Los limitaba una lluvia de flechas incesantes que no les permitía avanzar hasta el castillo. Aquellos hombres que lograban pasar por ella y comenzaban a escalar el muro a por los arqueros eran bañados de agua hirviendo Prohibiendoles el paso, y si sobrevivían a este punto, al momento de poner pie en la fortaleza sus cabezas regresaban al otro lado del río.
Su llegada debía ser el fin para la ciudad, pero contrario a eso estaban perdiendo hombres sin siquiera poder cruzar al otro lado del muro, el río no presentó problemas, pero ahora eso era lo de menos. Frustrado, Vidhar se quitó el yelmo y se adentró a su tienda. Jamás había perdido una batalla, pero no se sentía seguro de cómo continuar ante dos días de asedio fallido.
-Mi señor, creo que es momento de sellar la ciudad por todos los flancos. Sí no interceptamos el camino al reino es muy probable que continúen recibiendo provisiones.
-¿Acaso se escucha? Esta no se supone sea una batalla de larga duración. No contamos con suficientes hombres para un asedio, adentrarnos a los bosques de Quíros es riesgo innecesario si pensamos que no podríamos dar frente a los refuerzos que puedan llegar desde el reino. No hay nada que podamos hacer, más que presentar rendición. -Aquel guerrero gesticulo un sonido de desagrado ante aquello. -Sólo queda intentar entrar a la ciudad encubiertos, lo cual podrían haber hecho mientras el puente comercial estaba en funcionamiento, en estos momentos es imposible penetrar. -He sido enviado a perder. Pensó frustrado analizando todos los errores cometidos desde un principio. No tenía sentido enviar tan bajo número de soldados si desde un principio las intenciones eran tomar la ciudad. No entendía a su padre o las intenciones con las que lo había enviado allí.
-Continuaremos intentando tomar este frente, esta vez, lo haremos durante la noche. Será nuestro último esfuerzo. -Comenzó a quitarse la armadura y con un gesto de mano echó a los soldados de su tienda para poder descansar. Una vez sólo aventó con ira el yelmo a cualquier punto y contuvo un grito frustrado.
-Que nadie me moleste hasta después de la cena de los soldados. -Ordenó de un grito a los escoltas de su tienda. Descansaría hasta después de la cena, entonces llamaría a todos los caballeros para informarles del ataque nocturno.
No pasó mucho luego de que cayera la noche cuando el descontrol del campamento lo despertó.
Amotinamiento Creyó de inmediato y como pudo se colocó su pechera de la armadura y la espada. Algo más humillante que perder la batalla luego de declarar la guerra era un motín de parte de sus soldados, por lo que decidido a dar lucha se mantuvo en posición de taque, no huiría como cobarde.
Luego de unos segundos de gritos fue que dos caballeros entraron a su tienda con desespero.
-¡¡Milord estamos siendo atacados!! -Gritó en desespero.
-¿Abrieron las puertas? -Preguntó inmediatamente con la esperanza de poder adentrarse durante la lucha.
-No señor, al parecer son refuerzos de Jazali, los soldados están de este lado del territorio neutro. Debe huir mi señor, no hay forma de dar batalla. -Un certero golpe en la cabeza del soldado lo calló en el acto.
-No pienso huir, menos ahora por fin salen las ratas de su nido. -apartó a los soldados que intentaron retenerlo y salió a la batalla. La caballería galopaba entre las tiendas encendiéndolas con una antorcha, el fuego se alimentaba rápidamente y el caos se esparcía entre los soldados Arsenienses que no podían reunirse en formación.
Como pudo fue abriéndose paso en la batalla en busca de los comandantes de cada sección de los soldados, necesitaba formar a los soldados para dar batalla, pero cuando estaba encarnizado en una batalla con dos soldados, el crujido de la madera del puente sonó bestial a chocar con el suelo y de este se abrían paso lo soldados de Quíros uniéndose a la batalla para darles fin.
-Mierda. -Fueron sus últimas palabras mirando en dirección al castillo cuando un fuerte golpe por detrás lo desvaneció.
Realmente la soberbia y la arrogancia del Monarca de Arsenia llevaron a la derrota a su hijo, menospreciar al enemigo al creerlo débil lo llevó a bajar la guardia a tal punto de creer que con tan solo mil hombres podrían tomar la ciudad de Quíros. Tras ver su error envía a su hijo, hábil guerrero a limpiar su falta, pero ni cinco mil hombres a su mando fueron suficientes para el impenetrable muro que protegía la ciudad. Desde un principio habían fallado, no se habían preparado para soportar una batalla prolongada y a distancia, no tenían barricadas hechas y los soldados esperaban llegar para presentar refuerzos en la batalla a campo abierto. Lord Tasilio había sido astuto, no había necesidad de presentar batalla hasta aquel momento, ciertamente había sabido leer el campo mejor que el enemigo.
***
Mohan Neráe saldría a la batalla por primera vez. Recientemente nombrado caballero, el joven Lord contaba con un fuego en el pecho que lo llevaba con hambre al campo de batalla. Su padre presionó su mejilla fuertemente robándole un quejido de dolor.
-Si te duele es porque eres humano, que no se te olvide cuando estés allí afuera hijo. -Era su forma de advertirle de los peligros sin humillarlo. Confiaba en la habilidad de su hijo con la espada, pero los años roban la valentía de un hombre y los campos de batalla se van alejando para cambiar sus deseos de victoria por el de un lecho caliente junto a su esposa y niños corriendo por la casa.
-Ya no estoy para las guerras. -Habló bajo para Brando una vez se alejaron dejando notar su preocupación por su primogénito.
-Es momento de confiar en el señor Mohan, el joven Lord a tomado clases de espada desde muy niño, más que cualquier campesino que esté en las filas Arsenienses. -Un apretón en el hombro fue el gesto de agradecimiento por las palabras que buscaban calmarlo.
Pero lo que esperaba al joven parecía ser más simbólico que su primera batalla, parecía ser que aquel acto lo convertiría en hombre, en el hombre que protegía su hogar, su familia y escalando aún más en las repentinas cargas que concienciaba el joven Mohan, protegía a los habitantes de la ciudad que su familia gobernaba por generaciones.
La contienda no duró mucho, aún era de noche cuando se retiraron del campo y cantaron victoriosos por la victoria en nombre del Rey Azriel. El joven Mohan había regresado con la espada del General que había insultado a su padre, lo consideró mejor regalo que traer su cabeza. Todos los soldados estaban clamando por el valiente joven que a sus diecisiete había vencido a un General e la sección de Arsenia cuando se abrieron paso la caballería de Jazali.
Todo el ambiente de festejo había cesado, los murmullos eran inentendibles para el joven Mohan que sólo se limitó a mirarlo cruzar el puente adentrándose a la ciudad.
"Prisionero" y "Príncipe" fue lo que escuchó entonces que le dieron entendimiento.
Atado con una soga en sus manos y arrastrado por el caballo de uno de los generales de Jazali, marchaba mal herido Vidhar Walkstrom, Príncipe y heredero de Arsenia.
Mica-Fuera.

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BALADA DEL LOBO
Teen FictionSinopsis Azriel Nuerzia asciende al trono heredando el reino de Grawder, después de la muerte de su padre él es el único Alpha de la casa Nuerzia y el deber con el reino recae sobre el joven monarca. Azriel tendrá que superar diferentes situacion...