Sus pasos eran el único sonido que había en el pasillo.Cada uno de ellos le hacían consiente de lo cerca que se hallaba de su destino. Apretó sus manos tratando de controlar el temblor que se habían adueñado de ellas no más salir de los aposentos del Patriarca.
A pesar de lo que le había dicho a Shiryu el día anterior, el castaño no podía controlar ese ligero malestar que le daba no más pensar estar en la misma habitación con varios alfas.
Zeus ten piedad... Suplico mentalmente, mientras soltaba un suspiro.
Vamos Seiya, solo será un momento. Hablaras con ellos y luego regresaras con Shion.. Se ánimo.
Tan sumido estaba en sus pensamiento que no noto a la otra persona que se acercaba por el mismo pasillo, no hasta que fue demasiado tarde e impacto con esta.
— ¡Ahh¡ ¡demonios! ¡Eso dolió! — pronunció mientras masajeaba su nariz.
— No te dolería si estuvieras viendo por donde vaz, mocoso. — al reconocer esa ronca y fría voz, el castaño levanto la mirada y observó a su dueño.
Frente a el se encontraba no más ni menos que uno de los mismísimos jueces del inframundo.
— Por lo general, si alguien va por un camino, el otro debería considerar caminar por el otro lado..— mascullo un tanto molesto.— Aunque es tonto de mi parte pedir que sean considerados, ¿no es así, señor Radamanthys? — alegó un tanto desafiante.
La mirada que le devolvió el juez, no fue más que fulminante.
Si las miradas matasen...
— No tientes tu suerte moc-..
— ¡Ahh, con que aquí era que estabas!, tengo horas buscando te. — la jovial voz del caballero de Libra interrumpió al espectro, y cuando su dueño se izó presente en el pasillo, el rubio tuvo que alejarse del menor. No sabía porque, pero desde que llegaron al santuario, los dorados y hasta la misma Athena se habían mostrado extraños ante tan solo la mención del pegaso, por alguna razón Radamanthys tenía la sensación que estos no querían que nadie se acercara al chico.
Y me pregunto por que será... Reflexionó, mirando como el Libra posaba su brazo por los hombros de Seiya y le dirigía una seria mirada.
— Creo que Athena fue clara cuando les dijo que no tenían permitido pasearse por este ala del templo. — espeto el libra, sin dejar de mirar al juez.
Este observo por unos segundos la rara reacción del dorado y luego se cruzó de brazos ante su sería mirada.
— Estoy perdido. — declaró por fin. — como sabrás, Athena no nos dió un guía para saber a que lugares no podemos ir. — formuló.
— Pues ahora lo sabes, este es el ala este y espero no volver a ver a ninguno de vosotros merodeando por aquí. — casi gruño el librano.
Ante esto, Radamanthys les dirigió una leve mirada y se volvió por donde había venido.
Cuando ya no pudieron ver la figura del espectro, Dohko se alejo de Seiya de inmediato. El juez no lo había notado pero, el pegaso había estado tenso durante todo el intercambió.
— Lo sien-..
— Gracias. — le interrumpió el castaño. — todavía no me había preparado para cuando me los encontrará y estuve a punto de hechar por tierra el duro trabajo de Saori. — suspiro regalándole una cansada sonrisa, para sorpresa del mayor.
— No te coloques tanta carga encima niño, lo tuyo fue nada comparado a cuando Ikki y Hyoga los vieron. — le dedicó una divertida sonrisa. — bueno no nos retrasemos más, no mentía cuando dije que tenía rato buscando te, Athena y el pobre Shun tratan de dar lo mejor para mediar entre los espectros y su hermano. — le informó, haciendo que Seiya negara con la cabeza al imaginarse las expresiones de Saori y Shun.
ESTÁS LEYENDO
Vida
RandomCuando la guerra contra el Dios del inframundo término , Athena decidió hacer un tratado de paz con todos los dioses del olimpo y con el mismo Hades para así poner fin a tantos siglos de guerras interminables que siempre terminaban con perdidas en a...