Por siempre tú

18- primera vez

Las horas pasaron sin darnos cuenta. Jugamos billar, chicas contra chicos. ¿Y qué creen?  Nosotras ganamos tres a dos. Creo que Bruno y Joe nos dejaron ganar, porque yo no se nada de billar, porque yo lanzaba al azar, y si caía una bola mía era cuestión de suerte. Pero Katy ya tenía experiencia.

Miro la hora y casi es medianoche, tenemos que irnos para realizar el plan. Si no lo hacemos, todo puede salir mal.

—Chicos, ya tengo muchísimo sueño, me iré a dormir —dije bostezando falsamente.

—Uff, si, yo también, nos vemos mañana, hoy fue un gran día —continuó mi amiga  despidiéndose con un besos de Bruno.

Los chicos tornaron un gesto un poco decepcionado, pero ni modos, ahorita les toca su sorpresa.

—Ah, que aguafiestas las dos, no se vayan— suplicó Bruno, con una mirada triste.

—Yo también me iré a dormir, estoy un poco cansado —dijo Joe, despidiéndose con un besos corto en mi boca, y creo que se decepcionó.

Cada uno nos dirigimos hacia nuestra respectiva habitación y al entrar, decidimos esperar una hora para que se  duerman, y nosotras ponernos nuestra ropa interior. Yo me di una ducha, asegurándome estar preparada sin rastro de sudor.  Al terminar me pongo mi sexi babydoll. Me veo inocente y sensual a la vez porque es blanco pero atrevido.  Me pongo los anteojos que compré, con ellos veo bien de cerca pero de lejos no. Estos lentes me hacen ver mas candente.

En mis labios agregó un color rosa, luego suelto mi melena, y por último mi colonia de fresa que tanto le gusta a Joe.

Ya la hora pasó, mi amiga entró a sus redes y verificó si Joe  o Bruno estuviesen conectados, ¡Y bingo! Están desconectados. Ellos, antes de dormir verifican sus redes, y dice que la última hora de estar conectados fue haces 20 minutos.

—Anny, intenta entrar silenciosamente al dormitorio de Joe. Recuerdas, cuando lo veas dormir, acércarte a él y solamente pídele lo que deseas, y ya que estés en el momento, déjate llevar. Ahora saldremos juntas de este dormitorio, ¿si?

—Si, uff, estoy nerviosa, pero haré lo que me pides, vamos.

Abrimos la puerta de nuestro cuarto los más silencioso posible, y Katy sé dirigió hacía la puerta de Bruno y yo hacía la puerta de Joe, y Juntas abrimos silenciosamente.

Ya dentro, no puedo ver muy bien con estos lentes, y me acerco con pasos sigilosos, caminando de puntitas para que Joe no escuche mis pasos.

Ya estoy viendo un poco mejor,  Joe está durmiendo cuesta arriba. Me acerco más y más,  y no sé por donde empezar. Los nervios me están matando. Se ve tan hermoso durmiendo. Me sentaré a su lado, pero tengo miedo, creo que no podré hacer esto, mejor me voy. No sé para qué le hago caso a Katy si soy tan miedosa. Estoy tan cerca y prefiero cancelar esto.

Me giro para irme pero  una mano me detiene.

—Bella,  ¿qué haces aquí? —pregunta Joe, sin soltar mi mano.

Oh rayos, ¿qué diré?  «Ay por favor Anny, saca valor, tú puedes»

—Joe...

Joe se sienta y sin dejarme hablar se sienta en la cama y me besa apasionadamente llevándome a su Merced, pero lo detengo.

—Joe, para, yo estoy aquí porque estoy decidida a que me hagas tuya. Yo estoy segura de que es contigo con quién quiero tener mi primera vez —susurro apenada.