Capítulo 59 || Final||

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Aún no lo creía, su mente aún no analizaba todo lo que estaba sucediendo en aquel momento. Estaba ahí de pie, en medio de la habitación de su mejor amigo, de aquel que solía guardar sus secretos, de aquel chico que había sido su refugio en más de una ocasión.

El olor de la colina de Jimin aún se percibía en el cuarto. Su presencia aún estaba en la habitación, si cerraba los ojos perfectamente podía escuchar la risa del su amigo.

¿Cómo iba a seguir la vida si ya su amigo no estaba? ¿Qué venía después de que el cuerpo de Jimin fuese sepultado?

Inhaló profundamente tratando de controlar las ganas de llorar que se hicieron presentes desde el instante que piso la habitación de Jimin. Ya no quería llorar más, ya no tenía sentido hacerlo. Llorar no haría que Jimin regresara, Jimin se había ido para siempre.

Arrastró sus pies hasta el escritorio, donde yacían esparcidas fotografías junto a unas cuantas notas. Tomó una de ellas entre sus manos y sonrió al verse tan feliz.

—También te fuiste —habló en un leve susurro—. Espero te encuentres con él

Dejó la fotografía nuevamente en su lugar y tomó entre sus manos el libro que se reposaba sobre la madera. "Jimin's Life" leyó sobre la portada y repasó con cuidado las letras sintiendo el relieve. Como si de un gran secreto se tratara; abrió el libro encontrándose con la letra torcida de Jimin junto a una fotografía.

El pequeño Jimin sonreía y se podía observar el brillo de ilusión en sus ojitos. "Donde la vida comenzó de nuevo" sintió su corazón estrujarse al leer aquello, ese día había marcado un antes y un después en la vida de su mejor amigo. Quizás en ese momento todos habían creído que las cosas iban a ser mejor desde ese instante, sin percatarse que el huracán arrasaría con todo en unos años.

Continuó pasando las hojas encontrándose fotografías de Jimin junto a ellos o junto a Taehyung, cada fotografía marcada con una nota y la fecha exacta en la que la imagen había sido tomada. Sintió el vuelco en su estomago al ver aquella fotografía que Hoseok le había tomado junto a él hacía unos años, recordaba a la perfección ese día.

Cerró el libro sin medir la fuerza con la que lo hacía y lo abrazó con fuerza. El grito que desagarró su garganta le dolió, la tristeza y la soledad lo embriagaron nuevamente. Otra vez la ira le consumía por completo, porque nuevamente la vida le había arrebatado una parte de él. Su corazón estaba doliendo y nadie era capaz de sanar su sufrimiento.

—Te fuiste —murmuró y sintió sus piernas flaquear, al instante cayó sobre el suelo—. Te largaste, Minnie, y dijiste que no lo harías

Más lágrimas corrieron por sus mejillas, no alejó el libro de su pecho buscando sentir a Jimin de nuevo junto a él. Tenía miedo de que el sonido de su voz borra, le aterraba olvidar como se escuchaba la risa de Jimin junto a la sueña. Le atemorizaba olvidarse de él para siempre.

—Jungkook —escuchó como lo llamaban.

Giró su mirada y se encontró Taehyung en la puerta de la habitación. Sus ojos se encontraban hinchados, las bolsas negras bajo sus ojos eran aún más notorias. Los dos habían acompañado a la madre de Jimin a su casa para poder llevar unos documentos que su esposo necesitaba para terminar con el proceso de registro de fallecimiento de Jimin. Taehyung no había tenido el valor de ir a la habitación del rubio, él creyó inocentemente que podría hacerlo y al entrar en aquel lugar se había quebrado completamente.

Vio como Taehyung ingresó a la habitación, pudo sentir como la respiración del mayor se aceleró al encontrarse entre aquellas cuatro paredes. No tardó esconderse en los brazos del pelinegro cuando estos lo abrazaron.

Estrella Fugaz || VminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora