Luego de un accidente en la empresa, el CEO Jeon Jungkook debe guardar reposo y mantenerse alejado de todas las presiones que implica su trabajo. Su madre le recomienda salir en citas para distraerse, sin embargo, él se niega a tener nuevamente una...
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6 meses después.
La vida en casa de los Jeon era de los más normal. Jungkook se iba a trabajar por la mañana y regresaba en la tarde. Los menores iban a la escuela y Yeonu gracias a que tenía una enorme barriga y estaba pocas semanas de dar a luz, tuvo que pedir la licencia de maternidad. El director de la escuela logró conseguirle un puesto permanente así que luego de su periodo de maternidad después de que sus bebés nacieran podría iniciar con su propia plaza fija en la escuela.
Ella se encontraba en casa, recostada sobre el sofá tranquilamente, estaba aburrida de estar ahí todo el día sin hacer nada pero Jungkook fue muy estricto al decirle que no hiciera movimientos bruscos o cargara cosas pesadas. Los empleados de limpieza se encargarían de los deberes así que ella solo tenía que cuidar de sí misma cuando el estuviera trabajando. Y claro, cuando su pareja llegaba a casa la hacía sentir como si fuera la reina de un gran palacio, la consentía con todos los antojos que tuviera, la acompañaba a ver películas a pesar de que terminaba llorando por cualquier escena triste e incluso le deba masajes en los pies para que ella descansara.
Mientras que ella se encontraba recostada viendo la tv y acariciando su linda y suave pancita, su teléfono le notificó una llamada entrante. Lo tomó, puso en pausa su programa y contestó.
—Hola, cariño —contestó con un tono tierno.
—Hola, preciosa. ¿Cómo están nuestras pequeñas? —preguntó. Luego de que la ginecóloga les informara que sus bebés serían dos dulces niñas, Jungkook no pudo quitarse la felicidad de encima.
—Se encuentran bien, siguen pateando mucho pero es normal —Yeonu se acarició su pancita.
—Ah... quisiera estar ahí contigo pero tengo demasiado trabajo en la empresa. Me muero de ganas por verte.
En ese momento se le ocurrió una gran idea. —¿Qué te parece si voy a recogerte? Así podríamos vernos más pronto.
—¿De verdad? ¿No estás cansada?
—Para nada, tengo mucha energía.
—Está bien, dile al chofer que te traiga y te ayude a subir y bajar del auto —hizo una pausa y prosiguió. —Si me apuro ahora creo que podré terminar a las 8:30 p.m.
—Ahí estaré.
—Perfecto, hasta luego, te amo.
—Te amo más —terminó la llamada.
Yeonu apagó el televisor, se levantó del sofá y fue directamente a su habitación. Veía a su adorado esposo todos los días más sin embargo, quería lucir bonita para él. Buscó en su armario y encontró un vestido holgado floreado y se lo puso. Se maquilló ligeramente y dejó su cabello suelto.
Espero el tiempo que fue necesario, vio llegar a sus pequeños de la escuela, los tres la saludaron como era costumbre y se pusieron a hacer sus respectivas tareas. Pasadas las ocho de la noche, Jungkook le envío un mensaje para notificarle que estaba a punto de terminar su trabajo así que luego de una rápida contestación Yeonu tomó camino hacia la empresa dejando a Jae Woo a cargo mientras los mayores llegaban.
