Capítulo 16

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El frío comenzaba a colarse en el cuerpo, las prendas de pieles mantenían buena temperatura, pero su rostro expuesto y extremidades no estaban soportando el clima de camino a la cima de la montaña. Dharma y el Clan Ito habían insistido en que usara el traje tradicional para la ceremonia en la cumbre. El Jefe encargó que adaptaran sus prendas al cuerpo joven y robusto y muchas damas habían pasado la tarde entrando y saliendo de su tienda con toda las preparaciones que tenían para el juramento que darían al subir. Trenzaron su cabello como el típico que había visto en su prometido, las piedras esféricas tenían una pequeña cuenca donde atravesaban el cabello y la sujetaban con los nudos de las trenzas que se iban enlazando. 

Esferas de Ágata de todas las variante de colores, marrones, azules, rosadas, también Jade había sido colocado en su cabeza, con lo preciado que era este material equivalente al oro y ellos simplemente lo ornamentaron para el culto tradicional.   

El camino empedrado del Templo comenzaba a ser visible y desde allí debían continuar a pie.  

Bajó del caballo de un salto sacudiendo su cuerpo disfrutando de poder estirar las piernas después del largo viaje. Miró a su compañero aún montado, traía las mejillas rosadas por el frío al igual que la punta de su nariz, la imagen lo había hecho sonreír, estaba apunto de ayudarlo a bajar cuando este también dio un salto sacudiendo la nieve atrapada en el ushanka*.

*Gorro de piel de oveja, al estilo ruso.

-म फर्किए  (He regresado) - Susurró con los
ojos en el gran santuario. 

Maito había notado en aquellos días, observando a las personas del campamento Ito

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Maito había notado en aquellos días, observando a las personas del campamento Ito... Los nobles y altos cargos que viajaban con la familia hablaban el idioma del reino, no así aquellos que servían a sus señores. La mayoría de los trabajadores al igual que Mauni usaban la lengua regional... Eso quería decir que él no procedía de la nobleza, era una concepción de familia de betas del vasallaje... y tal vez pensaron que su condición omega no importaba por el hecho de ser hombre. 

-Va..vamos. -Aquello lo había sacado por completo, giró su rostro con velocidad en dirección del chico encontrándose con una apariencia ansiosa, sus ojos tan oscuros lo miraban con el ceño fruncido, enojado, lo vio morder su labio inferior y apuntar el templo. -Vamos. -Repitió firme y Maito se inclinó a su altura mirando su rostro de cerca.

-Sí. -Sonrió pensando que se veía muy lindo cuando se frustraba al hablar, lo tomó de la mano para que enlazara su brazo con el suyo. -¿Estás practicando? -Preguntó mientras caminaban, la expresión confusa lo hicieron tomarse del mentón pensando cómo decirlo. 

-Ah! -Mauni pareció recordar algo. -Vamos. -Levantó un dedo y luego otro. -Hola... prometido, té, quiero, no. -Mauni miraba sus dedos mientras enumeraba las palabras que sabía, mientras tanto el joven Takeda se había puesto tan rojo como las camelias de su estandarte al escuchar la secuencia que había elegido para decirlo de manera que no parecían palabras sueltas, sino una bonita confesión. 

BALADA DEL LOBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora