Luego de un accidente en la empresa, el CEO Jeon Jungkook debe guardar reposo y mantenerse alejado de todas las presiones que implica su trabajo. Su madre le recomienda salir en citas para distraerse, sin embargo, él se niega a tener nuevamente una...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de un rato, Taehyung recibió un mensaje de Jungkook diciendo que había terminado su reunión con el presidente Park e iba camino a casa.
No quería dar por finalizado la salida improvisada que había tenido con Yeonu pero debía llevar a Young a su casa.
—Es hora de llevarte a casa Youngsu, tu papá ya va para allá —la niña asintió y tomó sus cosas para levantarse de la mesa. —Señorita Lee, ¿me permite llevarla a su casa? —habló tan formal que logró obtener un sonrojo de parte de la chica.
—No quiero darte más molestias, puedo ir a pie vivo muy cerca.
—Entonces, ¿podría verte otro día?
Yeonu no se sentía muy segura de aceptar, si volvía a ver a Taehyung probablemente le estaría dando la idea equivocada. Ella no quería iniciar una relación de nuevo porque temía ser rechazada y no estaba dispuesta a pasar por el mismo dolor que sufrió cuando terminó con su exprometido.
—Tae Tae —Young los interrumpió. —¿Te gusta mi profesora? ¿Le estás coqueteando incluso delante de mí?
—¿Qué? —las mejillas de Taehyung se tornaron de un intenso color rojo por los nervios. —Qué cosas dices Young —rió nerviosamente.
—Así son los niños, tan imaginativos —Yeonu rió y acarició la cabeza de Young. —Gracias por el helado, pasé un rato muy agradable con ustedes, nos vemos pronto —se despidió para después marcharse.
—Entonces, ¿no te gusta? —la niña volvió a insistir.
—Claro que no —mintió, era más que obvio que Tae sentía algo por ella. Sin embargo, a Youngsu le quedó más que claro que su mayor no tenía sentimientos hacia su profesora por lo que no volvió a tocar en tema.
≫∘❀♡❀∘≪
Cuando ambos llegaron a casa de los Jeon, el secretario Kim pudo escuchar fácilmente los gritos desde afuera, algo andaba mal y temía entrar para descubrirlo.
Ingresó el código de la puerta del hogar, lo sabía a la perfección pues cuando Jungkook tomó el puesto de presidente, compró la casa. Tae se encargó de ayudarle con la mudanza y desde entonces el código no había cambiado.
Al entrar a la casa, el mayor puso a Young detrás de él para protegerla y a paso precavido avanzó hasta la sala de estar donde se encontraban ambos gemelos bastante molestos y frente a ellos estaba Jungkook con una mano en la cintura y la otra sobre el puente nasal. Parecía muy cansado.
—¡Nos estuviste mintiendo! —ninguno se había percatado que Tae y Young habían llegado. —¡¿Acaso crees que somos unos mocosos ingenuos y no nos daríamos cuenta?!
—Yo no dije eso —Kook torció los ojos y eso solo provocó que sus hijos se molestaran más.
—¡El doctor dijo que tenías que reposar o te podía pasar algo peor! —las fuertes emociones del momento sobrepasaron el límite de Hana y las lágrimas comenzaron a salir. —¿Por qué demonios sigues yendo a trabajar cuando aún estás mal? ¿No te interesamos en lo más mínimo? ¿Qué crees que va a pasar con nosotros si algo te sucede? ¡¿Qué?!
