CAPÍTULO 17

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El beso fue correspondido. Victoria rodeó mi cuello con sus brazos y yo rodeé su cintra con los mío. Nuestro beso duro mucho tiempo y en ese tiempo logré tener sentimientos que jamás había tenido antes.

Cuando nos separamos, una sonrisa se formó en mis labios y otra se formó en los suyos. —Te amo, Victoria— la mire, manteniendo aún, la sonrisa que decía lo feliz que me encontraba.

—Yo a ti, Moira— susurró.

Yo me puse de rodillas y la tomé de las manos —Victoria— la mire directo a los ojos —Me robaste el corazón desde que te vi, aunque al principio no lo entendí. Por cada día que pasaba mis sentimientos hacia ti solo crecían y por eso le pedí a Morgan que me ayudara a conquistarte— sonreí —Por favor, se mi novia— pedí.

—Si— sonrió y se rebajó a mi altura para que su rostro quedara al frente mío —Te amo— sonrió y me beso.

Después de eso continuamos caminando por el jardín mientras platicábamos sobre nuestros gustos y cosas de ese estilo para poder conocernos mejor.

Descubrí que le gusta el café en los días lluviosos, le gusta ver películas de romance, y le gustaría encontrar a aquella persona que perdió cuando era niña.

De mi no hubo mucho que decir, ya conocía bastantes cosas acerca de mi, sabía lo que me gustaba hacer y lo que odiaba.

Volvimos a casa y antes de que yo entrara a mi habitación me despidió con un beso —Descansa, Moira— sonrió y se giró. Yo también le di una última sonrisa y entre a mi habitación.

Me sentía tan feliz que explotaría de emoción. La chica que me gustaba había correspondido mis sentimientos y ahora, no había nada que pudiera hacerme sentir de otra forma.

Fui hasta mi cama y me aventé en ella para poder dormir, ya que moría de sueño. Cerré los ojos y dormí profundamente.

Al día siguiente me aliste para ir a la escuela. Cuando baje al comedor ya la mayoría de los residentes ya se encontraban ahí. Victoria aún no llegaba, así que fui a sentarme y a esperar a que los demás llegaran.

Victoria llegó después de que mi hermano Liam llegara. La mire y valla que estaba radiante, esta vez traía puesto un vestido color azul que se le veía espectacular. Le di una sonrisa, tratando de decirle que se veía hermosa. Ella también sonrió y fue a sentarse a la silla desocupada que estaba al lado de mi hermano Liam.

Isabella, junto a Olivia, sirvieron el desayuno y luego todos comenzamos a comer. Cuando termine de comer espere a que los demás lo hicieran y cuando todos terminaron se pusieron de pie y se despidieron de mi padre para que cada uno tomara su rutina.

Victoria espero a que yo me levantara de la mesa y cuando lo hice ambas salimos y subimos al auto para ir a clases. Mientras íbamos, charlamos y una vez llegamos bajamos del auto y entramos a la institución.

—Te veré después de clases— sonrió y se dirigió a la dirección contraria a la mía.

Yo por mi parte fui al aula y tomé mis clases de medicina y, cuando terminaron, tomé rumbo a la biblioteca, como era de costumbre. Elegí mi libro, esta vez escogí uno de fantasía. Fui a sentarme a la ventana, en la que prácticamente ya había hecho de mi propiedad, y abrí el libro para comenzar a leerlo.

Logan llegó varios minutos después. —Hola, Sara— saludó y fue a su lugar, que al igual que yo, ya lo había convertido en su propiedad.

—Hola— salude con una sonrisa.

Él se sentó en la silla frente a mi comenzó con su lectura, mientras que yo tarareaba una de las canciones que escuché en la radio mientras John me traía a la institución. —Pareces feliz el día de hoy— Logan dejó de leer y me miró.

Yo detuve mi lectura y lo mire —Lo estoy, Logan. Lo estoy— una sonrisa apareció en mis labios.

—¿Qué te sucedió?

—Victoria correspondió mis sentimientos y ahora estoy saliendo con ella— di un suspiro y mire por la ventana —Eso es lo mejor que pudo haberme pasado.

—Espera, espera— dijo y yo volteé a verlo —No se quien es Victoria, pero supongo que es una chica.

Asentí —la mejor de todas— volví a suspirar.

—Jamás la he visto, pero tienes que guardar discreción.

—¿Por qué?

—No puedes ir por ahí diciendo que te gusta una chica. No es normal para alguien como los humanos. Creen saberlo todo y rechazan a cualquiera que sea diferente de ellos. El simple hecho de que tú eres un montante ya es un gran problema, no quiero pensar si se enteran que también te gustan las chicas.

—No se a que te refieres.

—Bueno. El prototipo ideal para una familia normal, según los humanos, es el de una madre y un padre. No existen las familias de dos madres, dos padres o solo una madre o padre, eso no está bien visto. Los humanos han sido, son y serán homofóbicos por siempre. Es su naturaleza— susurró lo último —Así que escúchame ahora— me miró más profundamente —De no ser que quieras ser el centro de escándalo en esta institución debes permanecer en silencio y ocultar tu relación con esa chica.

—Lo entiendo— dije decaída.

Ya no podría decirle a todos que Victoria me pertenecía, pero, en serio ¿A quién le importaba lo que los demás pensaran? La felicidad no era algo que ellos me darían, sino que Victoria sería la fuente de mi felicidad.

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