Por siempre tú

41- el pasado

No ceso de llorar por la emoción que ahora siento.

—Anny, ¿haz logrado ver? ¿Por qué lloras?  —me pregunta Katy con angustia, miro a todos lados.

—¡Yo... yo puedo ver!, Katy, ya puedo ver normal —respondo varias veces, con una gran sonrisa—. Gracias doctor, gracias.

Lo abrazo con todo el aprecio del mundo por salvar mi vista.

—Me alegro que todo haya salido bien, eso indica que podré darte de alta mañana temprano, pero te recetaré un gotero especial para los ojos, ya que lo tendrás un poco rojizo esta semana, por cierto, ¿cuando le darás la noticia a tu familia?, lo digo porque ya falta menos de dos semanas para nochebuenas —preguntó con dudas y borro mi sonrisa.

—No lo sé aún, creo que mañana organizaré algo para darles la noticia —respondo y asiente.

Pasé la tarde charlando con Katy, no había explicación para expresar lo que estoy sintiendo ahora.

—He venido a despedirme y desearte una buena noche —dijo Chris  entrando a la habitación, pero Katy no está ya que salió a comprar algo de cenar.

—Aún es temprano. Chris, de verdad es increíble que en tus manos estuvo todo este proceso, ¿quien diría que el chico que conocí en esa playa iba ser tú mi doctor Allen —murmuro y se sienta a un lado de la camilla.

—Pues créelo, yo me siento muy afortunado de haber sanado esos ojos tan hermosos.

Nos quedamos mirándonos por un momento, su mirada me hace sonrojar y a él por igual. De pronto Chris se está acercando con intención de besarme, y no sé, pero siento intriga de que lo haga.

—Llegué, ay disculpas, creo que interrumpí —exclamó Katy y Christian se aparta de mí, estábamos tan cerca de besarnos.

—No, claro que no interrumpiste, solo vine a despedirme, ya me tengo que ir, adiós —respondió marchándose, y Katy se acerca achicando sus ojos y acosándome.

—¿Esto que acabo de ver es lo que creo? ¿Ustedes se iban a besar? —preguntó sorprendida y no evito reír.

—No sé, él me iba besar, creo, pero no pensaba detenerlo, no entiendo que me sucedió, sabes que respecto mucho a un hombre que tenga novia, y aparte no lo veo como algo más que un amigo —respondo un poco desanimada.

—Pero eso no le quita lo guapo, ese chico a leguas se ve que esta loco por ti, tan solo mira como te trata, como toda una princesa —murmuró y niego con la cabeza con una corta sonrisa.

*****

Me dieron la de alta y planeé todo para poder hacerle  la sorpresa a mis padres, y ya que ellos trabajaran hasta la ocho de la noche, se me facilitaría poder sorprenderlos. He llamado a Louis para saber donde estaba y con indirectas pude saber que él está con sus amigos, pero que no regresaría a la casa hasta que anochezca.

Ahora estoy en casa y camino silenciosamente a donde Nana, que se encuentra mirando la tv, pero en cuanto me ve se sorprende.

—¡Mi niña Anny, póngase los lentes, podría caerse! —exclamó con angustia.

—No nana, no te preocupes, no digas nada todavía, pero me operé los ojos y ya puedo ver —respondí con gran felicidad y Ana cubre su boca de la emoción.

—¡Oh santo Dios!, mi niña ya puede ver, ya no necesitara lentes, ¡que alegría!, te vez tan hermosa.

Me abraza demostrándome ese cariño que tanto extrañaba de ella.

—Gracias nana, pero por favor no digas nada, quiero hacerle la sorpresa a mis padres, prepara una buena cena, y si te preguntan algo, no les diga que estoy aquí —le pido y ella asiente enseguida yéndose a buscar los ingredientes de la cena.