Eliza se incorporó de nuevo no mucho después. La familia Black y yo firmamos un contrato que nos unia políticamente.
Mi rostro apareció en cada portada, en cada televisor. Aquel hombre estaba decidido a encontrarme y acabarme.
Entonces me dedique a regresar a los míos a casa, del lugar al cual jamás debieron irse. Aún me faltaba recuperar a mi hermano Liam, a Eric, a Franz y a los empleados de la mansión. Inclusive tenía planeado rescatar a mi padre de la familia Evans.
Yo me dedicaría a liberar a los mutantes de las garras de la familia Evans.
—Ire a las minas— hablé una vez que terminamos de desayunar. —Traeré de vuelta a Eric y Franz y luego iré a la familia Evans para recuperar a mi hermano y también a mi padre.
—Pero, es peligroso para ti— Victoria me miró preocupada —todo mundo está buscándote.
—Lo se, cariño— tome su mano y la mire —pero debo hacer algo para liberar a los nuestros.
—Estarias yendo a tu propia muerte— Tina hablo.
—Estoy dispuesta a correr cualquier peligro— la mire y luego mire a Eliza —¿Lograste localizar a los otros?— pregunté.
—No, cuando tienen los collares puestos no puedo sentir ninguna escencia— susurró.
—No te sobreesfuerces— me puse de pie —Voy a alistarme, partire está misma tarde.
Victoria se puso de pie después de mi y camino a mi lado —Esta vez iré contigo— tomo mi mano.
—No lo harás— la mire —Sera peligroso para ti.
—Quiero serte de utilidad— sonrió.
—Me eres de utilidad quedándote aquí— me detuve y tome sus mejillas —No quiero perderte, cariño— me acerque a sus labios y los bese —Quiero que cuides a los chicos que están aquí. Para mí eso es más que suficiente— Sonreí.
—No quiero perderte, Moira— las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos.
—No lo harás, juro que seré cuidadosa para que no me pase nada absolutamente.
—Vuelve a salvó— ella se acercó a mi y me dió un abrazo —Cuidate, por favor.
—Eso haré— correspondí su abrazo y luego deposite un beso en su frente —No haré nada arriesgado, juro que permaneceré con vida hasta que logre nuestro proósito— la mire y sonreí.
Ella sonrió y luego se acercó a mis labios para depositar un beso en ellos —Te amo, Moira— susurró.
—También te amo, Victoria— me separé de ella y seguimos nuestro camino sujetas de la mano.
Una vez llegamos a la habitación metí dentro de la mochila un cambio de ropa, que probablemente utilizaría y una radio, con la que me comunicaría con Tina y los otros. Salimos de la habitación y bajamos a la cocina, en dónde Victoria me hizo llevar comida de sobra.
—¿Estás listo?— pregunté a Hunter, quien era el que me acompañaría en esta y todas las misiones de rescate restantes. — prepara tus cosas y te veré afuera en diez minutos— cerré la mochila y me la colgué en los hombros. Tome la mano de Victoria y salí de la casa junto a ella.
Al cabo de un rato el salió de la casa, con sus cosas dentro de su mochila también. Camino hacia nosotros, subió sus cosas en la parte de atrás del auto y subió sin despedirse.
Yo abrace a Victoria y me despedí del resto, subí al auto y comencé a conducir.
—¿Esto será peligroso, verdad?— me miró e hizo su pregunta.
—No para ti— respondí sin despegar la vista del frente —Perteneces a los Black y nadie podrá tocarte.
—¿Y que hay de ti?
—No moriré, tal vez resulte herida, pero te cuento un secreto— lo mire de reojo.
—No me importan tus malditas habilidades o lo que sea, eres estúpida— miró por el cristal de la ventana.
—El Evans planeaba crear un ejército de mutantes fuertes e invencibles. Planeaba liderar y atacar a los demás países, planeaba tener poder sobre todo. ¿Lo sabías? ¿Tu abuela lo sabía?
El despego la vista de la ventana y me miró enseguida —¿Qué? Eso es demasiado.
—En los laboratorios que le pertenecen hay mutantes de rango especial, con habilidades únicas. Cuando comenzó todo esto me llevo ahí y Ronald junto a Fred se encontraban ahí mismo. Ellos monitoreaban nuestro avance haciendonos usar nuestras habilidades, incluso antes de que todo esto comenzará yo me encontraba en el laboratorio y los científicos inyectan un líquido azul en mis ojos para hacerme resistente a las heridas.
—Yo, no tenía idea.
—Por otra parte mi padre tenía un grupo de cinco que rescataba a todo mutante que estuviera dentro de sus posibilidades y los llevaba al centro de refugio ubicado en una de las residencias de la familia Smith.
—¿Tu padre te rescató?
—Probablemente no lo sabías, ya que eran asuntos confidenciales de la familia Smith. Ciertamente fue Victoria la que arriesgo su vida para salvarme y sacarme de ahí. Cuando llegue a casa mi padre me cambio la identidad para protegerme. Sucedió lo que ya sabes y cuando esto comenzó volvió a capturarme— sonreí y recorde algunos de los momentos en el laboratorio —Los cientificos mejoraron mi cuerpo y lo volvieron perfecto y ahora ya no hay absolutamente algo que pueda dañarme. Es un secreto, así que guardalo.
—¿Los demás lo saben?— me miró.
—Es un secreto, como lo dije— lo mire — Nadie debe saberlo.
—Entonces ¿Por qué me lo cuentas a mi?
—Eres mi cómplice— respondí y sonreí —Mi cómplice debería conocer todas las fortalezas y devilidades de mi persona
—Eres extrana— susurró.
No respondí nada más, hasta que llegamos a las afueras de las minas, en dónde un gran numero de mutantes estaba siendo explotado para extraer minerales y metales preciosos. Estacione el auto y baje del auto, tome la mochila y asegure las puertas —Anda— me puse la capucha y el cubrebocas para impedir que la gente de alrededor me reconociera.
—¿Estás segura que esto no es peligroso?— pregunto caminando al lado mío.
—Ya dije que no lo es ¿Por qué no confías en mí un poco?
—Sera porque medio mundo te busca para matarte.
—Si, si, no creo que ellos logren encontrarme y si lo hacen no me dejaré atrapar fácilmente, aparte, no fue que vine para que me atraparan, sino para rescatar a Eric y Franz.
—Faltan kilómetros para llegar a las minas y dudo que puedas pasar la seguridad fácilmente.
—Recuerdas ¿Quién soy?
—Una mujer estúpida, eso es lo que eres
—Decidida mejor dicho— lo mire —Mi poder no posee límites, amigo mío— use mi habilidad para encontrar las mentes de los chicos, me fue un poco difícil, pero cuando llegamos al lugar en el que nos estaríamos ya habia podido encontrarlas y entrar en ellas.
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SIMPLEMENTE MÍA
Science Fiction¿Qué pasa con lo que es diferente? Recuerdo que cuando era pequeña mi madre me advirtió sobre mostrarle a los demás mis poderes. Era peligroso hacerlo porque ellos no lo entenderían. ¿Qué pasó conmigo? ¿Por qué estoy aquí? Ahora que llevo años e...