresaba a la habitación, pues luego de este acabar lavé mis dientes, lo encontré desnudo sobre la cama y no tuve más que recostarme a su lado, maldita menstruación, malditos cólicos. El caso es, se había colocado sobre mi cuerpo y sentía su erección sobre mi trasero, olía mi cuello y cabello también. -Sabes... sabes..- su mano se abrió paso y tocó mis pechos, estaba boca abajo para aliviar los cólicos y lo tenía aplastándome con aquel cuerpo ardiendo sobre mí.
-Sh- me calló, antes de notarlo sus dedos tocaban mi clítoris con delicadeza mientras se movía tras mi cuerpo haciendo que aquellos movimientos me excitaran aún más.
Aquellos toques no tomaron fuerza en ningún momento, solo eran pequeños roces que me hicieron liberar de tal manera que me sentí como pluma en segundos. -¿Ya no duele?
-¿Como sabes que dolía?- su cuerpo se movió hasta recostarse al lado de mi cuerpo y halarme hasta envolverme. -Pude sentirlo, supongo que la unión se está formando.- dijo por último antes de caer dormido.
...
Ni siquiera noté cuando había caído dormida la noche anterior, desperté con este dejando un plato a mi lado y avisando que en Cuarto se encontraba en la sala.
Cuando me bañé y arreglé este ya se había ido y su amigo propuso una salida por el pueblo, ellos lo llaman manada.
-¿Porqué la gente se aleja cuando los ve?- quise saber pies siempre que salía con el Primero las personas parecían evitarlo a toda costa, lo mismo con el.
-De hecho es por ti- dijo entre risas penosas -Un alfha es bastante peligroso si siquiera se mira mal a su mate, así que tienen miedo de hacer algo que te moleste y que pueda hacer que El Primero los mate- abrí la boca para hablar pero nada salió de ella.
-¿Que hizo el Séptimo?- decidí probar suerte con él.
-Se enamoró
-¿Acaso está mal aquello?- tomamos asiento en un pequeño banco mientras a los lejos se veían algunos niños correr.
-Lo hizo de una Vampiresa- dijo mirando al frente -Una que precisamente participó en varias emboscadas a nuestra manada y que dejó muchos de los nuestros muertos- dijo con tristeza -Sus padres también- agregó -Lo secuestraron y tardamos años en saber de el, lo creíamos muerto, El Primero y él eran muy cercanos, así que este lo buscó, no descansó. Un día nos enteramos, estaba con una de ellos, nos había traicionado.
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Auspicio
WerewolfEn un mundo de lobos, vampíros y humanos ¿Que tan malo será una profecía? Una que haga a las razas mas poderosas pelear, una por obtenerla y otra por evitarlo. Después de todo, lo que hace a los vampíros superiores es su inmortalidad. Si los lobos...