Capítulo 14

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-¿Porque no estás al lado de esa belleza ? -Yama se acercó a su amigo entre el bullicio de la festividad y le hizo compañía en el trago. 

 -El silencio es más reconfortante cuando estás en soledad. -Respondió un poco molesto confundiendo a su amigo. -No habla. -Espetó corto.

-¿Es muda? -Preguntó apenado. 

-Si habla... sólo no me habla. -Su amigo lo empujó un poco para aligerar al ver que no era algo grave. 

-Pues tienes una cara del demonio, seguro no es fácil ¿Con este perro rabioso me voy a casar? ¡No quiero! -Bromeó poniendo una voz femenina ganándose un golpe. 

-No soy un perro. -Se defendió bebiendo. 

-Entonces intenta sonreír la próxima vez. -Su amigo le enseñó su sonrisa bien grande. -Así. -Maito intentó sonreír dejando una mueca sin transmitir mucha felicidad como era la idea. -Mejor no lo hagas. 

Suspiró molesto con su amigo y se giró sobre su hombro izquierdo dando un vistazo a Mauni. El joven sonreía conversando con las mujeres del Clan y algunos niños tocaban su cabello largo trenzado y ornamentado con piedras. 

El Próximo día estaba pactado que la pareja subiera hasta la montaña en la que descansaba el templo para realizar la ceremonia de unión. Las cosas habían acelerado mucho. De un simple encuentro para el acuerdo entre Clanes había pasado a ser un festejo de compromiso. 

Lord Dharma había propuesto la visita al templo dado que el viaje había sido largo y tedioso como para que la familia se regresara para volver unos días más tarde. Propuso realizar la unión frente al tempo de la Diosa presidido por el Guía del Clan para unirlos en alma, su padre había estado de acuerdo y hasta ambicionó con la idea de que su prometida se uniera a ellos en su viaje de regreso. 

Todo estaba marchando rápido para Maito, pero había sentido en las cuestiones. Un mes más tarde él podría estar marchando a la guerra, si no se unían ahora tal vez nunca lo harían. 

Dharma aplaudió en la tienda llamando el silencio y sacándolo de sus pensamientos. 

Primero habló en su idioma nativo alegrando a la multitud y un intérprete tradujo a su padre. Lord Dharma lo miró a él muy sonriente  y lo llamó con un gesto de mano. 

-El novio debe sentarse al frente. -Indicó empujando al muchacho al suelo para que se sentara con las piernas en canasta sobre las alfombras. 

-¿Para qué? -Preguntó confundido viendo a las mujeres colgar del techo largas cintas anchas de todos colores que caían hasta un metro antes de llegar al suelo. La música comenzó a sonar (Canción Village Wedding - Imade Saputra) En el centro de la tienda ahora despejado por las personas que esperaban ansiosas caminó Mauni parándose frente a él con un cambio de vestuario del que tenía antes. 

El rojo era el color del Clan Takeda, su estandarte era una camelia por lo que cuando Maito vio a su prometida vistiendo la ropa tradicional de su región le robó un suspiro. No podía engañar a nadie, Mauni era hermoso, pero algo misterioso. 

Comenzó a bailar gesticulando con sus manos a cada costado suyo y se deslizaba en esas direcciones, sus pies descalzos pisaban en punta con delicadeza, movía su falda como el movimiento de las alas de un ave, de forma lenta y dejando ver un poco más de su pierna, cada giro que daba en su lugar soltaba un aroma perfumado y los ojos oscuros no se desprendían de Maito. Bailaba para él aunque toda la tienda fuera espectadora de la gracia y elegancia de sus movimientos. En poco tiempo el lugar parecía encendido y las gotas de sudor corrían por el rostro de Mauni con el esfuerzo de la danza, una de las mujeres se acercó encogida sin mirar extendiendo una rueda de oración, era conocido por ser una caja cilíndrica que se hace girar sonando las campanas que traía en su interior y donde también tallaban oraciones en su exterior, con un mango para portarlo lo integró en sus movimientos resonando la campana cada vez que asestaba un golpe. 

BALADA DEL LOBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora