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¿Pensar que esto terminaría así? La locura es pensarlo, pero la realidad es verlo. Ahora me encuentro en el altar con la persona que se supone que odiaba. Curioso, ¿verdad? Pero, ¿qué se le va a hacer?
"Carrion-sama, ¿Aceptas a Frey-sama, Reina de las Arpías, como tu legítima esposa?"
Esas palabras resonaban en el gran salón. Para algunos, eran solo palabras, pero para mí fueron como si algo dentro de mí estallara de emoción. Era algo indescriptible. Esto no es un sueño, es la realidad, es la verdad.
"Sí, acepto."
Quería llorar al escuchar esas palabras que confirmaban que esto no era un sueño. Esta es la realidad, y me estoy casando con la persona que más amo, pero que, de manera extraña, me molesta. Digo, Carrion es un poco cargoso en ese sentido; siempre viene con las cosas más ridículas y cursis que a nadie, creo yo, se le ocurriría. Pero eso es lo que amo de él. ¿Me molesta? Sí, pero me hace reír de lo tierno y lindo que es. Me gusta porque es único, diferente a su manera.
"Y usted, Frey-sama, ¿Acepta como su legítimo esposo a Su Majestad, el Rey de las Bestias, Carrion-sama?"
Esa pregunta fue dirigida a mí, y ya era obvio lo que iba a responder.
"Sí, lo acepto como mi legítimo esposo y único."
Miré a un lado y lo vi por primera vez desde que entré al salón. Todo este rato había estado distraída con mis pensamientos y divagaciones, así que no lo había mirado bien a los ojos. Sus ojos, llorosos. Esos ojos brillaban con una mirada de amor. ¿Quién diría que esa misma persona era Carrion, el Rey de las Bestias?
"Entonces, los declaro marido y mujer."
Todos aplaudieron ante la declaración. Los gritos de celebración resonaban en todo el salón, y flores caían desde la parte superior del lugar.
Carrion, al oír eso, no esperó ni un minuto. Me tomó de la cintura, me alzó y me besó de manera apasionada y tierna.
¿Entonces, esta es la felicidad?
Milim y Rimuru eran quienes tiraban las flores. Milim se quedó mirando a Carrion y Frey, que se veían tan felices que sus sonrisas contagiaban al resto.
"Yo... ¿También podré ser así de feliz?"
Milim pronunció esas palabras con una cara desconcertada. ¿Es esto lo que ella deseaba o quería?