Por siempre tú

6- fiesta

Suspiro con agobio con la insistencia de mi amiga, quién me suplica que me vista de una forma más seductora. Quizás el hecho de que he pasado mi vida entera ocultando mi cuerpo, me hace entender que ponerme algo más descubierto, me haría sentir más avergonzada conmigo misma. Quisiera tener un poco más de autoestima.

—Kat, ya te he dicho que no me vestiré así, si yo le gustase a Joe, él me aceptará tal y como soy —me quejo y me coloco mi toalla para ducharme.

—Anny, por favor, no seas así, déjame por una vez en tu vida ponerte hermosa — suplicó.

—Ya dije que no.

No entiendo como Katy puede ser tan sofocante e insistente, a veces me pone loca. Pero ella seguirá insistiendo, la conozco, no me quedará de otra que aceptar, porque ahora sus ojitos brillan y hace pucheros. Me ha ganado.

—Vale, acepto, pero con una condición —le digo con una mirada curiosa.

—¡Siii! —salta de la alegría —. Me dejarás ayudarte, ¿pero cual es la condición?. —me mira de forma insegura.

— Pues que... —hago un leve silencio —, pues que, no me pondrás sexy, si no casual, normal, sin exagerar. ¿Entendido?. —la miro de forma penetrante.

—Ah, eres agua fiesta, pero está bien, te pondré ropa casual, igual te verás hermosa, aunque lo eres —soltó su típica sonrisa.

—Pues me iré a duchar. —me levanto de mi cama y me dirijo hacía la bañera.

Sentir el agua tan tibia me hace suspirar, solo pienso en Joe, de como sería estar entre sus grandes brazos. Aunque sé que es algo imposible. Me imaginación vuela a tal punto que en mi mente lo desnudo. Sería fantástico tenerlo conmigo, y eso labios suaves basándome. No se como es tener un orgasmo pero siento cosas maravillosas con solo pensar en él.

Mi pensamientos morbosos es interrumpido por Katy.

—¡Anny, Anny! —grita con desesperación tocando la puerta.

—¿Que pasa Katy? —le pregunto con un poco de nervios.

—Nada, es solo que lleva como una hora metida ahí, y pensé que te pasaba algo.

—No seas tonta. —cierro la llave y salgo de la bañera, abro la puerta y veo a mi amiga con cara de preocupación.

—Eres una tonta, no me deja ni pensar en jo.. —Interrumpí y tocí para que no sé enterara de lo ocurrido.

—Joe, ¿estuviste pensando en Joe? ¿y que hiciste, golosa? no me diga que te mastur... —le interrumpí:

—¡Katy, Por Dios! eres una indecente, ¿cómo me dices eso? yo jamás haría eso, me ofendes —le reclamo con enojo, ignoro su presencia y me di dirijo hacía mi armario.

—Pero pensabas en él, no me mientas por favor, ¿qué pensabas? —Pregunta con insistencia.

—Pues nada, —me sonrojo —,solo pensé que estuve besándolo y nada más.

—No me mientas, sé que imagínate algo más, porque escuché como gemías. Pero bien, no te pregunto más.

Santo cielo, ella me escuchó. Qué pena.

—Si, es lo mejor que pudiste haber dicho en este día, mejor dime ¿qué me pongo?

Uf, que incómodo que mi amiga me pregunte sobre esto. Claro, ella ya no es virgen, me ha dicho que después que Ryan la abandonó, se ha acostado con dos chico más, jugando con su sentimientos. Creo que ella jamás lo olvidará.

Mientras me pongo mi panties rosado, opto por un brasier blanco. Realmente yo no sé combinar nada.

Miro a Katy y rebusca entres sus ropas.

—Mira Anny, mira —exclama sosteniendo un vestido negro, sexy y ajustado.

—No, no, y no, yo no me pondré ese vestido, es muy exagerado. te dije casual, jeans, blusa y chaqueta, etcétera.

—¿En serio? Jamás te he visto en jeans —rió entre burla.

—Pues ya me verás con ellos, es la única manera en que quiero vestir hoy, ¿no lo entiendes? —expliqué con todo mi carácter. Ella asiente y me busca lo pedido.

—Como seas te verás fenomenal.

—Gracias.

Luego de rebuscar entre todas las ropas, elegimos un jeans negro, una blusa de manga roja con escote normal, y unos tenis bajitos. Por encima de la blusa me puse una chaqueta negra que es de ella.

Mi amiga decidió ponerse un poco más sexy, optó por un vestido azul eléctrico, de escote bajito y sin manga, sé ve hermosa, como siempre, pero hoy mucho más.
Luego de habernos cambiado, me pidió soltar mi cabello. Al principio me negué, pero ya luego acepté, todo para sorprender a Joe. Mi cabello ondulado recayó en mi cintura. Katy me agregó un poco de maquillaje, también me negué, pero no puedo con ella.

Al terminar, me miro en el espejo y la verdad no creo que esa sea yo. Estoy hermosa a pesar de que mi lente oculte gran parte de mi belleza. Es uno de esos lentes de lo que usa betty. Si, es exagerado para mi, pero fue mi Doctor quién me lo sugirió. fue una maldad.

Me observo en el espejo y de verdad me veo diferente. jamás me di cuenta de que tenía un cuerpo tan llamativo, y con este jeans diría que me veo con más trasero que de costumbre.

—Vámonos, los chicos nos esperan. —miramos por la ventana y ahi están ellos.

Mientras vamos saliendo, puedo ver como Joe abre su boca, y como su amigo Bruno le da un codazo al mirar a Katy. Joe le susurra algo y luego me sonríe. Joe tiene una chaqueta negra similar a la que tengo, por encima de un t'shirt blanco, pantalón negro y tenis blancos. Se ve tan bien. Bruno, quien es más fuerte que Joe, viste con una suera de cuello alto y por fuera una chaqueta gris, combinando con un pantalón negro y tenis. Me gusta su forma de vestir.

—Que hermosa están —murmuró Joe sonriendo.

—Gracias... por cierto, Bruno te presento a mi amiga Katy —los dos se saludaron sin dejar de mirarse.

—Un placer —respondieron al unísono.

Nos subimos al auto y nos dirigimos hacia la dichosa fiesta. Joe iba a mi lado en la parte trasera, me sonreía, pero siento que se siente incómodo conmigo. Y Katy muy feliz hablando con Bruno en la parte delantera.

Al llegar, pude darme cuenta que la fiesta es en una casa muy grande, por fuera se ven las personas llegando.

—Vamos —dijo Joe abriendo la puerta, yo me sentí tímida, caminando junto a el.

Entramos y la música retumbaba entre nuestros oídos.

—Vamos a tomar algo. —lo seguí y me guió cerca del bar. Muchos chicos nos miraban como si fuésemos raros. Es obvio yo soy la rara.

—¿Quieren una cerveza? —me preguntó, miro a Katy y asentimos.

—Vengo ahora. —Bruno se llevó de la mano a Katy y quedé sola con Joe. Este me pasa la cerveza y con gusto la recibo.

—Sabes, te ves muy hermosa de verdad. —yo sonrío y tomo de mi cerveza, me siento muy anonadada por joe.

Creo que le gusto.