NARRA LAIA
Mireia está sentada sobre su cama haciendo la maleta toda nerviosa. Tira la ropa bruscamente dentro de ella mientras Dan la mira meneando la cola.
Yo ya no aguanto más; llevo un tiempo pensando que quizás algo pueda ir mal, pero sin atreverme a comprobarlo, y encima Mireia me está poniendo de los nervios con el ruido de cada cosa que tira.
Cuando el secador de pelo impacta contra la maleta ya no resisto, me levanto de la cama a toda prisa y salgo corriendo del cuarto.
-¿A dónde vas? -oigo que pregunta Mireia. Pero no respondo, ahora mismo no puedo pensar en nada.
Salgo corriendo del hotel golpeando a todos los que se ponen en medio. Corro como si no hubiera un mañana. Yo, que soy la persona más vaga del mundo, corriendo...si no fuera por mi "problema" pensaría que se acerca el Apocalipsis.
Entro corriendo donde recordaba haber estado ya en otra ocasión y pido en el mostrador. Pago y salgo corriendo de nuevo. Creo que todo el agua de mi cuerpo está saliendo en estos momentos por mis sobacos. Axilas, para parecer más fina...
Al cuarto de hora entro de nuevo en el cuarto. Mireia mira una foto en su Iphone en la que sale con Daniel mientras acaricia a Dan, que se ha quedado dormido en su regazo.
-Laia... -me llama cuando entro. Se nota que ha estado llorando, y eso me rompe por dentro. Le quito el móvil y me lo guardo en el bolsillo. Si sigue mirando esas fotos, jamás conseguirá olvidarse de Daniel.
Este es nuestro último día, más bien nuestra última noche, porque a las seis de la mañana sale nuestro tren, y ahora son casi las once. Lo que tenemos claro es que esta noche no vamos a dormir; celebramos una fiesta en la carpa principal para todos los que nos vamos. Pero todo eso lo veo muy lejano, muy distante a mí. Como si yo fuese otra, como si mientras mi yo divertida se preparase para bailar, mi yo seria se metía en problemas.
No me apetece pensar en nada, solo quiero estar sola, necesito estar sola, así que me encierro en el baño y decido darme una larga ducha de mínimo dos horas. Vamos, lo que toda chica necesita. ¿Alguna vez habéis querido desaparecer? Así, sin más; sin que nadie más se diese cuenta y sin que nada cambiara.
Me siento en el bordillo de la bañera y me miro las manos nerviosa. Tengo que hacerlo; cuanto antes mejor.
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Oh la la Paris
Teen FictionMireia y Laia son mejores amigas, y ¡por fín pueden pasar el verano juntas en París! Pero ninguna puede imaginarse lo que les espera en la ciudad del amor... Ya sé lo que estás pensando, pero ¿y si ésta no es una historia como las demás? Una novela...