Luego de un accidente en la empresa, el CEO Jeon Jungkook debe guardar reposo y mantenerse alejado de todas las presiones que implica su trabajo. Su madre le recomienda salir en citas para distraerse, sin embargo, él se niega a tener nuevamente una...
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Una semana había pasado desde el último día que los Jeon vieron a su padre, pues la gran cantidad de trabajo que tenía lo hacía irse más temprano de lo normal y regresar a casa cuando ellos ya se encontraban dormidos.
Entendían perfectamente que a pesar de todo era su trabajo y gracias a ello tenían una buena vida sin problemas económicos. No obstante, a los tres les gustaría pasar un poco más de tiempo con Jungkook, no pedían mucho, podían conformarse con solo compartir una comida con él pero eso era algo que por el momento no era posible.
Miércoles por la mañana, Kook apenas había podido dormir por 3 horas y ya estaba de vuelta en la oficina, se le había hecho un poco tarde y ni siquiera tuvo tiempo de desayunar.
El dolor de su cabeza se intensificaba con el pasar del tiempo y su estómago rugía sin parar. Y claro, tenía una junta importante que evitaba que él fuera a comer algo a la cafetería de la empresa.
La junta se dio en perfectas condiciones, sin embargo, al momento de despedirse de los ejecutivos se levantó de su silla y todo a su alrededor comenzó a dar vueltas, su vista se hizo borrosa, sus oídos dejaron de captar cualquier sonido, su piel se tornó mas pálida de lo normal y cuando menos lo esperó ya se encontraba tirado en medio de la sala inconsiente.
Taehyung junto a los presentes se asustó tanto que no dudó ni un solo segundo en acercarse a su mejor amigo e intentar reanimarlo mientras llamaban a la ambulancia.
Los minutos parecían horas y la gente se desesperaba más y más. Si algo grave le sucedía al presidente, la compañía sería un caos. Cuando los paramédicos llegaron, entraron y rápidamente atendieron el hombre, al ver que por su cuenta no podrían despertarlo optaron por llevarlo al hospital más cercano para ser visto por un doctor.
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Los gemelos Jeon estaban en medio de una clase, Jae Woo estaba muy concentrado anotando a toda velocidad lo que el profesor decía, entendía todo a la perfección, era un cerebrito como lo llamaban sus compañeros. Por otro lado, Hana estaba dormitando con su cabeza apoyada en la palma de su mano, sus auriculares puestos y de su boca entreabierta comenzaba a deslizarse un hilo de saliva.
Un par de toquidos interrumpieron la clase, el profesor dejó de lado su explicación y se dirigió a abrir la puerta para hablar con la persona que se encontraba fuera del aula. Al escuchar todo lo que tenía para decir, volvió al interior del salón y llamó la atención de los gemelos.
—Gemelos Jeon —Jae Woo levantó la mirada ante el llamado dejando de lado su cuaderno —Por favor, tomen sus cosas y acompañen al señor Kim.
Sin decir más, el chico dirigió su vista a la puerta y ahí pudo visualizar a Kim Taehyung, el secretario de su padre con una expresión de preocupación, algo andaba mal y de eso no tenía duda. Rápidamente despertó a Hana y aunque ella sólo le regaló una mueca de desagrado no tuvo de otra más que seguirlo a la salida.
