Capitulo 41

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La pequeña Iseul corrió hasta los brazos de Taehyung cuando llegó a la casa de su abuela. La anciana que se encontraba sentada en uno de los sillones le brindó una pequeña sonrisa para luego continuar con su bordado. Su madre salió de la cocina secando sus manos en el trapo que traía en sus manos.

Taehyung le regaló una sonrisa que nunca llegó a sus ojos. Removió el cabello de Iseul, quien bufó molesta y luego corrió hacia la mesa donde estaban sus juguetes para perderse en su imaginación.

—Mamá —le llamó.

La mujer solamente asintió y caminó hacia la cocina dándole a entender a su hijo que la siguiera. Taehyung ingresó a la pequeña cocina y se sentó en uno de los taburetes, mordisqueó su labio y su madre lo observó unos momentos para luego acercarse hasta él y tomar el rostro de su hijo entre sus manos.

—Te dije que no fueras a buscarlo —mencionó revisando la herida de su labio.

—Quise hablar con él de manera pacifica —murmuró—. Es imposible cuando se ciñe en que el único que está mal soy yo —miró a su mamá—. ¿Estoy haciendo mal? Porque si es así, juro que detengo todo, mamá

—No estás haciendo nada mal, Tae —le regaló una media sonrisa—. Tienes que entender que tu papá fue criado de una manera cruel

—No justifica nada

—No, tienes razón —se separó de él y se sentó frente a él—. Nada lograra justificar lo que hizo tu papá, Tae

—Solo quiero cuidarlas —la miró buscando su aprobación—. Solo quiero saber que hice mi mayor esfuerzo por protegerlas

—Y lo estás haciendo, amor —le tomó la mano—. Pero hay guerras que tu tampoco deberías liderar

—Si esta guerra no la lideraba yo, sabes que nunca hubieras hecho nada por detenerlo —apartó la mirada de ella—. Si no era yo quien ponía el alto a todo, las cosas hubiesen seguido igual

—Tienes razón, pero también tienes que entender que yo nunca he visto otra cosa más que no sea lo que tu papá me brindaba, Tae —murmuró—. Mi mundo era él y por más que yo supiera que lo que él estaba haciendo estaba mal, yo me aferraba a la idea que me cree de él. Ahora mismo te puedo decir que estoy liderado una gran lucha interna, porque una parte de mi quiere seguir con esto, quiere ser fuerte, pero otra parte de mi quiere gritarte y suplicarte que detengas todo esto

—¿Quieres que lo haga? —la miró.

—No —negó—. Por que sé que estás haciendo lo correcto, por más que tu abuela me grite y diga cuanto quiera, ya no hay manera que de el paso hacia atrás

—Te quiero fuerte, mamá —la miró de manera suplicante—. Porque justamente en esto momento soy todo menos fuerte

—Haré mi mayor esfuerzo, amor —dijo atrayéndolo hacia ella para abrazarlo.

Taehyung se aferró a la pequeña figura de su madre y la abrazó con fuerza. Buscó el refugio que siempre hallaba en ella cuando los niños se burlaban de él, se abrazó a ella como lo hacía cuando su padre le gritaba.

Estaba volviendo a ser el niño asustadizo de años atrás. Las lágrimas no tardaron en hacerse presente, se aferró a su madre con mayor fuerza cuando los sollozos empezaron a ser incontrolables.

Su cuerpo temblaba bajo los brazos de su madre. La mano de su madre acariciaba con tranquilidad el cabello de su hijo tratando de reconfortarlo.

—Va a morir, mamá —murmuró entre sollozos.

—Tae... —él la interrumpió.

—Jimin va a morir —mencionó aquellas palabras sintiendo como la estaca se clavaba en su pecho—. Él...él no está bien, ahora mismo está en el hospital porque tuvo una recaída y yo...yo solo siento que no voy a poder con esto, mamá ¿Cómo carajos se alivia este dolor porque ya no lo soporto? —le cuestionó en tono desesperado—. ¿Cómo se detiene el tiempo porque ya no sé que más hacer?

Estrella Fugaz || VminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora