capitulo 16 un momento compartido

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La puerta se abrió, dejando entrar a Rimuru. Shuna le hizo una reverencia para saludarlo.

-Hola, Rimuru-sama.

-Hola, Shuna. Y hola a ti también, Milim, Frey -dijo con una sonrisa.

-Hola, Rimuru, es un gusto volver a verte -respondió Frey, inclinando ligeramente la cabeza con respeto.

Rimuru pensó para sí mismo: "Aunque no ha pasado tanto tiempo, solo unos días."

Acompañó ese pensamiento con una ligera gota de sudor, al estilo anime.

-Sí, me alegra verte de nuevo. Y quería aprovechar para felicitarte por...

De repente, todo en la habitación fue interrumpido. Una figura familiar, con dos coletas y cabello rosado, se lanzó hacia él con energía. Milim sonreía radiante, y una alegría indescriptible parecía inundar su cuerpo, como si no lo hubiera visto en meses. Aunque en realidad, solo habían pasado unos días.

Sin mediar palabras, corrió hacia Rimuru y lo abrazó con fuerza.

¿Por qué lo abrazaba así? ¿Era acaso un impulso repentino? Tal vez sí, o tal vez no. La respuesta estaba en el corazón de Milim: ella simplemente lo extrañaba.

Sin darse cuenta, se había acostumbrado a su presencia, a ser consentida por él, a compartir momentos pequeños pero significativos, como disfrutar un pastel de miel juntos. Caminar junto a Rimuru se había convertido en algo especial, una sensación de paz que llenaba el vacío que llevaba dentro desde hacía tanto tiempo.

Milim lo abrazó más fuerte, con la misma intensidad con la que lo había extrañado.

-Rimuru... No sabes cuánto te he echado de menos -dijo, hundiendo su rostro en el pecho de él.

Rimuru, atónito, apenas logró responder:

-M-Milim...

Mientras tanto, sus pensamientos se llenaron de confusión: "¿Me... extrañó? ¿De verdad?"

Finalmente, dejó escapar un suspiro y correspondió el abrazo con suavidad.

El cálido gesto de Rimuru hizo que Milim volviera a la realidad. Se dio cuenta de lo que acababa de hacer, y un ligero rubor cubrió sus mejillas. Lentamente, se separó de él.

-R-Rimuru... esto...

Milim estaba completamente avergonzada. No entendía por qué había actuado así, por qué no pudo controlar sus emociones. Siempre había sido capaz de mantener la compostura, pero, por alguna razón, estar cerca de Rimuru hacía que todo su autocontrol se desmoronara.

-L-lo siento... -murmuró, bajando la mirada.

Rimuru también estaba algo incómodo, aunque no en un mal sentido. Ese abrazo había sido inesperado, pero extrañamente agradable. Sentir la calidez de Milim le generaba una sensación desconocida, pero placentera.

Cuando ella se apartó, un leve vacío se instaló en su pecho. Sin pensar demasiado, extendió la mano y sostuvo el brazo de Milim.

-Milim... no tienes que disculparte.

Ella lo miró, sorprendida.

-¿No estás molesto?

-¿Por qué lo estaría? Si quieres abrazarme, está bien. No tengo problema con eso.

El rubor en el rostro de Milim se intensificó, pero una pequeña sonrisa asomó en sus labios.

-¿De verdad? ¿No te incomoda?

-En lo absoluto.

Entonces, Rimuru se acercó un poco más, inclinó la cabeza y la apoyó suavemente sobre el hombro de Milim.

-Puedes abrazarme siempre que quieras, ¿de acuerdo?

Milim sintió que su corazón latía con fuerza, pero esta vez no intentó disimularlo.

-Sí... -respondió en voz baja, con una sonrisa sincera.

El ambiente se llenó de un silencio cómodo, uno que no necesitaba ser interrumpido. Ambos disfrutaban de la presencia del otro, sin necesidad de palabras.

En sus pensamientos, Rimuru reflexionaba: "Esto... es agradable. No está mal en absoluto."

Por su parte, Milim se encontraba perdida en sus propios sentimientos: "Me encanta este momento. Si pudiera decirle lo que siento, si tan solo tuviera el valor..."

Con suavidad, sus manos se acercaron una a la otra, tocándose apenas, como si ese simple gesto simbolizara lo que ambos querían expresar pero aún no podían decir.

Mientras tanto, Rimuru concluyó en su mente: "No tengo un corazón... pero, si lo tuviera, seguramente estaría latiendo muy fuerte ahora mismo. Y sé que sería por ti, Milim Nava. Aunque no necesito un corazón para saberlo... yo..."

La conexión entre ellos se profundizaba, mientras el cálido silencio seguía siendo testigo de un momento que ninguno olvidaría jamás.

𓆩♡𓆪 𝐷𝑜𝓈 𝑅𝑒𝓎𝑒𝓈 𝐷𝑒𝓂𝑜𝓃𝒾𝑜𝓈 ¡¿𝐸𝒩𝒜𝑀𝒪𝑅𝒜𝒟𝒪𝒮?! 𓆩♡𓆪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora