CAPÍTULO 28

1 0 0
                                    

Solo tenía un solo propósito ahora. La caida de la familia Evans y las demás familias.

Sin ellas todos tendríamos de nuevo la libertad que mereciamos.

—¿Moira?— el hombre de los Evans me miró que bueno que estés bien— miró al hombre al lado mío —Y con vida.

—Si, como sea— camine hasta el centro y me senté en mi lugar —No es fácil matarme y menos unos mediocres humanos— mire desafiante al hombre y declarando que en ese momento la guerra entre él y yo comenzaba. 

—Ya veo— el me miró directo a los ojos, sin despegar la mirada —Es bueno escucharlo— se sentó en su lugar.

—¿Por qué el motivo de la reunión?— pregunté.

—Todo el consejo platico mientras tú te encontrabas hospitalizada— hablo la mujer de la familia Black. —Acordamos que la ley que aprobaste será disuelta. Los mutantes son un peligro.

—¿Qué?— La mire a ella y luego al Evans. — Eso no es posible. No pueden interferir en las leyes de las demás familias.

—Bueno— el Evans se puso de pie —Hubo muchos cambios mientras no estuviste— me miró y se acercó a dónde me encontraba —Ahora las leyes deben ser aprobadas por mi antes de ser publicadas y yo tengo el poder de eliminar cuanta ley se me de la gana— sonrió.

—Finges que no se que fuiste tu quien mando a tus subordinados a matar a mi familia y también a mi.

—Jamas haría eso, querida Moira.

—James Evans— me puse de pie y lo mire —Estas cruzando la línea entre tu familia y la mía— sonreí —No voy a permitir que tú, Evans, apruebes leyes estúpidas.

—No son estúpidas, Moira.

—Tengo más poder que tú ahora mismo— me acerque a su oído —Estoy declarandote la guerra ahora mismo— sonreí de nuevo. Me separé de él y comencé a caminar a la salida —Tengo muchas cosas por hacer, cuidese, Evans.

Ahora era asi. Me había dejado de importar lo que las demás familias pensaran sobre mi. No me importaba nada de eso, tenía que eliminar a todo este maldito puñado de corrupción y haría cualquier cosa para cumplir mi cometido.

—Por cierto— me detuve antes de abrir la puerta, me gire y miré a todos los vegestorios que se encontraban sentados en sus tronos —Ya que el Evans y yo somos enemigos quiero que sepan que las demás familias que apoyen al Evans serán mis enemigas.

El Evans rio y me miró —Adelante, Moira Lim— sonrió y se puso de pie —Nunca nadie logro derrotarnos— comenzó a caminar —¿Sabes por qué?— llegó a dónde me encontraba y se acercó a mi oído —Tenemos el poder y control sobre el país, cualquier cosa que nosotros queramos se hará realidad. Eso es el gran consejo.

Yo comencé a reír a carcajadas —Tu consejo se desplomara en cualquier momento— lo mire directo a los ojos y use mi poder para que su nariz sangrara —Y yo me encargaré de destruirlo.

Me gire y salí de la habitación. Después volví a casa y fui recibida por mi hermosa prometida —Me alegra que estés de vuelta, cariño— me abrazo y me dio un beso. —¿Cómo estuvo tu día?— me tomo de la mano y ambas caminamos al comedor.

—Agotador, creo que ahora somos el centro de atención de las grandes familias— me senté en la silla y espere a que nos sirvieran la comida —¿Dónde están los demás?

—Morgan y Liam salieron a una cita, Eric entrena junto a Franz y los otros, Tina salió de compras y Eliza solo disfruta de su día.

—Esta bien, comamos entonces— sonreí y di el primer bocado a mi comida.

Cuando terminamos de comer solo me relaje y pase tiempo con mi novia. Al atardecer reuní a todos los chicos para hablar con ellos. Ya que probablemente los Evans regresarían a los mutantes al bajo mundo era casi seguro que a nosotros, al ser mutantes, también nos llevarán ahí.

La cosa era que ahora ya no éramos una gran familia, habíamos quedado expuestos y desprotegidos y solo éramos unos simples mutantes ahora.

Si estaba en lo cierto los planes de los Evans serían sacar a todo mutante del país y exterminarlos.

Obviamente no lo permitiría, así que teníamos que idear el mejor plan para derrotar a la corrupción por completo.

—¿Qué es lo que sucede?— preguntó Liam mirándome.

—Renuncie al consejo— solté y miré a todos —probablemente ahora todo se descontrole y nos lleven al bajo mundo.

—Pero ¿Por qué?— Morgan me miró.

—Moira sabe lo que las familias hacen, e incluso conoce las consecuencias de lo que hizo, pero ahora tomo la mejor decisión— hablo Tina, desde el lugar en el que se había acomodado

—Ahora debemos prepararnos para lo peor— hablé y tome la mano de Victoria fuertemente —Estamos desprotegidos y somos pocos. Las grandes familias pueden atacar en cualquier momento, pero nosotros les daremos pelea.

—¿Ustedes?— tina se removió de su sitio y miro a cada uno de los chicos —¿Qué harán en contra de los rangos superiores en la familia Evans?, la familia Black también tiene muchos de esos— llegó hasta mi y me miró sería —Si quieres vencerlos debes vencer a sus subordinados y eso es algo imposible de lograr.

—Ya no importa, viviré una vida pacífica apartir de ahora.

—¿Dejando a medias el sueño de mamá?

Esa pregunta despertó sentimientos dentro de mi, así que no tuve palabras para responder la pregunta, ni siquiera yo sabía lo que hacía.

—Mira, hermana— sonrió —yo conozco la mejor forma de vencer a esas repugnantes familias, pero necesitaremos ayuda.

—¿Que hay que hacer?

—Primero devuélveme mi peculiaridad— miró a Eric.

—Esta bien, haz demostrado que ya no hay vínculos entre tu y los Evans— mire a Eric —Hazlo.

—Pero...— él trato de negarse.

—Ya la oíste— Tina se acercó a él —Mi hermana te pidió algo, no debes negarte.

Eric tragó saliva y luego devolvió la peculiaridad de Tina. —Listo— susurró.

Tina uso su habilidad para cegar a Eric por un par de segundos —Te lo mereces— Tina sonrió y se acercó a mi de nuevo.

—Bien, ¿Cuál es el plan?

—Fortalecer a tus soldados. Realmente un grupo de adolescentes débiles ni siquiera podrá penetrar la entrada de la mansión, pero yo me encargaré de fortalecerlos.

—Muy bien, te lo encargo— mire a Morgan —Morgan y yo idearemos algún tipo de plan para poder vencerlos.

Solo esperaba que nuestros planes salieran a la perfección. El sueño de mi madre dependía de esto, así que debía esforzarme para hacerlo realidad. 

SIMPLEMENTE MÍA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora