Capítulo 10

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Los desacuerdos en la corte del Rey fueron un tema recurrente en la mesa del consejo. La mayoría de los Nobles veían con malos ojos el hecho de que un Arseniense  habitara el castillo y se moviera con libertad en este. 

-Por ultima vez Lord Neráe, esta confinado en una sección y nadie de la corte puede ingresar. -Azriel frotó su sien masajeando la zona cansado por el mismo tema en la mesa en los últimos tres días. 

-Señor esa área es también donde se encuentra los aposentos del Rey ¿Cómo espera que alguien pueda dormir con tranquilidad cuando hay un maldito walkstrom a metros de usted. -Azriel golpeó con fuerza el puño en la mesa poniéndose de pie agotado. 

-¡¡SUFICIENTE!! NO TOLERARÉ QUE SE CONTINÚE CUESTIONANDO MIS DECISIONES.  - Se dejó caer con cansancio en su lugar. 

El silencio en la mesa nadie se atrevió a romperlo, en parte por las fuertes feromonas que se desprendía en el aire y en parte por las quejas de dolor de cabeza de su majestad. 

-Este es el final del tema, y hablo con firmeza cuando les advierto que el próximo que traiga el tema a mis oídos será torturado por tres días como los he estado sufriendo yo mismo. -Azriel indicó a Noni que le preparara las yerbas para que sus doncellas le sirvieran infusiones que calmen su dolor. 

-Su Majestad, le aconsejo que delegue sus deberes al consejo por este día ya que debe descansar y recomponer su salud con premura. -Azriel suavizó su mirada al dirigirse al Omega y accedió a la solicitud.  

Al retirarse a sus aposentos Azriel pensaba que tenía un buen motivo para ser caprichoso en su decisión. Ese motivo no lo estaba dejando descansar correctamente por las noches, pero Azriel acudía cada vez que los gritos comenzaban en el dormitorio del Príncipe, esparcía su esencia cuando la agitación parecía agravarse a extremos peligrosos . Las recurrentes pesadillas intrigaban a tal nivel al Rey que por el sólo hecho de que esa noche sería Luna llena planeaba quedarse a la espera, necesitaba saciar la curiosidad y comprobar si esta influenciaba en la condición que padecía. 

***

Vidhar pasaba su tiempo recorriendo todo el piso exclusivo para él durante la mañana, la mayoría de las habitaciones estaban cerradas a excepción de la gran biblioteca, el salón de té donde le servían sus comidas y la habitación del baño. Se había sorprendido la primera vez que lo descubrió, su primer baño había sido en una tina de su tamaño, pero esta cámara era en sí todo el baño, el suelo se profundizaba en medio del salón y los escalones permitían bajar con seguridad los diferentes niveles. Vidhar no había vuelto a tomar un baño en otro lugar por más  quejas e insultos que daban las sirvientas a la razón de que era el baño del Rey y que debían cambiar el agua por su culpa. 

 Ese día se dedicó a la lectura de varios ejemplares interesantes de la historia de la Nación de Grawder cuando coincidió con el Rey. 

-Cruzadas y guerras del Monarca Asper Nuerzia, Una lectura enriquecedora. -Vidhar revisó la tapa del libro en sus manos confirmando que era el que estaba leyendo. Azriel tomó asiento junto al ventanal y respiró profundo el aire fresco de la mañana. 

Allí junto a la luz solar Vidhar notó el cansancio debajo de los ojos del hombre como oscuras bolsas que en su pálida piel resultaban muy evidentes. 

-Parece estar agotado. -Comentó sin levantar la vista de su libro. Azriel sonrió complaciente y recargó su cabeza a la pared disfrutando de la sensación de frescura de esta. 

-Lo estoy, no lo parezco... No logro dormir correctamente estos días. -Una mirada de soslayo rápida buscó en él saber si era acaso culpa de sus pesadillas. 

BALADA DEL LOBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora